Compañeros chilenos, hermanos mexicanos:
Adiós amigo, compañero, compatriota, camarada y hermano Romilio Tambutti:
Tu partida es también nuestra partida porque todos llevamos en nuestro pensamiento, en nuestros sentimientos y en nuestro corazón algo querido y admirado de lo que diste en Chile y después en el México que nos recibió
Ese algo tuyo sigue y seguirá vivo con nosotros hermanados contigo para siempre.
No tuve la suerte de ser de tus compañeros más cercanos pero tengo en mi alma la cercanía de todos los exiliados de aquel Septiembre que nos hace pertenecer a la misma familia.
Por eso es que te hablo en este doloroso día en nombre en nombre de lo compatriotas con los que compartimos contigo el sueño y la esperanza en el humanismo, la justicia la libertad y la democracia de la grande aventura espiritual allá en el sur
del mundo.
Romilio Tambutti, de origen proletario, incorporó ese sello para no abandonarlo nunca y así tu vida siempre estuvo en los territorios éticos y morales de la fraternidad, la igualdad y la justicia social.
Estudiante y militante del socialismo chileno tu vida política siempre estuvo junto a las luchas de los trabajadores, recorriendo los hogares del pueblo. Secretario político de la seccional de la Cisterna que la sentías como su patria chica, crecieron contigo la ciencia y el pensamiento socialista en una suerte de alimento simultáneo que fue toda la vida tu camino natural. Así, cuando intervenías en público con esa suave pasión que te surgía como los cauces de ríos cordilleranos, se veía la presencia científica junto con el mensaje popular y revolucionario.
Profesor de Física del Instituto Pedagógico Nacional, recorrías las poblaciones enseñando y haciendo partido e incorporando militancias para los sueños del cambio cargos y acciones que no abandonaste nunca a cambio de instancias superiores que tu gestión y prestigio se habían ganado , ni aun en nuestro propio gobierno popular.
Hiciste hogar y familia y tus hijos han heredado un ejemplo humano extraordinario y quizás hasta incomprensible para estos tiempos de un materialismo sin alma, moral ni corazón.
A Sebastián, Marcia .Paulina y Daniela los sentimos también como hijos nuestros, unos más cerca de la ciencia y otros en los trabajos del pueblo.
Así fuiste capaz de culminar con Marta, la extraordinaria compañera , pedagoga y madre otro ejemplo del amor y la vida como pareja y como padres y juntos han escrito una infinita historia del amor de padres, del valor en el dolor y de dignidad en el sufrimiento porque hacer del dolor un camino de admiración , de dignidad y de entrega infinitas para los hijos es un ejemplo humano de toda la riqueza espiritual de que es capaz el ser humano constituyéndose en una noble herencia que nos regalan .
Romilio en el Chile de la Unidad Popular muy amado por Tencha, la Sra. Tencha, estuvo muy cercano al Presidente Allende y fue un testigo privilegiado de la historia de esa gran aventura que emprendió el pueblo chileno con sus partidos populares encabezados por el presidente Allende, pero Romilio jamás hizo uso de esa memoria como un elemento personal que lo distinguiera.
Entre las muchas iniciativas creadoras que llevó acabo imaginó, organizó y creó en la inteligencia generosa de la Universidad Nacional Autónoma de México la Cátedra Extraordinaria de Medicina Social Dr. Salvador Allende en la que sus visitantes honestos y consecuentes pueden oír las sentencias de Neruda al ingresar por esas puertas del conocer y del sentir cuando invoca:
¿Patria mía
Verdad que en primavera
Mi nombre resuena en tus oídos
Y tú me reconoces
Como si fuera un río
Que pasa por tu puerta?
Algunos de nuestros hijos compartieron la infancia con sus hijos en la Villa Olímpica y hasta hoy conservan esos recuerdos de excepción.
Queridos amigos , en estos casi 40 años mexicanos de ex exilio los tiempos han cambiado casi en todo, por ejemplo los tiempos en que sin aviso teníamos que salir volando para alcanzar a ver todavía los últimos suspiros de nuestros padres y familiares y esos brevísimos momentos nos daban paz en el dolor infinito por haber llegado a tiempo .
Difícil de entenderlo, porque ¿qué era lo que íbamos a rescatar? ¿Qué es lo que podríamos ayudar en esos confines finales de nuestros seres más amados?
Pero todos queríamos, no todos podían, atesorar esos últimos minutos de vida en la intocable memoria, tal vez una mirada, un reconocernos en un gesto, mínimas expresiones que después de dejarlos en su sueño se volvían con nosotros a relatarlos y compartirlos con lo que sentíamos un algo de paz y la memoria de la familia, de la vida y de los panes no se perdería en el anonimato de los cementerios.
Nos regresábamos con la herencia de la memoria
Digo que los tiempos han cambiado y cada vez esos vuelos son más del Sur hacia acá y es una ley que ya estamos cumpliendo
Pero hay un tiempo que no cambia ni con las distancias ni con los años.
Es el tiempo vivido , donde sea , con generosidad, con sencillez , con amor y grandeza, a veces desde la modestia de las habitaciones , otras hasta las alturas de grandes sucesos de la historia como lo fue vivir la hermosa aventura del pueblo chileno con sus héroes cuya gesta, y la del presidente Salvador Allende recorren el mundo o como la de miles de hombres y mujeres tan anónimos como grandiosos, los que como Romilio Tambutti siguen vivos en nuestro corazón y en la memoria de nuestra patria.
Adiós querido camarada México también te guardará en su corazón.
Atentamente,
Rogelio de la Fuente Gaete
El contenido vertido en esta Carta al director es de exclusiva responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la posición de Diario y Radio Universidad de Chile.