El canto de un pájaro, un susurro en el oído, la carcajada de un bebé, conciertos musicales, escuchar el agua correr por un río. Actos de una simpleza única, que son imperceptibles y muchas veces no valorados por nosotros.
Pero, ¿qué pasa cuando el mundo y la vida se convierten en un lugar y espacio sin sonido? Esa es la realidad de las personas con discapacidad auditiva.
Según la única encuesta realizada en Chile sobre la materia, ENDISC en el año 2004, 292.720 personas viven con discapacidad auditiva.
¿Cómo podemos hablar de igualdad si en los jardines infantiles, colegios, universidades, no se incluye la lengua de señas como parte del aprendizaje básico de un ser humano? ¿Por qué es más importante saber inglés u otro idioma que aprender lengua de señas?
La Ley 20.422, tiene unas líneas dedicada específicamente a la obligatoriedad de la Lengua de Señas en la Televisión Chilena. Tomaré de manera textual lo señalado en ella:
¿En qué consisten las medidas?
En la aplicación de mecanismos de comunicación audiovisual que posibiliten a las personas con discapacidad auditiva el acceso a la programación de los canales de televisión, en los casos que corresponda, según lo determine el reglamento que se dicte al efecto.
En la transmisión o emisión de campañas de servicio público con financiamiento público, de propaganda electoral, de debates presidenciales y cadenas nacionales, con subtitulado y Lengua de Señas.
¿Quiénes están obligados a cumplirlas?
Los canales de la televisión abierta y proveedores de televisión por cable y los responsables de las campañas de servicio público, cadenas nacionales y propaganda electoral.
¿A quiénes benefician?
A las personas con discapacidad auditiva
¿Cuál es el plazo en que deben cumplirse las medidas?
Dentro del plazo de 3 años contado desde la publicación del reglamento que dicten los Ministerios de Transportes y Telecomunicaciones, de Planificación y de Secretaría General de Gobierno (el reglamento debe ser dictado dentro del plazo de 6 meses contado desde el 10 de febrero de 2010).
En todo caso, el reglamento debe establecer un patrón progresivo de cumplimiento (a lo menos, cuotas de programación accesible de un 33% cada año).
Bueno, como podrán darse cuenta, esto sólo ha quedado en el papel.
Anita Cunazza, mujer, madre de dos hijas, convive día a día con su discapacidad auditiva que adquirió a los 32 años. Hace ya un tiempo, Anita comenzó un llamado a través de las redes sociales para poder tomar conciencia y llegar, de una u otra manera, a un gran universo de personas que la apoye en su llamado. Televisión Inclusiva para todos.
Se apoyan proyectos millonarios en tecnología, juegos fuera de la realidad, películas de ciencia ficción de valores inhumanos que podrían casi alimentar a gran parte de la población africana, celulares de valores equivalentes al sueldo promedio de una familia de clase media en Chile.
¿Cuánto cuesta invertir en subtítulos y darle trabajo a personas en situación de discapacidad para que trabajen en la inclusión de lengua de señas a través de la televisión chilena?
Señores, nuevamente, la Ley está para ser cumplida, no para hacernos favores.
¡Esto también es Educación! ¿Ustedes creen que lo único que les interesa a las personas con discapacidad auditiva es el mensaje presidencial?
Perdón, pero les aseguro que no.
Lengua de señas en programas infantiles, películas, programas culturales (el que busca siempre encuentra), matinales, noticieros y todos los que no nombré que forman parte de la parrilla programática de la televisión abierta.
Sigo pensando en que el Estado de Chile es tan disfuncional como la familia Simpson, cada uno hace lo que quiere y respeta y fiscaliza dependiendo con el pié que se hayan levantado.
Que el llamado de Anita y el mío a través de estas líneas sean de Educación y consciencia. Que el trabajo de campañas como ésta, tenga resultados visibles… Y no migajas de pan como están acostumbrados a dar. Que el Estado de Chile asuma su propia discapacidad auditiva con este grupo de personas y escuchen sus necesidades.
¡Cultura e información para todos!
Igualdad, igualdad, me suena a, ya recuerdo, lo escuché el 21 de mayo, en cadena nacional.