La carretera eléctrica pública que el gobierno pretende apurar en el Parlamento, es ‘mucho más de lo mismo’, un concepto totalmente alineado con el modelo energético neo-liberal vigente en Chile. Gran parte de la sociedad chilena cuestiona hoy enérgicamente este sistema. Hay amplio consenso que el sector necesita una gran y profunda reforma.
Hasta en Colbún lo dicen, pero probablemente lo que la empresa persigue con las reformas que reclama es la antítesis de lo que necesita la comunidad chilena. Esta carretera es parte del paradigma en el que lo grande es hermoso, y rentable, y ‘eficiente’. De hecho, así es, pero solamente desde el punto de vista privado. Es cierto que los mega-proyectos generan economías de escala muy convenientes a las grandes empresas de producción y transmisión eléctrica, pero esto en el contexto de sistemas que permiten que éstas externalicen los impactos negativos en la sociedad en su conjunto, en las comunidades locales, y en los ecosistemas.
La alternativa sustentable es la generación distribuida a lo largo del territorio en base a sistemas que combinan inteligentemente fuentes renovables no-convencionales a muy menor escala, acercando la generación al consumo. Esto sólo se puede lograr con la diversificación de las fuentes y de los actores, con el fin de los oligopolios. En este modelo aggiornado, lo que se necesita son ‘caminos locales de energía’, y no mega-carreteras, ni autopistas eléctricas, sean éstas públicas o privadas.
En el norte, expertos como el norteamericano Jeremy Rifkin, promueven el internet de la energía, esquema futurístico en el cual cada casa, edificio, establecimiento, e industria debe generar parte, o la totalidad de su demanda, con fuentes renovables a su alcance. Escuché recientemente a Rifkin en una Universidad, en Freiburg, Alemania, donde su planteamiento fue aplaudido con entusiasmo por académicos y estudiantes, pese a lo utópico. Claro que Freiburg es una ciudad modelo en este sentido, que lleva la delantera en desarrollo eléctrico sustentable, y que puede hacerlo, porque en Alemania, en varios sectores, se practican las soluciones descentralizadas. Rifkin comentaba justamente que la descentralización es clave para el despliegue de la generación distribuida y el internet de la energía, y que es mucho más difícil que ocurra en países con regímenes autoritarios, agudamente centralizados, y con sectores energéticos oligopólicos, concentrados en muy pocas manos, como en Chile, o 100% estatales como en China. Es penoso constatar con qué exactitud éste análisis calza con nuestro país, y explica por qué estamos rezagados incluso en el uso eficiente de la energía, y atrasados en 40 años en el despliegue de las ERNC, en un territorio excepcionalmente rico en éstas.
Así, esta propuesta de Piñera, de Endesa y Colbún, y AES Gener, además de la frescura, es retrógrada. Pareciera que estas autoridades/empresarios con conflictos de interés, en términos del bien-país, quieren que Chile, ya totalmente atrasado en desarrollo energético, recule aún más. Es bastante paradójico que un gobierno de derecha esté dispuesto, en forma pionera desde la dictadura, a romper el dogma de la conveniencia de la privatización absoluta de las tres fases de la electricidad, y allanar, desde el sector público la servidumbre legal para esta carretera, justo cuando dos mega-proyectos –HidroAysén y Energía Austral… por ahora, podrían venir muchos más– están ‘constipados’ por la transmisión. O mejor dicho, no es paradójico, sino puro pragmatismo funcional al sistema: se trata de ayudar a los socios a salir adelante con sus mega-negocios.
Que se use el pretexto de que esta carretera serviría particularmente para evacuar la producción de futuras ERNC es un chiste. Una de las bondades de las ERNC es que se pueden ubicar local y estratégicamente cerca de la demanda, y así eliminar la necesidad de mega-líneas de transmisión… Varios medios tienen muy clara la movida. Cada vez que mencionan la carretera eléctrica pública, agregan “para conectar el proyecto HidroAysén al SIC.” Pero la sociedad chilena cambió, el Parlamento está cambiando. La ciudadanía ya no comulga fácil con ruedas de carreta.
Ecólogo
Presidente de Ecosistemas
Coordinador Internacional del Consejo de Defensa de la Patagonia