“No hay ningún allanamiento humano”

En conversación con el programa Semáforo de Radio Universidad de Chile, el observador de derechos humanos cuestionó la decisión de la Corte Suprema de autorizar allanamientos en comunidades como Wente Winkul Mapu, donde la semana pasada murió un Carabinero alcanzado por una bala.

En conversación con el programa Semáforo de Radio Universidad de Chile, el observador de derechos humanos cuestionó la decisión de la Corte Suprema de autorizar allanamientos en comunidades como Wente Winkul Mapu, donde la semana pasada murió un Carabinero alcanzado por una bala.

Luego de la conmoción que provocó la muerte del sargento Hugo Albornoz durante un allanamiento a la comunidad mapuche Wente Winkul Mapu, el representante de la Comisión Ética contra la Tortura y observador internacional de Derechos Humanos en la Araucanía, José Venturelli, hizo un llamado a precisar las circunstancias del deceso en el contexto de la fuerte presencia policial que se mantiene en la zona.

Venturelli, quien realizó cuatro visitas entre octubre y fines de marzo, comentó en el programa Semáforo de Radio Universidad de Chile que tanto en la comunidad Wente Winkul Mapu como en otras se ha podido constatar verdaderos “asaltos” perpetrados  por Carabineros, pasando a llevar la resolución de la Corte de Apelaciones de Temuco que había prohibido estos procedimientos en el sector. Por lo mismo, cuestionó la decisión de la Corte Suprema de retirar dicha disposición.

“El tribunal de alzada había indicado con claridad que los asaltos con lanzamientos de bombas y disparos con balines metálicos a las comunidades estaba prohibido. Sin embargo, ahora la Corte Suprema nuevamente ha desvirtuado y desconocido que eso es un avance hacia una solución de los problemas que hay en la zona en lo que es una permanente violación a los derechos de los pueblos indígenas”, afirmó.

Venturelli criticó además la posición adoptada por el general zonal de Carabineros, Iván Bezmalinovic, quien llamó a los observadores a presenciar los allanamientos.

“En una forma simplemente grotesca, arrogante e insultante invitaba a la gente de derechos humanos a que lo acompañaran en esos procedimientos, como si se pudieran hacer a su gusto, cuando él quisiera. De partida, no hay ningún allanamiento humano, en especial cuando se ha sabido y se ha visto todo lo que realmente sucede”, dijo.

En ese escenario, la presidenta de la Asociación Mundial de Radios Comunitarias (Amarc), María Pía Matta, lamentó que se materializaran cierres y amedrentamientos a las emisoras mapuches, que tienen un rol esencial  en la difusión de la postura de los pueblos originarios – que comúnmente no es considerada en los medios de comunicación tradicionales – además de rescatar la tradición cultural indígena.

“Las radios transmiten en condiciones extremadamente precarias y no pueden sostenerse a sí mismas. Tienen falta de computadores y son radios que cumplen funciones culturales y sociales fundamentales”, denunció la dirigente.

María Pía Matta recordó que si bien la ley sobre radios comunitarias que se está impulsando no es suficiente para regular este ámbito, en el caso del pueblo mapuche la institucionalidad queda aún más débil, ya que el Estado de Chile no ha respetado los tratados internacionales que ha suscrito – como el Convenio 169 de la OIT – que lo obliga a realizar consultas en el caso de normativas que afecten a los pueblos originarios.





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