Discurso 21 de Mayo, discapacidad igualitaria

  • 27-05-2013

“Creer para poder ver” ese es mi lema, a diferencia del antiguo dicho de Tomás el Apóstol.

La última cuenta pública realizada por el Presidente de la República, el pasado 21 de mayo, dejó una estela de comentarios, críticas, aplausos y tomates, enmarcada en un contexto de marchas y manifestaciones por doquier, que con la voz y su rostro en alto buscan ser “vistos” por el Gobierno.

El discurso de dos horas y diez minutos de duración demostró claramente que la discapacidad NO ES TEMA en este país. En ningún minuto, la máxima autoridad de Chile, se refirió a esta “minoría” de casi tres millones de personas.

¿No le parece de ceguera total su actitud frente a esos tres millardos de personas Señor Presidente? ¿Qué es lo que tenemos que hacer para dejar de ser invisibles ante este problema, que es un tema país? ¿Marchar? Marchar no por peticiones inexistentes, sino que por la fiscalización de una Ley de número 20.422 que fue aprobada el 10 de Febrero del año 2010, que descansa sobre sus laureles, tranquilamente, en algún lugar desconocido para que así continuemos siendo imperceptibles.

Tomaré sus palabras citadas ese día:

“¿Y en que consiste una sociedad de oportunidades? en que todos los chilenos, cualquiera sea su origen o condición puedan desarrollar en plenitud, los talentos que Dios nos dio y volar tan alto y llegar tan lejos como su propio mérito y esfuerzo lo permitan, en la búsqueda de su felicidad y realización personal”.

¿Le parece a usted que las personas en situación de discapacidad vivimos en una sociedad de oportunidades?

Por favor, dejen de lavarse las manos, hermosear discursos, regalar bonos al estilo “todo a mil”, ¡a bonificar a bonificar que el mundo se va a acabar!

Según su discurso y propuesta el kinder será obligatorio para todos los niños de Chile. Dentro de sus aulas incluirá, espero, herramientas de acercamiento a nivel social y de inclusión para niños en situación de discapacidad y sus compañeros. Sino es así ¿Cómo “van a volar tan alto y llegar tan lejos” como señala en su discurso? ¡Si los niños no tienen idea lo que es una silla de ruedas!

Como Docente de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile comencé este curso dedicado cien por ciento a la discapacidad con siete estudiantes, 2 años y medio después, esa cifra aumentó a cincuenta.

Esto me habla cristalinamente de que la discapacidad, en cualquiera de sus matices, es un tema absolutamente desconocido y lo que se conoce es a través del drama, colectas compasivas, cifras y encuestas con olor a naftalina. Estudiantes llenos de dudas, preguntas, mitos, tabúes generados por una sociedad y una Educación que indigna a la mayoría.

Que feliz me siento al darme cuenta que la ceguera es de pocos y las ganas imperativas de aprender son de muchos. Ese pequeño grupo “invisibilizador” de sueldos millonarios, autos lujosos, “terneados” con las mejores propuestas de la moda, sentados uno frente a otro, como linda familia en el llamado Congreso Nacional. Decidiendo por nosotros, lo que sería mejor, según ellos, para nuestro país.

Señores, ustedes aprobaron la Ley 20.422, ¿recuerdan? o ¿tantos millones mensuales les provoca amnesia temporal y colectiva?

Gracias a los estudiantes que me acompañan en estas enseñanzas y por su interés genuino en hacer una sociedad mas culta e igualitaria.

Gracias a la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile por confiar en mi capacidad de entrega, para ser una herramienta en la Inclusión y la Educación en torno a la discapacidad.

Gracias a todos aquellos grupos, asociaciones, colectivos, movimientos, por creer fielmente en que una sociedad de derechos debe existir.

Gracias por los movimientos sociales que podemos generar en torno a la discapacidad.

Y por último, ¡gracias Señor Presidente! por su discapacidad igualitaria, eso nos demuestra a toda esta “minoría”, de tres millones de personas, que sus discursos y falsas promesas nos obligan a continuar movilizados, porque nosotros sí creemos en una educación inclusiva y una sociedad más justa.

Estado de Chile… discapacidad por definir.

 

El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la posición de Diario y Radio Universidad de Chile.

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