Postulan fundamentos biológicos de comportamientos depresivos

Un exceso de mastocitos en la glándula pineal muestra que esta puede pasar por procesos inflamatorios, dañada por el estilo de vida moderno, la ingesta de agropesticidas y contaminantes medioambientales, con consecuencias en la salud física y mental.

Un exceso de mastocitos en la glándula pineal muestra que esta puede pasar por procesos inflamatorios, dañada por el estilo de vida moderno, la ingesta de agropesticidas y contaminantes medioambientales, con consecuencias en la salud física y mental.

La luminosidad y brillantez de la vida urbana actual podría estar jugando en contra de la salud mental. Así lo plantea la reciente investigación del profesor Héctor Rodríguez, académico del Programa de Anatomía y Biología del Desarrollo del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, quien describió una mayor presencia de mastocitos en glándulas pineales de individuos que cometieron suicidio por ahorcamiento.

Estos resultados fueron expuestos por el docente en el II Congreso Internacional de Patología Dual, Conductas Adictivas y otros Trastornos Mentales, realizado durante octubre de 2011 en Barcelona, España. Según explica, la exposición diaria y crónica al exceso de luz natural y artificial, propio de la agitada vida moderna, afectaría el normal funcionamiento de la glándula pineal o epifisis, glándula sensible a la luz y relacionada con la regulación de los ciclos de vigilia y sueño, que forma parte del techo del diencéfalo y está encargada de la secreción de la hormona melatonina, la cual produce a partir de la serotonina. “Pero, además, por no tener barrera hematoencefálica, es sensible a la contaminación por agropesticidas de uso corriente, como la cipermetrina, que se encuentra de forma natural la flor del crisantemo, y artificialmente en diferentes insecticidas de uso domiciliario, en verduras frescas y procesadas, así como en carnes”, añade.

A consecuencia del mal hábito de alargar la jornada diaria con luz artificial y por la exposición a pesticidas, en forma crónica, se alteraría la función de la glándula pineal, por lo que entraría en procesos inflamatorios patológicos que no siempre tienen manifestación clínica directa, pero cuando la tienen “se expresan en problemas de regulación del proceso sueño-vigilia, depresiones de distinto tipo, desánimo y alteración de el control de todo lo cíclico”, añade el académico.

Como respuesta a esta inflamación subclínica, “que no tiene las mismas características que la de cualquier otro tejido”, añade el profesor Rodríguez, el organismo responde mediante la llegada al lugar de los mastocitos, los cuales se originan en las células madre de la médula ósea, se encuentran en la mayoría de los tejidos del cuerpo en muy baja concentración, sintetizan y almacenan histamina, entre otras sustancias, y actúan en la mediación de procesos inflamatorios y alérgicos, desempeñando un papel importante en la protección del organismo, ya que están implicados en la curación de las heridas y en la defensa contra los patógenos. “Estos mastocitos se caracterizan por tener un citoplasma lleno de gránulos, los cuales están compuestos por una gran cantidad de moléculas, entre otras la serotonina”, informa.

Hallazgo en suicidas

En el estudio “Morfología de la glándula pineal en pacientes fallecidos por ahorcamiento: distribución de mastocitos”, presentado en España, el profesor Rodríguez dio a conocer el trabajo realizado –junto a un equipo de investigadores de las universidades de Chile, Tarapacá y Playa Ancha, así como del Servicio Médico Legal de Santiago y de Iquique-, sobre biopsias obtenidas de glándulas pineales de pacientes fallecidos por dos causas: suicidio por ahorcamiento y accidentes carreteros.

Luego de su fijación en formol y tinción con azul de Toluidina envejecida para poder visualizar los gránulos de los mastocitos, determinaron que las glándulas pineales de quienes cometieron suicidio presentaron una cantidad considerablemente mayor de mastocitos que el grupo control compuesto por las víctimas de accidentes automovilísticos, por lo que concluyen que esta “mastocitosis pineal, con la consecuente liberación del contenido granular en proteasas, quinasas, citoquinas, histamina, serotoninas y melatonina, entre otras, pudiera estar asociada al desarrollo de trastornos y patologías mentales que culminan en la autoeliminación; quizás, porque puede que esta desregulación afecte la zona del cerebro en donde se controlan los impulsos y se maneja el riesgo”, finaliza el profesor Rodríguez.





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