Entre las razones que explican el alza de los precios del crudo a finales de este 2011 figuran el impacto de las revoluciones árabes, que en países como Libia desestabilizaron la producción del crudo, así como el aumento del consumo en las economías emergentes (India, Brasil, Sudáfrica o China).
Las tensiones entre Estados Unidos e Irán en torno al estrecho de Ormuz contribuirán sin duda a mantener esta tendencia. El general de los Guardianes de la Revolución, Hosein Salami, rechazó este jueves las advertencias de Estados Unidos en caso de que Teherán cierre el estrecho de Ormuz. El portavoz del Pentágono, George Little, había advertido la víspera a Irán contra un intento de interferir en la navegación en esa zona.
La amenaza de Estados Unidos y sus aliados occidentales de endurecer las sanciones contra la República Islámica por negarse a abandonar su programa nuclear volvió a disparar la tensión en el estrecho de Ormuz, la estratégica vía marítima de escasos 173 kilómetros de longitud.
Esa vía une el Golfo Pérsico, el Golfo de Omán y el Océano Indico. A diario circulan por ahí 13 buques transportando 15 millones de barriles de petróleo, es decir, cerca de un tercio de los embarques de oro negro de todo el mundo.
Refugio de piratas durante doce siglos, el estrecho de Ormuz constituye la principal salida marítima no sólo para los buques tanque de Irán – cuarto exportador mundial de petróleo y segundo productor de la OPEP por detrás de Arabia Saudita –, sino también para las embarcaciones de los otros productores de petróleo.
La Administración de Información de Energía de Estados Unidos afirma que el 75% de las importaciones de petróleo de Japón, la mitad de las de China y alrededor del 19% de las de Estados Unidos circulan por ese estrecho, cuyo extremo norte forma parte de las aguas territoriales de Irán. Cuatro clientes absorben casi 80% de las exportaciones de petróleo de la República Islámica: China, la Unión Europea, India y Japón.
La V Flota norteamericana vigila día y noche esa estratégica zona, una realidad que no pudo ignorar el jefe de la armada iraní quien dijo ayer que “cerrar Ormuz es algo muy fácil para las fuerzas navales de Irán”.