Con un masivo cacerolazo concluyó la noche de ayer el segundo paro del año en la ciudad de Calama, ocasión en la cual no funcionaron oficinas públicas, colegios ni el comercio, en reclamo de mayores recursos para la zona.

La jornada, que fue anunciada con semanas de anticipación, comenzó la madrugada de este lunes con la instalación de barricadas y bloqueos de las principales rutas comerciales de la ciudad. En medio de estas acciones fueron detenidas una docena personas, entre ellas el propio alcalde de Calama, Esteban Velásquez Núñez, quien denunció uso excesivo de la fuerza por parte de Carabineros.

El jefe comunal fue liberado alrededor del mediodía, momento en que ya decenas de personas se manifestaban pacíficamente en las calles, mientras algunas continuaban con los cortes de caminos y terminaban enfrentándose a fuerzas policiales.

El objetivo de la iniciativa era llamar la atención de las autoridades del Gobierno Central y del Congreso para que se legisle con el fin de que las zonas productoras de cobre sean compensadas por la riqueza que se extrae de su suelo.

Las distintas fuerzas vivas de la comuna, agrupadas en la Asamblea Ciudadana de Calama, aseguraron que las protestas seguirán hasta que el gobierno de una respuesta satisfactoria a sus exigencias.