El jefe del grupo de negociación de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Iván Marquéz, afirmó en La Habana, Cuba, que espera que la Cruz Roja le de carácter especial a la mesa de diálogo (que entró en receso hasta enero) para que las conversaciones con el gobierno colombiano no finalicen hasta que exista un acuerdo general para se establezca una paz estable y duradera en el país.
Márquez anunció que esta decisión debe ser conocida en las próximas horas, al igual que una respuesta al pedido de la comitiva de las FARC para que se devuelvan los cuerpos de los guerrilleros que murieron tras el ataque del Ejército colombiano al campamento donde estaba el ex número dos de la organización, Raúl Reyes, en Sucumbíos, Ecuador.
“Así podríamos darles cristiana sepultura en territorio colombiano y se cumpliría con el derecho humanitario que obliga a que los familiares puedan ver los cuerpos de los suyos. Además exigimos que se haga un peritaje sobre lo que sucedió porque sabemos que hay compañeros que fueron asesinados con un tiro de gracia”, remarcó.
Por otro lado, Márquez se refirió al cese al fuego decretado por las FARC hasta el próximo 20 de enero: “Sabemos que el gobierno ha manifestado que están en contra de parar con las acciones militares, y por eso sugerimos que, por lo menos, nos reunamos para regularizar la guerra con el objetivo de disminuir el impacto que tiene en la población civil”.
En ese sentido, subrayo que en ese acuerdo también se podría avanzar sobre los caídos en guerra para que vuelvan con sus familiares, así como también acerca de los prisioneros de ambos lados para que sean liberados en el menor tiempo posible.
Así se cerraron la segunda parte de la ronda de negociaciones que buscan terminar un conflicto con más de 50 años de historia, originado por la distribución de la tierra, que hoy tiene al 1,2 por ciento de los propietarios con el 52 por ciento de las tierras del país.