Empezando por el presidente estadounidense Barack Obama que enfrenta un año electoral y China, que acaba de bajar sus tasas para estimular el alicaído crecimiento mundial, los miembros del G20 esperan a sus socios europeos para que rindan cuentas ante la interminable crisis en la zona euro.
En el balneario mexicano de Los Cabos, los europeos deberán explicar las tergiversaciones que han permitido un agravamiento de una crisis que empezó en 2009 en Grecia, antes de propagarse a Irlanda o Portugal, y que amenaza ahora nada menos que a España, la tercera economía en importancia de la zona euro.
Los mandatarios europeos llegan al menos en medio de un suspiro de alivio colectivo luego de que los griegos otorgaran el domingo una victoria al partido derechista Nueva Democracia, que intenta a partir de este lunes forjar un gobierno de “salvación nacional” para permanecer en la zona euro.
Una noticia que por sí sola no bastará para apaciguar a los países emergentes como Brasil, hastiados de ver cómo sus niveles de crecimiento se ven corroídos por la indecisión europea.
En este sentido, todas las miradas se dirigirán hacia la canciller alemana Angela Merkel, quien desde la victoria de François Hollande se ve aislada en su defensa a ultranza de la austeridad presupuestaria para luchar contra la crisis.
Así las cosas, se espera que la cumbre vea un enfrentamiento entre quienes apuestan por el crecimiento, aunque sea a costa de más gasto público, y los que continúan preconizando austeridad y el control de déficits.
A esta cumbre del G20 que concluye el martes fueron invitados Chile y Colombia, además de España, que sigue sufriendo los embates de los mercados pese a los resultados de las elecciones griegas.
Los integrantes del G20 son: Alemania, Argentina, Arabia Saudita, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea del Sur, Estados Unidos, Francia, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Reino Unido, Rusia, Sudáfrica, Turquía y la Unión Europea.
Empezando por el presidente estadounidense Barack Obama que enfrenta un año electoral y China, que acaba de bajar sus tasas para estimular el alicaído crecimiento mundial, los miembros del G20 esperan a sus socios europeos para que rindan cuentas ante la interminable crisis en la zona euro.
En el balneario mexicano de Los Cabos, los europeos deberán explicar las tergiversaciones que han permitido un agravamiento de una crisis que empezó en 2009 en Grecia, antes de propagarse a Irlanda o Portugal, y que amenaza ahora nada menos que a España, la tercera economía en importancia de la zona euro.
Los mandatarios europeos llegan al menos en medio de un suspiro de alivio colectivo luego de que los griegos otorgaran el domingo una victoria al partido derechista Nueva Democracia, que intenta a partir de este lunes forjar un gobierno de “salvación nacional” para permanecer en la zona euro.
Una noticia que por sí sola no bastará para apaciguar a los países emergentes como Brasil, hastiados de ver cómo sus niveles de crecimiento se ven corroídos por la indecisión europea.
En este sentido, todas las miradas se dirigirán hacia la canciller alemana Angela Merkel, quien desde la victoria de François Hollande se ve aislada en su defensa a ultranza de la austeridad presupuestaria para luchar contra la crisis.
Así las cosas, se espera que la cumbre vea un enfrentamiento entre quienes apuestan por el crecimiento, aunque sea a costa de más gasto público, y los que continúan preconizando austeridad y el control de déficits.
A esta cumbre del G20 que concluye el martes fueron invitados Chile y Colombia, además de España, que sigue sufriendo los embates de los mercados pese a los resultados de las elecciones griegas.
Los integrantes del G20 son: Alemania, Argentina, Arabia Saudita, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea del Sur, Estados Unidos, Francia, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Reino Unido, Rusia, Sudáfrica, Turquía y la Unión Europea.
Empezando por el presidente estadounidense Barack Obama que enfrenta un año electoral y China, que acaba de bajar sus tasas para estimular el alicaído crecimiento mundial, los miembros del G20 esperan a sus socios europeos para que rindan cuentas ante la interminable crisis en la zona euro.
En el balneario mexicano de Los Cabos, los europeos deberán explicar las tergiversaciones que han permitido un agravamiento de una crisis que empezó en 2009 en Grecia, antes de propagarse a Irlanda o Portugal, y que amenaza ahora nada menos que a España, la tercera economía en importancia de la zona euro.
Los mandatarios europeos llegan al menos en medio de un suspiro de alivio colectivo luego de que los griegos otorgaran el domingo una victoria al partido derechista Nueva Democracia, que intenta a partir de este lunes forjar un gobierno de “salvación nacional” para permanecer en la zona euro.
Una noticia que por sí sola no bastará para apaciguar a los países emergentes como Brasil, hastiados de ver cómo sus niveles de crecimiento se ven corroídos por la indecisión europea.
En este sentido, todas las miradas se dirigirán hacia la canciller alemana Angela Merkel, quien desde la victoria de François Hollande se ve aislada en su defensa a ultranza de la austeridad presupuestaria para luchar contra la crisis.
Así las cosas, se espera que la cumbre vea un enfrentamiento entre quienes apuestan por el crecimiento, aunque sea a costa de más gasto público, y los que continúan preconizando austeridad y el control de déficits.
A esta cumbre del G20 que concluye el martes fueron invitados Chile y Colombia, además de España, que sigue sufriendo los embates de los mercados pese a los resultados de las elecciones griegas.
Los integrantes del G20 son: Alemania, Argentina, Arabia Saudita, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea del Sur, Estados Unidos, Francia, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Reino Unido, Rusia, Sudáfrica, Turquía y la Unión Europea.
