Un 67% de los chilenos cree que Chile es un país solidario, una cifra que en 2009 alcanzaba solo un 50%, según el quinto Estudio Nacional de Voluntariado.

La encuesta, realizada por la Fundación Trascender a inicios de 2011 en Santiago y otras 12 ciudades, buscaba medir cuánto voluntariado realizan los chilenos y qué idea tienen sobre su propia solidaridad.

¿Por qué aumenta esta percepción? Hay dos hechos ocurridos en 2010 que pueden explicarlo, según los autores del sondeo: el terremoto y el accidente en la mina San José, ya que la mayoría (81%) piensa también que los chilenos son más solidarios ante catástrofes y emergencias.

Sin embargo, los resultados son distintos al momento de la evaluación personal. En 2009, el 75% de los chilenos se consideraba a sí mismos como solidarios, mientras que ahora esa cifra retrocedió a un 67%.

Valentina Insulza, directora de Fundación Trascender, explica que “los chilenos perciben que Chile es un país solidario, pero no se auto perciben como solidarios, como personas. Eso quiere decir que entienden la solidaridad como algo mucho más complejo que dar dinero. Como sienten que no realizan voluntariado, que no salen con su tiempo, que quizás solamente dan el vuelto en la farmacia, no sienten que son solidarios”.

“Sin embargo, ven que el país es solidario frente a campañas como las que se hicieron para el terremoto o la empatía que se presentó con la situación de los mineros y sus familias, por ejemplo. Hay una percepción de que Chile es solidario, pero yo no soy solidario”, agrega.

La representante de la fundación considera que “influye muchísimo” la cobertura mediática que reciben ciertas actividades solidarias.

El problema, dice, es que esto no se traduce en una solidaridad cotidiana: “Hay mucha movilización, hay mucha gente que sale a las calles, que empatiza con el otro y causas del otro, medioambientales, con la educación. Sin embargo, no se vinculan al voluntariado y no se refleja a la hora de hacer una labor constante. Yo salgo una vez, empatizo con el otro, pero no lo hago de manera constante en el tiempo”, indica Valentina Insulza.

¿Quiénes son los más solidarios?

La gran mayoría de los chilenos dice realizar donaciones en dinero: un 93% de los encuestados asegura entregar recursos de distintas formas: en colectas, organizaciones sociales o en el vuelto de supermercados y farmacias, por ejemplo.

¿Quiénes lo hacen en mayor cantidad? Entre los que donan dinero, son personas entre 35 y 44 años de los sectores medios (C2 y C3).

El grupo que menos donaciones hace es, justamente, el mejor posicionado en la sociedad: el ABC1. El principal argumento para negarse a entregar dinero es la desconfianza en las instituciones y personas que lo reciben, un motivo que se repite en menor medida en otros estratos. “La sociedad es cada vez más individualista, especialmente los grupos socioeconómicos con más recursos. Son más individualistas que los grupos C2, C3 y D, que son quienes más empatizan con la realidad del otro”, explica Valentina Insulza.

Esta tendencia se replica en el caso del voluntariado. Solo un 9% de los encuestados de clase alta realiza algún tipo de trabajo sin retribución en juntas de vecinos, construyendo o participando en clubes deportivos, por ejemplo. Y la cifra va aumentando mientras menos recursos tienen los encuestados. En el C2, un 24% dice hacer voluntariado; en el C3, llega a 29%; y en el estrato D, el más bajo, un 38% asegura ser voluntario.

El nivel de voluntariado, en todo caso, en Chile sigue siendo bajo: solo un 10% de los encuestados dice haber realizado alguna labor no remunerada. Una cifra que crece, para Valentina Insulza, muy lento: “Por ejemplo, Reino Unido y Francia tienen más de un 15% de personas que realizan voluntariado en el país. En la región estamos bien, con nuestros vecinos estamos dentro del promedio e incluso un poco más. Pero con el nivel de desigualdad que hay en Chile, que el 10% de los chilenos hagan voluntariado, es muy bajo”, concluye.