La situación en el Congreso Nacional no es muy distinta a lo que ocurre al interior de los partidos políticos. Recién en las últimas elecciones parlamentarias se permitió hablar de una presencia significativa de candidatos menores a 40 años, una situación que hace ver las diferencias de edad entre clase política y actores sociales que piden reformas al Estado.
El académico del Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile, Miguel Ángel López, recalca sobre distintos factores del sistema binominal que estancan el llamado “recambio generacional”. Uno de ellos refiere a la facilidad de los parlamentarios por ser reelegidos y eternizarse en los escaños del Congreso.
“La posibilidad que tienen los diputados y senadores de reelegirse, y como generalmente el diputado o senador que va a la reelección gana, se produce la tendencia a eternizar los cargos, esto impide la incorporación de nueva gente dentro de las cúpulas políticas. Generalmente esto se acelera mediante un quiebre muy fuerte, quiebre de las coaliciones, nacimiento de nuevos partidos, surgimiento de nuevos líderes, una gran crisis, todo eso provoca grandes cambios en el sistema partidario en sí”, indicó.
El académico sostiene en las crisis una posibilidad de generar apertura a nuevos actores políticos, aun cuando las coaliciones que co-gobiernan en nuestro país se cierran a las opciones que incluyan un paso al costado o la incorporación de ideas nuevas al discurso.
Ante esta situación, el diputado DC Fuad Chahín, uno de los pocos políticos sub 40 presente en cúpulas partidistas, presentó un proyecto de Reforma Constitucional que limita la reelección de senadores o diputados, aun cuando iniciativas similares han sido desechadas anteriormente por los propios parlamentarios.
El parlamentario indicó que “es fundamental que incentivemos la renovación de liderazgos, le hace bien a la democracia y a la política. Cuando uno demuestra demasiado amor a los cargos, es porque se olvida del objetivo de los mismos y de ir potenciando distintas alternativas. La gente está cansada de los apernados, la labor que tenemos que hacer quienes estamos en cargos de representación popular, es ir demostrando no sólo en el discurso, sino en la práctica y hechos concretos nuestro compromiso con la renovación de la política”.
Chahín recalcó que la carrera política no debe extenderse en el Congreso, una situación en la que los servidores públicos han adquirido cuotas de influencia y poder, por lo que se hace necesario regular a favor de mayor alternancia de personas y partidos políticos.
“Nadie puede creerse dueño de los distritos y las circunscripciones, la gente no quiere personas que se eternicen en los cargos. De alguna manera, tenemos que asumir ese clamor, tenemos que hacerlo en consecuencia, con gestos que lo afectan primero a uno. Muchas veces uno es bueno para regular a los otros, pero hay que ponerse límites uno mismo y predicar con el ejemplo”, sostuvo.
Actualmente, son sólo 11 los diputados menores a 40 años, sin ejemplos en el Senado, una situación que se suma al envejecimiento del padrón electoral, donde los jóvenes también son una voz ausente, a pesar de la amplia conciencia ciudadana que se ve en las calles.
La situación en el Congreso Nacional no es muy distinta a lo que ocurre al interior de los partidos políticos. Recién en las últimas elecciones parlamentarias se permitió hablar de una presencia significativa de candidatos menores a 40 años, una situación que hace ver las diferencias de edad entre clase política y actores sociales que piden reformas al Estado.
El académico del Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile, Miguel Ángel López, recalca sobre distintos factores del sistema binominal que estancan el llamado “recambio generacional”. Uno de ellos refiere a la facilidad de los parlamentarios por ser reelegidos y eternizarse en los escaños del Congreso.
“La posibilidad que tienen los diputados y senadores de reelegirse, y como generalmente el diputado o senador que va a la reelección gana, se produce la tendencia a eternizar los cargos, esto impide la incorporación de nueva gente dentro de las cúpulas políticas. Generalmente esto se acelera mediante un quiebre muy fuerte, quiebre de las coaliciones, nacimiento de nuevos partidos, surgimiento de nuevos líderes, una gran crisis, todo eso provoca grandes cambios en el sistema partidario en sí”, indicó.
El académico sostiene en las crisis una posibilidad de generar apertura a nuevos actores políticos, aun cuando las coaliciones que co-gobiernan en nuestro país se cierran a las opciones que incluyan un paso al costado o la incorporación de ideas nuevas al discurso.
Ante esta situación, el diputado DC Fuad Chahín, uno de los pocos políticos sub 40 presente en cúpulas partidistas, presentó un proyecto de Reforma Constitucional que limita la reelección de senadores o diputados, aun cuando iniciativas similares han sido desechadas anteriormente por los propios parlamentarios.
El parlamentario indicó que “es fundamental que incentivemos la renovación de liderazgos, le hace bien a la democracia y a la política. Cuando uno demuestra demasiado amor a los cargos, es porque se olvida del objetivo de los mismos y de ir potenciando distintas alternativas. La gente está cansada de los apernados, la labor que tenemos que hacer quienes estamos en cargos de representación popular, es ir demostrando no sólo en el discurso, sino en la práctica y hechos concretos nuestro compromiso con la renovación de la política”.
Chahín recalcó que la carrera política no debe extenderse en el Congreso, una situación en la que los servidores públicos han adquirido cuotas de influencia y poder, por lo que se hace necesario regular a favor de mayor alternancia de personas y partidos políticos.
“Nadie puede creerse dueño de los distritos y las circunscripciones, la gente no quiere personas que se eternicen en los cargos. De alguna manera, tenemos que asumir ese clamor, tenemos que hacerlo en consecuencia, con gestos que lo afectan primero a uno. Muchas veces uno es bueno para regular a los otros, pero hay que ponerse límites uno mismo y predicar con el ejemplo”, sostuvo.
Actualmente, son sólo 11 los diputados menores a 40 años, sin ejemplos en el Senado, una situación que se suma al envejecimiento del padrón electoral, donde los jóvenes también son una voz ausente, a pesar de la amplia conciencia ciudadana que se ve en las calles.
La situación en el Congreso Nacional no es muy distinta a lo que ocurre al interior de los partidos políticos. Recién en las últimas elecciones parlamentarias se permitió hablar de una presencia significativa de candidatos menores a 40 años, una situación que hace ver las diferencias de edad entre clase política y actores sociales que piden reformas al Estado.
El académico del Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile, Miguel Ángel López, recalca sobre distintos factores del sistema binominal que estancan el llamado “recambio generacional”. Uno de ellos refiere a la facilidad de los parlamentarios por ser reelegidos y eternizarse en los escaños del Congreso.
“La posibilidad que tienen los diputados y senadores de reelegirse, y como generalmente el diputado o senador que va a la reelección gana, se produce la tendencia a eternizar los cargos, esto impide la incorporación de nueva gente dentro de las cúpulas políticas. Generalmente esto se acelera mediante un quiebre muy fuerte, quiebre de las coaliciones, nacimiento de nuevos partidos, surgimiento de nuevos líderes, una gran crisis, todo eso provoca grandes cambios en el sistema partidario en sí”, indicó.
El académico sostiene en las crisis una posibilidad de generar apertura a nuevos actores políticos, aun cuando las coaliciones que co-gobiernan en nuestro país se cierran a las opciones que incluyan un paso al costado o la incorporación de ideas nuevas al discurso.
Ante esta situación, el diputado DC Fuad Chahín, uno de los pocos políticos sub 40 presente en cúpulas partidistas, presentó un proyecto de Reforma Constitucional que limita la reelección de senadores o diputados, aun cuando iniciativas similares han sido desechadas anteriormente por los propios parlamentarios.
El parlamentario indicó que “es fundamental que incentivemos la renovación de liderazgos, le hace bien a la democracia y a la política. Cuando uno demuestra demasiado amor a los cargos, es porque se olvida del objetivo de los mismos y de ir potenciando distintas alternativas. La gente está cansada de los apernados, la labor que tenemos que hacer quienes estamos en cargos de representación popular, es ir demostrando no sólo en el discurso, sino en la práctica y hechos concretos nuestro compromiso con la renovación de la política”.
Chahín recalcó que la carrera política no debe extenderse en el Congreso, una situación en la que los servidores públicos han adquirido cuotas de influencia y poder, por lo que se hace necesario regular a favor de mayor alternancia de personas y partidos políticos.
“Nadie puede creerse dueño de los distritos y las circunscripciones, la gente no quiere personas que se eternicen en los cargos. De alguna manera, tenemos que asumir ese clamor, tenemos que hacerlo en consecuencia, con gestos que lo afectan primero a uno. Muchas veces uno es bueno para regular a los otros, pero hay que ponerse límites uno mismo y predicar con el ejemplo”, sostuvo.
Actualmente, son sólo 11 los diputados menores a 40 años, sin ejemplos en el Senado, una situación que se suma al envejecimiento del padrón electoral, donde los jóvenes también son una voz ausente, a pesar de la amplia conciencia ciudadana que se ve en las calles.
