Hasta el momento han sido detectados ocho casos de cáncer y en dos de ellos las mujeres han fallecido. Sin embargo, los expertos médicos han descartado por el momento que dichos implantes – rellenos de un gel a base de silicona industrial y no médica como debia ser – causen cáncer, aunque sí se se estableció un riesgo de ruptura y que el poder irritante del gel puede provocar reacciones inflamatorias: “hay un riesgo de ruptura, además del efecto irritante del gel que puede producir inflamaciones, por lo que a título de prevención pero sin carácter urgente, hemos decidido proponer de manera sistemática a todas las mujeres implicadas el retiro de las prótesis”, explicó la Secretaria de Estado Nora Berra.
La seguridad social francesa asumiría todos los gastos que implique la extirpación y la instalación de un nuevo implante en el caso de cirugías reconstructivas tras un cáncer de seno. Pero cuando se trate de una cirugía estética, el costo de las nuevas prótesis correrá a cargo de las pacientes, o de los pacientes, pues al parecer también hay casos de hombres que se colocaron estos implantes de la marca PIP.
Las siliconas de la marca PIP fueron comercializados ampliamente en Sudamérica, especialmente en Venezuela, Brasil, Colombia y Argentina, antes de ser prohibidos en el 2010. Por lo tanto, se estima que más de cincuenta mil mujeres en esta región y 300 mil en el mundo podrían estar atentas a estas recomendaciones del Gobiernos francés.