La ola de manifestaciones violentas en el mundo musulmán que empezaron el pasado 11 de septiembre con el asesinato del embajador estadounidense y otros tres funcionarios norteamericanos en la ciudad libia de Bengasi continuó este viernes con desmanes en distintos países de Asia, Oriente Medio y África.
En Líbano, un manifestante perdió la vida en enfrentamientos, al tiempo que unos 300 islamistas incendiaban en Trípoli un local de comida rápida de la cadena KFC (Kentucky Fried Chicken). Estos ataques ocurren en momentos en que el papa Benedicto XVI llegaba el mismo viernes a Beirut para iniciar una histórica visita de tres días, que comenzó denunciando el fundamentalismo y exhortando a la tolerancia.
La violencia toca a Sudán. En Jartum, unos 5.000 islamistas arremetieron contra las embajadas de Reino Unido y de Alemania, quemando esta última e izando un estandarte islamista.
En Saná (Yemen), la policía disparó al aire para repeler a cientos de manifestantes que se aproximaban a la embajada estadounidense.
La violencia hizo pie en los países asiáticos. En Bangladesh, unos 10.000 manifestantes quemaron en Dacca banderas estadounidenses e israelíes, y trataron de acercarse a la embajada norteamericana. Entretanto, en Indonesia, unos 350 islamistas radicales se manifestaron en Yakarta contra la “declaración de guerra” que para ellos representa la película.
En Irán, la televisión estatal mostró a manifestantes gritando “Muerte a Estados Unidos” y “Muerte a Israel”.
El Cairo, donde empezaron el martes las manifestaciones estadounidenses, era el teatro de enfrentamientos esporádicos entre islamistas y las fuerzas del orden. Los Hermanos Musulmanes, movimiento que arropó al presidente Mohamed Morsi, retiraron el llamamiento a manifestarse en todo el país, afirmando que organizarían una concentración “simbólica” en El Cairo, en la plaza Tahrir.
En Túnez se escuchaban disparos y podía observarse una espesa nube de humo sobre la embajada estadounidense.
Según las últimas informaciones disponibles, la película por la que protestan en el mundo musulmán habría sido creada por copto (cristiano). La obra de ficción, de una calidad cinematográfica pésima, presenta a los musulmanes y su profeta Mahoma como brutos e inmorales.