Orgasmos sin sexo

Hay quienes ni siquiera necesitan ser tocados para alcanzar un orgasmo, lo hacen durante el sueño. Y para otros, un ataque epiléptico puede ser una experiencia orgásmica. Hoy en día, la ciencia puede explicar parte de éstas y otras inusuales maneras de alcanzar el orgasmo sin estimulación de los genitales.

Hay quienes ni siquiera necesitan ser tocados para alcanzar un orgasmo, lo hacen durante el sueño. Y para otros, un ataque epiléptico puede ser una experiencia orgásmica. Hoy en día, la ciencia puede explicar parte de éstas y otras inusuales maneras de alcanzar el orgasmo sin estimulación de los genitales.

Partes del cuerpo “orgásmicas”

Una buena sesión de besos y caricias puede resultar orgásmica –la estimulación de los labios, la lengua y otras partes de la boca pueden en algunas personas llevar a un orgasmo.
Hay mujeres que afirman haber alcanzado el clímax solo besando, y otras han tenido orgasmos al practicarle sexo oral a su pareja. La boca es el principal órgano sensorial, así que no es de sorprenderse que tanto hombres como mujeres tengan orgasmos bucales.

Asimismo, tanto los hombres como las mujeres pueden tener orgasmos anales si se estimula esa zona, debido a la existencia del nervio pélvico, que está conectado al ano y la vagina.

De acuerdo a los científicos, acariciar el ano y el pene del hombre, o la vagina y el clítoris de la mujer, puede derivar en orgasmos más complejos e intensos.

Los pechos y pezones de algunas mujeres pueden ser tan sensibles que acariciarlos o besarlos a veces produce un orgasmo. Los pechos comparten nervios con la vagina y otras partes de los genitales, que terminan en una sección del cerebro relacionada al orgasmo.

Orgasmos inusuales

Pero también hay personas que logran orgasmos “inusuales”. Un tipo de ellos puede ser gracias a la existencia de piel hipersensible, especialmente en el cuello o los hombros.

Luego de una lesión de médula espinal, una parte de la piel puede tornarse extremadamente sensible, incluso orgásmica.

Una mujer capaz de tener orgasmos cutáneos, alcanzó el clímax colocando un vibrador entre el cuello y el hombro. Al tener el orgasmo, sintió un cosquilleo en la vagina. Interesante es que la misma parte de la piel que puede dar tanto placer, también puede ser muy dolorosa si el contacto físico es brusco.

También se sabe que las personas epilépticas pueden experimentar orgasmos momentos antes de sufrir un ataque. De hecho, existen diversos informes sobre la relación entre la epilepsia y el orgasmo, como el caso de una  mujer que tenía orgasmos de hasta un minuto de duración cada vez que sufría un ataque epiléptico. También se ha registrado el caso de un hombre que, tras cada ataque, quedaba tan excitado que sólo podía pensar en sexo.
Tanto en ataques epilépticos como en orgasmos se registra fenómenos similares en el cerebro. En ambos casos se activa un número enorme de neuronas, solo que durante el orgasmo esto ocurre de forma más controlada.
Si el ataque epiléptico se inicia en una zona cerebral relacionada a los genitales, la persona probablemente experimentará el orgasmo como real, o sea, como el orgasmo que tendría durante el coito o el sexo oral. Si por el contrario sufre el ataque en otra parte del cerebro, es probable que no sienta en absoluto el orgasmo en los genitales.

Orgasmo durante el sueño
La idea de “dulces sueños” adquiere un significado completamente nuevo si se trata de orgasmos ocurridos estando dormido, también conocidos como “polución nocturna”. Para los hombres, la polución nocturna suele ser una eyaculación, mientras que en las mujeres se manifiesta como una lubricación vaginal.

De las investigaciones se desprende que las poluciones nocturnas se inician en el cerebro, sin estimulación del pene, la vagina o el clítoris, lo que lo hace uno de los pocos tipos de orgasmo que se producen sin tocar en absoluto los genitales.

 





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