Durante la rueda de prensa que tuvo lugar en la sede de la Cancillería de Ecuador, Patiño dijo que “luego de efectuar una justa y objetiva evaluación de la situación”, Ecuador decidió otorgar el asilo político a Julian Assange al considerar que existen riesgos para su integridad y su vida debido a las revelaciones que hizo a través del portal Wikileaks.
“El gobierno del Ecuador, fiel a su tradición de proteger a quienes buscan amparo en su territorio o en los locales de sus misiones diplomáticas, ha decidido conceder asilo diplomático al ciudadano Julian Assange a en base a la solicitud presentada al señor presidente de la República. El gobierno del Ecuador (…) asume que existen indicios que permiten presumir que puede haber persecución política si no se toman las medidas oportunas y necesarias”, dijo Patiño ante la prensa.
Según el canciller ecuatoriano, de darse una extradición a Estados Unidos, Assange no tendría un juicio justo porque podría ser juzgado por tribunales especiales o militares y no sería inverosímil que se le aplique un trato cruel y degradante y se le condene a cadena perpetua o a la pena capital, con lo cual no serían respetados sus Derechos Humanos.
El canciller señaló además que tras casi dos meses de “diálogo al más alto nivel” con los gobiernos de Estados Unidos, Reino Unido y Suecia, su país tiene “serios indicios” de la posibilidad de “retaliaciones” contra Assange, “que pueden poner en riesgo su integridad, seguridad e incluso su vida”.
Además, el canciller se refirió a una nota que Londres habría enviado al ministerio de Relaciones Exteriores en Quito en la cual, según Patiño, Reino Unido amenazó explícitamente a Ecuador.
Según esta nota, que Patiño leyó brevemente durante la rueda de prensa, Londres escribe lo siguiente: “Deben estar concientes de que hay una base legal en Reino Unido (…) que nos permitiría tomar acciones para arrestar al señor Assange en las instalaciones actuales de la embajada. Sinceramente esperamos no tener que llegar a este punto pero si ustedes no pueden resolver el asunto de la presencia del señor Assange en sus instalaciones, esta ruta esta abierta para nosotros”.
Suecia pide la extradición de Assange por supuestos delitos de agresión sexual que él niega haber cometido. Sin embargo, el fundador de Wikileaks teme que Suecia no sea más que una etapa antes de un traslado a Estados Unidos para responder por eventuales acusaciones de espionaje por la revelación de cientos de miles de cables diplomáticos y de documentos de Washington sobre las guerras de Irak y Afganistán.
El canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, al rechazar la nota recibida por su ministerio, anunció una “convocatoria a una sesión extraordinaria” de la OEA (Organización de Estados Americanos) “ante una amenaza a un Estado americano”.
Assange fue detenido en Londres en diciembre de 2010 a pedido de Suecia, y enfrentó sus procesos en libertad condicional.
La madre de Assange, Christine, atribuyó la amenaza británica de sacar a la fuerza a su hijo de la embajada a presiones de Estados Unidos y pidió a la ministra de Justicia australiana, Nicola Roxon, que protestara ante esa eventualidad. Pero Roxon señaló que, más allá del “absoluto interés” en la situación, puede hacer poco por Assange, quien ha criticado en varias ocasiones el manejo del caso por Canberra.
“Por supuesto tuvimos un contacto a nivel diplomático y por supuesto le dimos asistencia consular pero al final (…) es un tema entre Assange y Ecuador”, dijo Roxon a la radio ABC. “Parece ser más bien ahora un tema entre Ecuador y Gran Bretaña”, añadió.
Durante la rueda de prensa que tuvo lugar en la sede de la Cancillería de Ecuador, Patiño dijo que “luego de efectuar una justa y objetiva evaluación de la situación”, Ecuador decidió otorgar el asilo político a Julian Assange al considerar que existen riesgos para su integridad y su vida debido a las revelaciones que hizo a través del portal Wikileaks.
“El gobierno del Ecuador, fiel a su tradición de proteger a quienes buscan amparo en su territorio o en los locales de sus misiones diplomáticas, ha decidido conceder asilo diplomático al ciudadano Julian Assange a en base a la solicitud presentada al señor presidente de la República. El gobierno del Ecuador (…) asume que existen indicios que permiten presumir que puede haber persecución política si no se toman las medidas oportunas y necesarias”, dijo Patiño ante la prensa.
Según el canciller ecuatoriano, de darse una extradición a Estados Unidos, Assange no tendría un juicio justo porque podría ser juzgado por tribunales especiales o militares y no sería inverosímil que se le aplique un trato cruel y degradante y se le condene a cadena perpetua o a la pena capital, con lo cual no serían respetados sus Derechos Humanos.
El canciller señaló además que tras casi dos meses de “diálogo al más alto nivel” con los gobiernos de Estados Unidos, Reino Unido y Suecia, su país tiene “serios indicios” de la posibilidad de “retaliaciones” contra Assange, “que pueden poner en riesgo su integridad, seguridad e incluso su vida”.
Además, el canciller se refirió a una nota que Londres habría enviado al ministerio de Relaciones Exteriores en Quito en la cual, según Patiño, Reino Unido amenazó explícitamente a Ecuador.
Según esta nota, que Patiño leyó brevemente durante la rueda de prensa, Londres escribe lo siguiente: “Deben estar concientes de que hay una base legal en Reino Unido (…) que nos permitiría tomar acciones para arrestar al señor Assange en las instalaciones actuales de la embajada. Sinceramente esperamos no tener que llegar a este punto pero si ustedes no pueden resolver el asunto de la presencia del señor Assange en sus instalaciones, esta ruta esta abierta para nosotros”.
Suecia pide la extradición de Assange por supuestos delitos de agresión sexual que él niega haber cometido. Sin embargo, el fundador de Wikileaks teme que Suecia no sea más que una etapa antes de un traslado a Estados Unidos para responder por eventuales acusaciones de espionaje por la revelación de cientos de miles de cables diplomáticos y de documentos de Washington sobre las guerras de Irak y Afganistán.
El canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, al rechazar la nota recibida por su ministerio, anunció una “convocatoria a una sesión extraordinaria” de la OEA (Organización de Estados Americanos) “ante una amenaza a un Estado americano”.
Assange fue detenido en Londres en diciembre de 2010 a pedido de Suecia, y enfrentó sus procesos en libertad condicional.
La madre de Assange, Christine, atribuyó la amenaza británica de sacar a la fuerza a su hijo de la embajada a presiones de Estados Unidos y pidió a la ministra de Justicia australiana, Nicola Roxon, que protestara ante esa eventualidad. Pero Roxon señaló que, más allá del “absoluto interés” en la situación, puede hacer poco por Assange, quien ha criticado en varias ocasiones el manejo del caso por Canberra.
“Por supuesto tuvimos un contacto a nivel diplomático y por supuesto le dimos asistencia consular pero al final (…) es un tema entre Assange y Ecuador”, dijo Roxon a la radio ABC. “Parece ser más bien ahora un tema entre Ecuador y Gran Bretaña”, añadió.
Durante la rueda de prensa que tuvo lugar en la sede de la Cancillería de Ecuador, Patiño dijo que “luego de efectuar una justa y objetiva evaluación de la situación”, Ecuador decidió otorgar el asilo político a Julian Assange al considerar que existen riesgos para su integridad y su vida debido a las revelaciones que hizo a través del portal Wikileaks.
“El gobierno del Ecuador, fiel a su tradición de proteger a quienes buscan amparo en su territorio o en los locales de sus misiones diplomáticas, ha decidido conceder asilo diplomático al ciudadano Julian Assange a en base a la solicitud presentada al señor presidente de la República. El gobierno del Ecuador (…) asume que existen indicios que permiten presumir que puede haber persecución política si no se toman las medidas oportunas y necesarias”, dijo Patiño ante la prensa.
Según el canciller ecuatoriano, de darse una extradición a Estados Unidos, Assange no tendría un juicio justo porque podría ser juzgado por tribunales especiales o militares y no sería inverosímil que se le aplique un trato cruel y degradante y se le condene a cadena perpetua o a la pena capital, con lo cual no serían respetados sus Derechos Humanos.
El canciller señaló además que tras casi dos meses de “diálogo al más alto nivel” con los gobiernos de Estados Unidos, Reino Unido y Suecia, su país tiene “serios indicios” de la posibilidad de “retaliaciones” contra Assange, “que pueden poner en riesgo su integridad, seguridad e incluso su vida”.
Además, el canciller se refirió a una nota que Londres habría enviado al ministerio de Relaciones Exteriores en Quito en la cual, según Patiño, Reino Unido amenazó explícitamente a Ecuador.
Según esta nota, que Patiño leyó brevemente durante la rueda de prensa, Londres escribe lo siguiente: “Deben estar concientes de que hay una base legal en Reino Unido (…) que nos permitiría tomar acciones para arrestar al señor Assange en las instalaciones actuales de la embajada. Sinceramente esperamos no tener que llegar a este punto pero si ustedes no pueden resolver el asunto de la presencia del señor Assange en sus instalaciones, esta ruta esta abierta para nosotros”.
Suecia pide la extradición de Assange por supuestos delitos de agresión sexual que él niega haber cometido. Sin embargo, el fundador de Wikileaks teme que Suecia no sea más que una etapa antes de un traslado a Estados Unidos para responder por eventuales acusaciones de espionaje por la revelación de cientos de miles de cables diplomáticos y de documentos de Washington sobre las guerras de Irak y Afganistán.
El canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, al rechazar la nota recibida por su ministerio, anunció una “convocatoria a una sesión extraordinaria” de la OEA (Organización de Estados Americanos) “ante una amenaza a un Estado americano”.
Assange fue detenido en Londres en diciembre de 2010 a pedido de Suecia, y enfrentó sus procesos en libertad condicional.
La madre de Assange, Christine, atribuyó la amenaza británica de sacar a la fuerza a su hijo de la embajada a presiones de Estados Unidos y pidió a la ministra de Justicia australiana, Nicola Roxon, que protestara ante esa eventualidad. Pero Roxon señaló que, más allá del “absoluto interés” en la situación, puede hacer poco por Assange, quien ha criticado en varias ocasiones el manejo del caso por Canberra.
“Por supuesto tuvimos un contacto a nivel diplomático y por supuesto le dimos asistencia consular pero al final (…) es un tema entre Assange y Ecuador”, dijo Roxon a la radio ABC. “Parece ser más bien ahora un tema entre Ecuador y Gran Bretaña”, añadió.
