Entre enero y junio de este año se registraron cerca de cuatrocientos reclamos por publicidad engañosa de los locales comerciales y retail, lo que representa el 1,4 por ciento del total de este mercado.
En este contexto, el Sernac lanzó oficialmente el Observatorio de Publicidad, con el cual pretende fiscalizar permanentemente el comportamiento de las empresas y las posibles prácticas engañosas en que incurren al ofertar productos a los consumidores.
Desde enero a la fecha, el Observatorio de Publicidad ha cursado cincuenta denuncias a tribunales por incumplimiento de la Ley del Consumidor producto del monitoreo a distintas empresas.
Además, en el lanzamiento entregaron los antecedentes de la última solicitud de investigación que involucra a los medios de comunicación Falabella 3D y Antena 3D, quienes son indicados de publicitar los llamados “productos milagro” sin que estos comprueben los atributos y beneficios que dicen tener.
Los “productos milagro” son aquellos que ofrecen soluciones no comprobables, por ejemplo para bajar de peso o combatir la calvicie. Para el Sernac, es una cadena de responsabilidades que involucra al fabricante, al distribuidor y a la empresa publicitaria, sobre los cuales podrían cursar multas de hasta 750 UTM, es decir, unos 28 millones de pesos, si se acredita la publicidad engañosa.
“Todas las empresas no pueden llegar y prometer sin tener pruebas concretas que lo ofrecido es real. Las palabras y las promesas de las empresas se deben cumplir. Los consumidores que observan la publicidad en televisión confían en los antecedentes y en las propiedades que las empresas manifiestan respecto de sus productos”, informó el director nacional del Sernac, Juan Antonio Peribonio.
Peribonio señaló que la Ley del Consumidor plantea explícitamente que “la publicidad debe ser verdadera, debe estar sujeta a la comprobabilidad y nunca puede inducir a error o a engaño”, por lo que bajo esas premisas fiscalizarán el derecho ciudadano a un justo trato por parte de la empresa privada.
“El consumidor tiene el derecho y tiene la ley a su favor y vamos a hacer exigible la ley a todas aquellas empresas que se dedican a la publicidad engañosa, porque es insostenible, que las empresas crezcan en contra de los consumidores y a favor del engaño. Eso no lo vamos a permitir”, indicó el director.
El Sernac ha tomado medidas que tiendan a proteger al cliente bajo los estándares europeos, por eso firmaron un convenio de colaboración con el Instituto Nacional del Consumo de España, que cumple similar rol, y que según su directora Etelvina Andreu, tiene un compromiso principalmente con los sectores más vulnerables.
“En esa situación de necesidad el consumidor se hace más vulnerable y justo en ese momento son los anunciantes desaprensivos los que hacen mella de esa vulnerabilidad e intentan vender cosas por encima de sus vulnerabilidades. Los productos que están en el mercado chileno y en el mercado español son suficientemente buenos como para que encima intenten añadirles propiedades que realmente no tienen. Y tenemos que intentar cortar como autoridades de consumo esa exageración que daña los límites de lo normal y valor mañoso”, señaló Etelvina Andreu.
Este convenio permitirá que, en caso de haber productos o servicios de España o Chile involucrados, los organismos actúen conjuntamente a favor de los consumidores de ambos países, sobre todo en aquellos casos que comprometan a transnacionales.
Entre enero y junio de este año se registraron cerca de cuatrocientos reclamos por publicidad engañosa de los locales comerciales y retail, lo que representa el 1,4 por ciento del total de este mercado.
En este contexto, el Sernac lanzó oficialmente el Observatorio de Publicidad, con el cual pretende fiscalizar permanentemente el comportamiento de las empresas y las posibles prácticas engañosas en que incurren al ofertar productos a los consumidores.
Desde enero a la fecha, el Observatorio de Publicidad ha cursado cincuenta denuncias a tribunales por incumplimiento de la Ley del Consumidor producto del monitoreo a distintas empresas.
Además, en el lanzamiento entregaron los antecedentes de la última solicitud de investigación que involucra a los medios de comunicación Falabella 3D y Antena 3D, quienes son indicados de publicitar los llamados “productos milagro” sin que estos comprueben los atributos y beneficios que dicen tener.
Los “productos milagro” son aquellos que ofrecen soluciones no comprobables, por ejemplo para bajar de peso o combatir la calvicie. Para el Sernac, es una cadena de responsabilidades que involucra al fabricante, al distribuidor y a la empresa publicitaria, sobre los cuales podrían cursar multas de hasta 750 UTM, es decir, unos 28 millones de pesos, si se acredita la publicidad engañosa.
“Todas las empresas no pueden llegar y prometer sin tener pruebas concretas que lo ofrecido es real. Las palabras y las promesas de las empresas se deben cumplir. Los consumidores que observan la publicidad en televisión confían en los antecedentes y en las propiedades que las empresas manifiestan respecto de sus productos”, informó el director nacional del Sernac, Juan Antonio Peribonio.
Peribonio señaló que la Ley del Consumidor plantea explícitamente que “la publicidad debe ser verdadera, debe estar sujeta a la comprobabilidad y nunca puede inducir a error o a engaño”, por lo que bajo esas premisas fiscalizarán el derecho ciudadano a un justo trato por parte de la empresa privada.
“El consumidor tiene el derecho y tiene la ley a su favor y vamos a hacer exigible la ley a todas aquellas empresas que se dedican a la publicidad engañosa, porque es insostenible, que las empresas crezcan en contra de los consumidores y a favor del engaño. Eso no lo vamos a permitir”, indicó el director.
El Sernac ha tomado medidas que tiendan a proteger al cliente bajo los estándares europeos, por eso firmaron un convenio de colaboración con el Instituto Nacional del Consumo de España, que cumple similar rol, y que según su directora Etelvina Andreu, tiene un compromiso principalmente con los sectores más vulnerables.
“En esa situación de necesidad el consumidor se hace más vulnerable y justo en ese momento son los anunciantes desaprensivos los que hacen mella de esa vulnerabilidad e intentan vender cosas por encima de sus vulnerabilidades. Los productos que están en el mercado chileno y en el mercado español son suficientemente buenos como para que encima intenten añadirles propiedades que realmente no tienen. Y tenemos que intentar cortar como autoridades de consumo esa exageración que daña los límites de lo normal y valor mañoso”, señaló Etelvina Andreu.
Este convenio permitirá que, en caso de haber productos o servicios de España o Chile involucrados, los organismos actúen conjuntamente a favor de los consumidores de ambos países, sobre todo en aquellos casos que comprometan a transnacionales.
Entre enero y junio de este año se registraron cerca de cuatrocientos reclamos por publicidad engañosa de los locales comerciales y retail, lo que representa el 1,4 por ciento del total de este mercado.
En este contexto, el Sernac lanzó oficialmente el Observatorio de Publicidad, con el cual pretende fiscalizar permanentemente el comportamiento de las empresas y las posibles prácticas engañosas en que incurren al ofertar productos a los consumidores.
Desde enero a la fecha, el Observatorio de Publicidad ha cursado cincuenta denuncias a tribunales por incumplimiento de la Ley del Consumidor producto del monitoreo a distintas empresas.
Además, en el lanzamiento entregaron los antecedentes de la última solicitud de investigación que involucra a los medios de comunicación Falabella 3D y Antena 3D, quienes son indicados de publicitar los llamados “productos milagro” sin que estos comprueben los atributos y beneficios que dicen tener.
Los “productos milagro” son aquellos que ofrecen soluciones no comprobables, por ejemplo para bajar de peso o combatir la calvicie. Para el Sernac, es una cadena de responsabilidades que involucra al fabricante, al distribuidor y a la empresa publicitaria, sobre los cuales podrían cursar multas de hasta 750 UTM, es decir, unos 28 millones de pesos, si se acredita la publicidad engañosa.
“Todas las empresas no pueden llegar y prometer sin tener pruebas concretas que lo ofrecido es real. Las palabras y las promesas de las empresas se deben cumplir. Los consumidores que observan la publicidad en televisión confían en los antecedentes y en las propiedades que las empresas manifiestan respecto de sus productos”, informó el director nacional del Sernac, Juan Antonio Peribonio.
Peribonio señaló que la Ley del Consumidor plantea explícitamente que “la publicidad debe ser verdadera, debe estar sujeta a la comprobabilidad y nunca puede inducir a error o a engaño”, por lo que bajo esas premisas fiscalizarán el derecho ciudadano a un justo trato por parte de la empresa privada.
“El consumidor tiene el derecho y tiene la ley a su favor y vamos a hacer exigible la ley a todas aquellas empresas que se dedican a la publicidad engañosa, porque es insostenible, que las empresas crezcan en contra de los consumidores y a favor del engaño. Eso no lo vamos a permitir”, indicó el director.
El Sernac ha tomado medidas que tiendan a proteger al cliente bajo los estándares europeos, por eso firmaron un convenio de colaboración con el Instituto Nacional del Consumo de España, que cumple similar rol, y que según su directora Etelvina Andreu, tiene un compromiso principalmente con los sectores más vulnerables.
“En esa situación de necesidad el consumidor se hace más vulnerable y justo en ese momento son los anunciantes desaprensivos los que hacen mella de esa vulnerabilidad e intentan vender cosas por encima de sus vulnerabilidades. Los productos que están en el mercado chileno y en el mercado español son suficientemente buenos como para que encima intenten añadirles propiedades que realmente no tienen. Y tenemos que intentar cortar como autoridades de consumo esa exageración que daña los límites de lo normal y valor mañoso”, señaló Etelvina Andreu.
Este convenio permitirá que, en caso de haber productos o servicios de España o Chile involucrados, los organismos actúen conjuntamente a favor de los consumidores de ambos países, sobre todo en aquellos casos que comprometan a transnacionales.
