Diversas organizaciones sociales, ambientales, indígenas y ciudadanas se dieron cita en una masiva movilizacion este viernes en rechazo al proyecto minero de explotación de manganeso Los Pumas, de propiedad de la transnacional Hemisferio Sur.
La marcha, que recorrió el Valle de Lluta, en el extremo norte de la región de Arica y Parinacota, persigue reunir a la ciudadanía y alertarla respecto de la calificación de impacto ambiental y el dictamen final que deberá realizar la Comisión Regional de Medio Ambiente, aplazada para fines de febrero.
Richard Fernández, integrante del Centro de Investigación de las Artes y Cultura de los Pueblos Originarios de Arica y Parinacota, recalcó la importancia de que las autoridades locales tomen conciencia de la situación, ya que “el proyecto se emplaza a pocos metros del río Lluta, contempla tres botaderos de metales pesados y destruirá a todas las comunidades indígenas y campesinas que viven de la agricultura río abajo”.
“La observación que se ha planteado, tanto desde los organismos públicos como desde los sociales, es que se han demostrado demasiadas deficiencias. Eso ha permitido que este proyecto se retrase”, dijo Fernández.
El dirigente explicó que la manifestación busca “dar un mensaje político a las autoridades para que no den su conformidad a este proyecto, porque de alguna manera ingresó mal, desde el principio su formulación como proyecto minero es demasiado deficiente. En ese sentido, puede ser una condena para un sector tan importante como la agricultura, que aporta a la calidad de vida de nuestra región”.
Fernández recalcó que desde el inicio la empresa partió haciendo las cosas mal y a escondidas: “El primer intento que hizo la empresa fue ingresarlo al sistema bajo la modalidad de una declaración de impacto ambiental, cosa que vulneraba los artículos 10 y 11, que establecen que todos los proyectos mineros deben ser bajo un estudio de impacto ambiental. La empresa partió mal desde ahí, porque demostró mala fe en su accionar, trataba de vulnerar la legislación ambiental y, de paso, vulnerar los derechos que los pueblos indígenas tienen respecto de la consulta previa”, indicó.
La marcha pretende incidir en la decisión que deberá tomar la Corema de Arica y Parinacota, prevista para la última semana de febrero, y evidenciar del mismo modo el rechazo y malestar que genera el proyecto entre campesinos, agricultores, indígenas y organizaciones sociales.