Como muestra de la interdependencia entre los miembros de la Unión Europea, los resultados de las elecciones parlamentarias en Italia y sus posibles efectos políticos y económicos preocupan a los principales socios de esta coalición supranacional, generando incertidumbres e incógnitas, sobre todo en la esfera económica.

La situación de ingobernabilidad que se vislumbra en Italia encendió las alarmas tanto en París como en Berlín. En esta última capital, los principales líderes de la coalición gobernante germana declararon la necesidad, que los resultados de las elecciones en Italia garantizaran el cumplimiento del plan de ajustes y reformas que Roma debe impulsar, sí o sí. Se espera que Pier Luigi Bersani, líder de la centro Izquierda pueda, con su 31,3 % formar una coalición de gobierno.

La intromisión de Berlín, fue una de las razones, señaladas por los analistas italianos, para entender el enorme flujo de votos a favor de Beppe Grillo y su mensaje contra las políticas de austeridad que provienen desde Alemania. A través del Movimiento Cinco Estrellas, Grillo, un comediante de soflama antisistémica conquistó el voto de 9 millones de italianos, catapultando su partido al tercer lugar de las preferencias nacionales.

El programa político de Grillo  “gracias a la eficiencia de su Tsunami Tour, señala el analista Gorka Larrabeiti, en el marco de un severa crisis política y económica” le permitieron conseguir  el 25,55% de las preferencias y posicionar su lema “Todos a casa” Idea similar  a aquel grito argentino de “que se vayan todos” y con lo que cosechó principalmente  el voto joven. Hombres y mujeres que abrazaron con rabia y esperanza la posibilidad de terminar con el actual estado de cosas en Italia, criticando a todo el espectro político peninsular, sin distinción de colores.

El alto porcentaje de apoyo a Grillo generó la salida del campo político contingente a nombres de fuste: Gianfranco Fini, actual presidente de la Cámara de Diputados , el ex Juez Antonio Di Pietro, de aquel Movimiento Mani Puliti, Oliviero Diliberto, Secretario del Partido de los comunistas italianos, Paolo Ferrero, Secretario de Rifondazione Comunista y Antoni o  Ingroia, líder de la lista de Revolución Civil. En fin, muchos para su casa y otros que se mantienen con dientes y uñas en la escena política como el actual Primer Ministro Mario Monti líder de la Unión de Centro, que con un 9% de los votos pago caro su obediencia en el impulso del proceso de ajuste ordenado por la Triada Europea. La excepción a esto fue el caso del ex Primer Ministro Silvio Berlusconi, a estas alturas un incombustible, en que ni las acusaciones de corrupción política y de menores, le impidió a Il Cavalieri y a su partido El Pueblo de la Libertad, conseguir el segundo lugar de las votaciones con un 29,13%.

En la hora de la incertidumbre, Bersani y Grillo aparecen como la única alternativa posible – aunque Grillo se ha negado reiteradamente a esa posibilidad – los únicos capaces de sacar de la manga una coalición de gobierno, que cumpla las expectativas de Berlín, que tranquilice a los mercados y permita a la Italia convulsa del 2013 transitar por un camino ya señalado: ajuste fiscal, reforma del estado y menor gasto social.

Ese marco fue precisamente el centro de la crítica de Cinco Estrellas de Grillo que tendrá que analizar si mantiene su discurso y promesa  electoral o “a la italiana” termina sumergido en el mismo marasmo político que dice aborrecer.

Beppe y su Movimiento se han convertido en la bisagra de la política italiana y los únicos capaces de poder otorgar cierta estabilidad a una convulsionada península. Es probable es que el populista Grillo efectivamente termine pactando para formar gobierno con Bersani del Partido “Sinistra é Libertá”, olvidando, aparentemente,  aquella promesa que no pactaría con nadie. No es chiste lo que pasa en Italia, aunque un comediante como Grillo sea quien esté en condiciones de dar una mano al mismo sistema que critica.  “Veremos que nos propone Bersani, ley a ley, reforma a reforma. Tampoco es que estemos contra el mundo” sostuvo el comediante, hablando incluso de la posibilidad de replicar el modelo siciliano, donde una coalición entre el M5Estrellas y Bersani gobierna esa región desde noviembre del año 2012.

El porcentaje de votos alcanzado por la centroizquierda, liderada por Bersani resulta insuficiente para formar gobierno, lo que obliga a la búsqueda de entendimientos y alianzas ,  para liderar en forma estable a la octava economía del mundo y la tercera de la zona euro. Esa posibilidad implica conversaciones y acuerdos, que a Berlín, París y los organismos financieros de la Eurozona les gustaría que fuera entre Bersani y Monti, que representan para el capital financiero la mejor opción para garantizar que Italia prosiga por la senda de las reformas.

Bersini presentó el pasado martes 26 de febrero un programa de cuatro puntos, conocido ya por Grillo y que en caso de ser aceptado, sentaría las bases de un acuerdo,  para salir momentáneamente de la parálisis en que está sumida la península: reformas institucionales, reforma de la política y sus costos, incluyendo el financiamiento. Una nueva  ley sobre los partidos políticos y legislar sobre temas relacionados con la moralidad pública y privada. Como también ideas relacionadas con la necesidad de cambiar algunas leyes como la electoral y prepararse para nuevas elecciones, sino se logra un pronto acuerdo.

Las alternativas que se vislumbran tras las elecciones del pasado 24 de febrero son tan variadas como inciertas, sobre todo considerando que Bersani puede obtener una mayoría débil en la Cámara de Diputados y Berlusconi la mayoría en la Cámara de Senadores, gracias a sus votos obtenidos, principalmente en Lombardía, Sicilia, Véneto y  Campania. ¿Qué posibilidades se ven de salida a la crisis?. Primero, la formación de una coalición de centro-izquierda y centro derecha con la meta de reformar la ley electoral, para crear una nueva regulación, que permita al partido más votado hacerse con la mayoría de ambas cámaras. Y también crear un sistema por el cual los votantes elijan de forma directa a sus diputados. Terminada esta reforma se convocaría a nuevas elecciones. Escasa posibilidad.

En segundo lugar, es posible que se llegue a un acuerdo entre partidos de la centro izquierda, liderada por Bersani “consciente de la dramática situación que vive nuestro país” , y el Movimiento dirigido por Beppe Grillo. Se considera que si bien este acuerdo “eliminaría las incertidumbre de corto plazo que trae el convocar a nuevas elecciones, a largo plazo la inestabilidad sería mayor por las discrepancias de fondo que ambos movimientos tienen con respecto a las exigencias de los principales países de la UE. Posibilidad más plausible.

En tercer lugar se puede imponer la necesidad de convocar a nuevas elecciones, que es la opción más política pero que mayor riesgo genera en los inversores ya que no asegura contar con una mayoría parlamentaria para alguno de los partidos más europeístas. Las fechas para esta elección se plantean para tres meses más lo que implica una mayor incertidumbre con un hito importante como es el hecho de elegir al nuevo presidente de la república el próximo 15 de abril, que requiere del acuerdo de dos tercios de la cámara para su elección.

Durante los próximos días se procederá a la formación de las dos Cámaras y a la elección de los presidentes de estas y se constituirán los grupos parlamentarios, con la esperanza que el día 21 de marzo el presidente de la República, Giorgio Napolitano, llame a la formación del nuevo gobierno italiano. En todo caso cualquier camino conduce al nombre de Grillo.