El propio Presidente de Ecuador, Rafael Correa, en compañía del Director de la Cámara Chilena del Libro, Arturo Infante y el Presidente Sebastián Piñera fueron los encargados de inaugurar la XXXII Feria Internacional del Libro de Santiago, que este jueves comenzó a dar curso a su variada y contundente programación.
En esta nueva fiesta literaria participan más de 300 autores, posicionándola en la tercera más importante de América Latina.
Este año el país invitado será Ecuador, y en representación nacional, se encontrará la región de Magallanes y la Antártica Chilena.
Según el Director de la Cámara Chilena del Libro, Arturo Infante, se eligió a la región de Magallanes porque no se le había otorgado el lugar que merecía en la feria del libro, a pesar de sus destacados escritores e investigadores y su potente atractivo turístico.
En este sentido, el director de la Cámara señaló que “la región de Magallanes decidimos invitarla porque era una región muy importante, muy extrema de Chile, que no había estado presente lo suficiente en la Feria, para todo lo que tiene que mostrar, porque es una región que tiene una gran investigación sobre si misma, tiene una producción de contenidos editoriales, bibliográficos y es en si misma una región muy atractiva desde todo punto de vista, incluyendo el turístico. Por eso, tiene suficientes méritos para estar presente”.
Respecto a Ecuador como país invitado, Infante subrayó los deseos que tenía la organización de la feria de contar con la participación de este país, ya que en los XXXII años nunca habían tenido la oportunidad de trabajar juntos.
Ecuador, vendrá con 25 narradores y poetas, como Edgar Allan García, Pedro Gil, Rafael Lugo, entre otros. A ellos se suman músicos, bailarines, artesanos y profesionales de la gastronomía, en una muestra que estará articulada en un stand de más de 600 m2, uno de los más grandes de la feria y donde también habrá exhibiciones de fotografía y cine, todo bajo el lema “Ama la Vida”.
En esta ocasión, la Feria del libro de Santiago presentará algunas novedades, como la ampliación del espacio disponible en la Estación Mapocho, y la posibilidad de reembolsar la entrada en compras de libros.
También se continuará con los diálogos Latinoamericanos, iniciativa creada por la Cámara del Libro el año 2010, que busca terminar con el desconocimiento entre autores y editores de América Latina.
En esa línea, Arturo Infante indicó que “respecto de los Diálogos Latinoamericanos es una experiencia que se inauguró el año pasado, como iniciativa de la Cámara que finalmente tuvo tal éxito, porque había realmente una necesidad entre los distintos escritores de América Latina de conversar, de intercambiar libros, establecer redes, para romper un poco esa inercia que existía de desconocimiento de unos con otros”.
Además, este año se creó una comisión de participantes de la Feria que intenta dar a conocer que ésta es más que una exhibición organizada por un solo gremio. Para ello se invitó a participar a la Universidad de Chile, la Universidad de Humanismo Cristiano, la Fundación Neruda, La Fundación Gabriela Mistral, y el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes.