Idiomas, astrología, dibujo a carbón, defensa personal para mujeres y sexualidad son algunos de los talleres que se imparten en Cátedras Libres, una iniciativa surgida a mediados del 2012, impulsada por dos estudiantes con el apoyo de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo.
Se trata de una red colaborativa donde uno se inscribe en una actividad absolutamente gratuita y deja a cambio un libro para aportar a la creación de una biblioteca libre. Además, existe la posibilidad de retribuir la enseñanza, dirigiendo algún nuevo taller para aportar con nuevos conocimientos.
Tal ha sido el éxito de la iniciativa que, desde junio del año pasado, no se ha detenido, sumando cerca de 500 cátedras y continuando con sus clases durante todo el verano.
Carlos Mancilla, uno de los organizadores del proyecto, explica que el éxito se explica porque “está pensado para cualquier persona y ha funcionado como una red súper abierta en la que no ponemos restricciones ni a quien asiste ni a quien hace la clase. No hay límite de edad o género, es libre. Nosotros queríamos ser una alternativa o un complemento a la educación formal a la Universidad o el Colegio, donde normalmente uno paga”.
El joven afirmó que, si bien reconocen el valor de la educación formal, también es muy valioso reunirse con personas que no necesariamente tienen un título oficialmente certificado, pero que sabe muchas cosas y que puede transmitirlas. Además, aseveró que buscan romper con la imagen de que la educación se da sólo una vez en la vida, “creemos que el aprendizaje es un proceso constante”, afirmó.
Y añadió: “Se trata de legitimar otras formas de conocimiento, en un país donde es muy la educación es muy costosa, y donde la forma en que tradicionalmente se hacen las clases no parece ir a la par con la tecnología y con las posibilidades de ocupar otros recursos”.
Tamara Peña, estudiante de quinto año de diseño y monitora de la clase de Danza Árabe en Cátedras Libres, relató su experiencia.
“Es algo muy bueno en mi caso porque yo pretendo hacer una pedagogía después, entonces fue una prueba para mí el hecho de hacer las clases de algo que me gusta mucho. Todo empezó porque nos invitaron a una cátedra de Tarot y no tenía idea de nada y ahí vi que uno podía también ofrecerse a hacer cátedras. Hemos estado muy contentas con esto porque hemos visto que niñas que vinieron a la primera o a la segunda clase todavía siguen viniendo”, comentó.
Las Cátedras Libres siguen creciendo, en el verano ya se realizaron algunas actividades al aire libre como en el Parque Bicentenario o el Parque Bustamante y hoy los organizadores están buscando otros espacios para expandir la iniciativa la que, según afirman, esperan que llegue en el futuro pueda incluso llegar a regiones.
Todos los detalles, así como los formularios de inscripción a las distintas actividades los puede encontrar a través de Internet en el Facebook “Cátedras Libres”, página web www.catedraslibres.com, en el twitter @catedraslibres o escribiendo un mail a hola@catedraslibres.com