Como en tantos otros países (España, Irlanda…) que en su momento fueron presentados como ejemplos de crecimiento y de desarrollo, Chile aparece desde hace un tiempo como una estrella resplandeciente en el firmamento del neoliberalismo mundializado. Una estrella tanto más luminosa cuanto que los hoyos negros dejados por los paáses arriba indicados tienden a multiplicarse en Europa y en otras regiones, oscureciendo el entorno mundial.

Pero la luz de nuestra estrella nacional no es más que un espejismo. En efecto, el llamado modelo chileno es excluyente socialmente, depredador en todos los dominios, tanto humanos como materiales, y generador de corrupciones múltiples que gangrenan aceleradamente el organismo nacional.

En lo estrictamente económico, este modelo no es más que una burbuja de aire que parece durar un poco más que las otras burbujas moribundas , pero ello no es más que una ilusión. Su fin se acerca y aunque no podamos dar una fecha exacta para su  implosión , pues no somos pitonisos, podemos estar seguro de que muy pronto la burbuja va a estallar liberando el mal aire que contiene y que infla hoy en día a sus beneficiarios, la dirigencia económica y política. Cuando llegue ese momento, bastará un pequeño empuje de nuestra parte para provocar el desmoronamiento definitivo de esta pesadilla que dura ya cuatro décadas.

José Cañas C.