Escucha la entrevista completa a Gigi Caciuleanu
Este domingo el Ballet Nacional Chileno se presentará por última vez bajo la dirección de Gigi Caciuleanu.
El coreógrafo y bailarín dejará su cargo luego de doce años y se despedirá con la última función de “Cuerpos” y “Noche Bach”, que se presentarán en el Teatro Universidad de Chile.
Gigi Caciuleanu, quien llegó por primera vez a Chile en 1997 como coreógrafo invitado y que asumió la dirección del Banch luego de trabajar en Brasil y Uruguay, dijo que “desde el primer momento sentí el potencial” que tenían los integrantes del Banch.
“Por eso me quedé, porque yo vine por un año y después me dije ‘no, acá hay una tierra tan acogedora’. Nunca me ha gustado trabajar solo con personas que ejecutan, sino con personas que piensan y estos chicos y chicas piensan, no solo son bellos, también son inteligentes. Me entendieron cuando les hablo de Kafka, de Gabriela Mistral, de aventuras de la vida”, explicó.
En una edición especial del programa Semáforo de Radio Universidad de Chile, Gigi Caciuleanu repasó algunos de los hitos de su trabajo a cargo del Banch y destacó las aproximaciones a otras disciplinas artísticas, como la poesía y la música, y los vínculos con Los Jaivas, Isabel Aldunate, Los Ángeles Negros y Óscar Hahn, entre otros.
“La característica de todos esos nombres es que, finalmente, son muy internacionales. Son chilenos, pero al mismo tiempo, lo que me llamó la atención es que, por ejemplo, cuando Los Jaivas aparecen en el escenario no solo hacen música chilena sino música universal. La universalidad de esos artistas me ha inspirado muchísimo”, afirmó.
Sobre los reconocimientos y saludos que ha recibido antes de su partida, como el premio APES a la trayectoria, Gigi Caciuleanu comentó que “las reacciones me asombran, porque no pensábamos que éramos tan importantes, pero al mismo tiempo me dan gran alegría, porque tengo la impresión de que todo ese trabajo no fue hecho para nada. Tenemos una muy bonita historia de amor con esa gente que nos ve, que nos sigue, que viene a ver muchas funciones, gente que nos obliga a una exigencia en la presentación de nuestros proyectos”.
En ese sentido, concluyó que “después de haber vivido esta aventura, uno no puede partir. Las puertas quedan abiertas, las puertas del corazón, del cuerpo, de la mente y el alma. No me voy, porque para los artistas las distancias no existen y, gracias a Dios, para los seres humanos ahora tampoco existen, porque es muy fácil tomar un avión y venir”.
“He sembrado por muchos años, ahora vamos a la cosecha. Esto va a vivir por muchos años en los chicos y chicas del Banch”, finalizó.