Dirigentes de la Corporación “También Somos Chilenos” de distintas regiones del país se reunieron con el ex ministro de Mideplan y nuevo encargado de aldeas y campamentos, Felipe Kast, a quien le presentaron una propuesta de trabajo con temas que consideran fundamentales de discutir y transversales a la situación en todo Chile.
El levantamiento de campamentos es una problemática que se arrastra hace más de 50 años y que nunca ha sido solucionada por el Estado ni por fundaciones que alguna vez prometieron su término el 2010, más aún pasaron a un segundo plano luego del terremoto por la necesidad de levantar las aldeas de reconstrucción.
Actualmente son más de 700 los campamentos catastrados y alrededor de 33 mil las personas que viven en una situación de precariedad, no sólo por la falta de una solución habitacional, sino también por la falta de oportunidades laborales y educacionales.
El delegado presidencial Felipe Kast, quien asumió su cargo en el ministerio de Vivienda y Urbanismo hace diez días, cree que no pueden continuar con las equivocaciones y para eso los dirigentes deben estar integrados en todo el proceso. Además, el ex ministro indicó que “la participación tiene una funcionalidad, no es simplemente una palabra bonita, sino porque en el fondo tenemos que hacer mejor las cosas, y eso significa hacerlo juntos. Podemos ir más lentos, pero la solución final será más oportuna y mucho mejor”.
Una ardua tarea tendrá Felipe Kast, quien deberá cumplir con la promesa realizada por el Presidente Piñera de duplicar los indicadores de avance de los últimos cinco años, es decir, tendrá que sacar de los campamentos a 6 mil familias por año, una promesa que considera viable y responsable con los dirigentes y las familias.
En la reunión, los dirigentes le presentaron al delegado una propuesta que integra distintas necesidades transversales de las zonas norte, centro y sur de Chile, como una habilitación social de calidad, el incentivo al ahorro, planificar eficientemente el cierre de campamentos, incentivar la superación de la pobreza, modificar la ficha de protección social y en definitiva generar una nueva política de vivienda donde ellos también tengan cabida.
Cecilia Castro, vocera de la corporación que se dedica a formar líderes y que busca incidir en las políticas públicas, tiene claro que el nuevo proceso debe ser inclusivo, donde las familias sean la prioridad, quien apuntó además que “es un problema más profundo que no tener casa. Hoy si una familia no tiene un buen trabajo, no tiene como pagar servicios básicos. Si no tiene a sus hijos en buen colegio, no tiene calidad de vida en el futuro. Si no tiene salud tampoco tiene futuro, entonces hoy es necesario habilitar las familias”.
Los dirigentes saben que será un largo proceso en el que tendrán que estar alerta, pero al menos cuentan con una red importante de contacto que les permite tener información de lo que sucede en todas las regiones.
Grave es la situación en la Región de Valparaíso, donde existen alrededor de 200 campamentos que suman 11 mil personas, muchos en Valparaíso y principalmente en Viña del Mar, donde después de muchos años la alcaldesa reconoció que en la ciudad jardín existen campamentos y hay que buscar una solución.
Las miradas estarán puestas sobre el nuevo delegado presidencial Felipe Kast, que no sólo deberá enfocar su trabajo en agilizar la reconstrucción, sino que también deberá prestar atención a los 33 mil olvidados por el Estado chileno.
Dirigentes de la Corporación “También Somos Chilenos” de distintas regiones del país se reunieron con el ex ministro de Mideplan y nuevo encargado de aldeas y campamentos, Felipe Kast, a quien le presentaron una propuesta de trabajo con temas que consideran fundamentales de discutir y transversales a la situación en todo Chile.
El levantamiento de campamentos es una problemática que se arrastra hace más de 50 años y que nunca ha sido solucionada por el Estado ni por fundaciones que alguna vez prometieron su término el 2010, más aún pasaron a un segundo plano luego del terremoto por la necesidad de levantar las aldeas de reconstrucción.
Actualmente son más de 700 los campamentos catastrados y alrededor de 33 mil las personas que viven en una situación de precariedad, no sólo por la falta de una solución habitacional, sino también por la falta de oportunidades laborales y educacionales.
El delegado presidencial Felipe Kast, quien asumió su cargo en el ministerio de Vivienda y Urbanismo hace diez días, cree que no pueden continuar con las equivocaciones y para eso los dirigentes deben estar integrados en todo el proceso. Además, el ex ministro indicó que “la participación tiene una funcionalidad, no es simplemente una palabra bonita, sino porque en el fondo tenemos que hacer mejor las cosas, y eso significa hacerlo juntos. Podemos ir más lentos, pero la solución final será más oportuna y mucho mejor”.
Una ardua tarea tendrá Felipe Kast, quien deberá cumplir con la promesa realizada por el Presidente Piñera de duplicar los indicadores de avance de los últimos cinco años, es decir, tendrá que sacar de los campamentos a 6 mil familias por año, una promesa que considera viable y responsable con los dirigentes y las familias.
En la reunión, los dirigentes le presentaron al delegado una propuesta que integra distintas necesidades transversales de las zonas norte, centro y sur de Chile, como una habilitación social de calidad, el incentivo al ahorro, planificar eficientemente el cierre de campamentos, incentivar la superación de la pobreza, modificar la ficha de protección social y en definitiva generar una nueva política de vivienda donde ellos también tengan cabida.
Cecilia Castro, vocera de la corporación que se dedica a formar líderes y que busca incidir en las políticas públicas, tiene claro que el nuevo proceso debe ser inclusivo, donde las familias sean la prioridad, quien apuntó además que “es un problema más profundo que no tener casa. Hoy si una familia no tiene un buen trabajo, no tiene como pagar servicios básicos. Si no tiene a sus hijos en buen colegio, no tiene calidad de vida en el futuro. Si no tiene salud tampoco tiene futuro, entonces hoy es necesario habilitar las familias”.
Los dirigentes saben que será un largo proceso en el que tendrán que estar alerta, pero al menos cuentan con una red importante de contacto que les permite tener información de lo que sucede en todas las regiones.
Grave es la situación en la Región de Valparaíso, donde existen alrededor de 200 campamentos que suman 11 mil personas, muchos en Valparaíso y principalmente en Viña del Mar, donde después de muchos años la alcaldesa reconoció que en la ciudad jardín existen campamentos y hay que buscar una solución.
Las miradas estarán puestas sobre el nuevo delegado presidencial Felipe Kast, que no sólo deberá enfocar su trabajo en agilizar la reconstrucción, sino que también deberá prestar atención a los 33 mil olvidados por el Estado chileno.
Dirigentes de la Corporación “También Somos Chilenos” de distintas regiones del país se reunieron con el ex ministro de Mideplan y nuevo encargado de aldeas y campamentos, Felipe Kast, a quien le presentaron una propuesta de trabajo con temas que consideran fundamentales de discutir y transversales a la situación en todo Chile.
El levantamiento de campamentos es una problemática que se arrastra hace más de 50 años y que nunca ha sido solucionada por el Estado ni por fundaciones que alguna vez prometieron su término el 2010, más aún pasaron a un segundo plano luego del terremoto por la necesidad de levantar las aldeas de reconstrucción.
Actualmente son más de 700 los campamentos catastrados y alrededor de 33 mil las personas que viven en una situación de precariedad, no sólo por la falta de una solución habitacional, sino también por la falta de oportunidades laborales y educacionales.
El delegado presidencial Felipe Kast, quien asumió su cargo en el ministerio de Vivienda y Urbanismo hace diez días, cree que no pueden continuar con las equivocaciones y para eso los dirigentes deben estar integrados en todo el proceso. Además, el ex ministro indicó que “la participación tiene una funcionalidad, no es simplemente una palabra bonita, sino porque en el fondo tenemos que hacer mejor las cosas, y eso significa hacerlo juntos. Podemos ir más lentos, pero la solución final será más oportuna y mucho mejor”.
Una ardua tarea tendrá Felipe Kast, quien deberá cumplir con la promesa realizada por el Presidente Piñera de duplicar los indicadores de avance de los últimos cinco años, es decir, tendrá que sacar de los campamentos a 6 mil familias por año, una promesa que considera viable y responsable con los dirigentes y las familias.
En la reunión, los dirigentes le presentaron al delegado una propuesta que integra distintas necesidades transversales de las zonas norte, centro y sur de Chile, como una habilitación social de calidad, el incentivo al ahorro, planificar eficientemente el cierre de campamentos, incentivar la superación de la pobreza, modificar la ficha de protección social y en definitiva generar una nueva política de vivienda donde ellos también tengan cabida.
Cecilia Castro, vocera de la corporación que se dedica a formar líderes y que busca incidir en las políticas públicas, tiene claro que el nuevo proceso debe ser inclusivo, donde las familias sean la prioridad, quien apuntó además que “es un problema más profundo que no tener casa. Hoy si una familia no tiene un buen trabajo, no tiene como pagar servicios básicos. Si no tiene a sus hijos en buen colegio, no tiene calidad de vida en el futuro. Si no tiene salud tampoco tiene futuro, entonces hoy es necesario habilitar las familias”.
Los dirigentes saben que será un largo proceso en el que tendrán que estar alerta, pero al menos cuentan con una red importante de contacto que les permite tener información de lo que sucede en todas las regiones.
Grave es la situación en la Región de Valparaíso, donde existen alrededor de 200 campamentos que suman 11 mil personas, muchos en Valparaíso y principalmente en Viña del Mar, donde después de muchos años la alcaldesa reconoció que en la ciudad jardín existen campamentos y hay que buscar una solución.
Las miradas estarán puestas sobre el nuevo delegado presidencial Felipe Kast, que no sólo deberá enfocar su trabajo en agilizar la reconstrucción, sino que también deberá prestar atención a los 33 mil olvidados por el Estado chileno.
