Derrotado en las elecciones del domingo, el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero (Partido Socialista Obrero Español) sentenció que “teníamos todo el viento en contra”.

Aseveración que no corre sólo para él.

Y es que la crisis financiera profunda que cruza a Europa, ya le costó la vida por lo menos a cinco gobiernos del viejo continente. Todos con viento en contra.

Los serios problemas económicos, con efectos sociales y laborales, no hicieron distinción entre administraciones socialistas, conservadoras, socialdemócratas o derechistas.

El domingo cayó el gobierno de los socialistas españoles y entró el derechista Partido Popular con Mariano Rajoy al frente, en una contundente victoria que incluyó un triunfo en el legislativo; en el Reino Unido, los conservadores reemplazaron a los laboristas; en Holanda la colectividad democristiana tuvo que darle el paso a la derecha liberal; En Irlanda, el laborista Michael D.Higgins dejó atrás al empresario conservador Sean Gallagher; al igual que en España, el Partido Socialista de Portugal perdió la cabecera del gobierno y dio paso al conservador Partido Social Demócrata; al revés, en Dinamarca el conservador Partido Popular cayó ante un triunfo electoral del Partido Socialdemócrata.

Hay que decir que en medio de todo, lograron posicionarse fuerzas alternativas, como el Sinn Fein en Irlanda y la Izquierda Unida en España.

Los últimos casos de derrotas políticas en Europa fueron tan dramáticos como elocuentes del efecto de la crisis financiera: Grecia e Italia.

Pese a todos los intentos que hizo por superar la crisis, incluso recurriendo a un referéndum, terminó dimitiendo el primer ministro de Grecia, Yorgos Papandreu. Ahora en el cargo está Lucas Papademus intentando, antes que nada, reafirmar el apoyo del Fondo Monetario Internacional y los socios de la Unión Europea.

También quiso tener un voto de confianza el derechista Silvio Berlusconi en Italia, pero ya las cosas habían llegado a tal punto que se recurrió a un nuevo gobierno, liderado por Mario Monti, y donde entraron los tecnócratas para intentar encarrilar la economía italiana.

Está por verse qué pasará con el representante de la derecha en Francia, el presidente Nicolás Sarkozy, quien tiene enfrente a un poderoso candidato del Partido Socialista Francés.

El remezón político que cruza Europa tiene que ver con el remezón financiero. Se llegó a poner en tela de juicio que incluso el euro, los acuerdos económicos del continente, los planes de ajuste y el funcionamiento del sector privado y la banca.

Las medidas de ajuste y austeridad, orientadas por la Unión Europea de la mano del Fondo Monetario Internacional, provocaron aumento del desempleo, baja en los salarios, restricciones en el gasto público y recursos destinados al rescate de sectores bancarios.

Todo ello con duro efecto social y sindical, lo que provocó el malestar de la población y en algunos países como Grecia y España, grandes protestas de trabajadores y estudiantes, donde no faltó la represión.

Es así que en naciones como Dinamarca, Holanda, Irlanda, España, Italia, Grecia y Portugal cambiaron de bastón de mando, con gobiernos que cayeron ante el descontento de la población, opuesta a las medidas tendientes a, al menos en teoría, paliar los serios problemas económicos.

El último caso fue el de los socialistas en España…habrá que ver qué pasa con la derecha en Francia y con la Unión Demócrata Cristiana en Alemania. Y queda por ver cómo y cuándo se superará la crisis económica en el viejo continente, sobre todo con sus efectos sociales y laborales.-