Para que nos vayamos entendiendo.
Ha sucedido algo lógico después de la jornada del día de ayer 30 de junio de 2013, se han seleccionado dos candidatos a la presidencia, uno de la derecha y el otro con una inclinación hacia un lado diferente. No viene al caso analizar resultados en esta etapa, ya que estaba claro el hecho que se incorporaban nuevas caras a la elección definitiva del mes de noviembre.
En definitiva, ya casi podríamos decir que tenemos como se dice en la jerga eleccionaria, todos los nombres que irán a la papeleta, salvo que se produzcan situaciones como fusión de candidaturas o simplemente que alguien decida no seguir en competencia.
Aunque a partir de ahora es conveniente centrarse en el futuro, sin olvidar el pasado, algo de lo inmediato que no comparto a plenitud, son el “ejercicio de las primarias legales”, esto considerando que es evidente la baja credibilidad en los partidos políticos y sus dirigentes, y la desconfianza que apunta hacia ellos. En estas condiciones, institucionalizan las elecciones primarias como forma de validar sus candidatos ante la ciudadanía de la cual se encuentran muy distantes, y esta no es forma de acortar distancias, además con el agravante que ni siquiera se aprovecha la oportunidad de exhibir caras nuevas, me parece que desde el punto de vista estratégico Chile no es un país, aunque la encuesta pretenda decir lo contrario, en que un ex Presidente tenga las condiciones para ocupar nuevamente ese cargo y esto en un contexto de las elecciones definitivas que vienen más adelante. A la fecha nadie puede cantar victoria.
Pero en rigor, no es una postura tajante de estar en desacuerdo con las primarias, creo que cada sector político debe generar sus propios mecanismos para llevar candidatos incluyendo entre las posibilidades alternativas de este tipo, pero lo esencial es que sea con recursos propios y no al alero del aporte estatal tanto en infraestructura como en la facilidad auto brindada para hacer publicidad. Distinto sería si estuviéramos con una gran mayoría de ciudadanos militantes, en que no importaría que parte de los impuestos de cada uno se utilizaran en eventos de una democracia real. A pesar de esta reflexión, las primarias ya han sido un hecho hay vencedores y también una gran cantidad de electores que llegado noviembre pueden decidir el devenir del país.
El futuro es mucho más que un programa.
Luego de estos alcances, como lo dijera con anterioridad, me voy a poner en tiempo futuro pero como algo indisoluble combinado con el tiempo pasado, ello por algo muy simple, la historia es una sola.
Al contrario de algunas apreciaciones políticas, el país no ha cambiado, estamos iguales o a lo sumo peor. La incertidumbre es parte del presente.
Lo que sí ha cambiado y esto como algo de todas maneras positivo, es el movimiento social que está manifestándose frente a estructuras enmarcadas en doctrinas de larga permanencia en el país. Pero la fase que estamos viviendo en esos términos tiene una gran componente de reacción,pero está ausente la construcción y la acción, ambas cosas exigen un nivel de elaboración detallado que va más allá de un programa de gobierno. Hay que sellar un compromiso muy detallado de recomposición de la historia, con una gran cantidad de pendientes en que el primer día de un próximo gobierno, no debe estar centrado en mucha celebración, sino que en un día de la trabajo intenso. Hay que pensar en una doctrina que perdure en el tiempo para que valga la pena los esfuerzos de un primer período de 4 años. En forma paralela deben estar presentes las críticas constructivas y los proyectos que no necesariamente vienen de un mundo “tan experto”, a veces la observancia por un espacio de tiempo prolongado puede ser mucho más enriquecedora que un trabajo elaborado de otra forma.
Para el futuro hay ejes ya trazados y que son parte del discurso de quienes no apoyan a la derecha, considerando a todos los candidatos sin exclusión: Constitución, Educación, Salud, Previsión entre los principales. Hay sobre 8 millones de electores que aún no se han pronunciado y por supuesto que merecen ser considerados.
De todos los temas mencionados, el que más me llama la atención es la Educación y al respecto me encuentro con un hecho muy especial que habla de un estancamiento del país que se debe superar, un artículo escrito sobre Educación el año 2008, está plenamente vigente en el presente año siendo que lo ideal habría sido que a esta altura estemos escribiendo sobre las cualidades del Sistema Educacional Chileno, pero ello no ocurrió.
A continuación reproduzco en forma íntegra ese documento con muy pocas correcciones, que más bien lleva alcances entre paréntesis para que el lector vaya recordando que es un análisis que tiene 5 años de existencia y esto constituye un aporte para elaborar un país mejor.
LAS TRANSFORMACIONES DE LA EDUCACIÓN BAJO 4 DIMENSIONES
Este artículo se comenzó a escribir en la primera quincena de junio del 2008, y se finalizó el 6 de julio 2008.
La derecha gano en el período comprendido entre el 11 de septiembre del 73 y el 11 de marzo de 1990: impuso una doctrina. De ahí en adelante no perdió: mantuvo su doctrina y el universo de sus adversarios, sin exclusiones, no fueron capaces de construir una doctrina diferente destacada justamente por hacer prevalecer los opuestos: desigualdad – igualdad, justicia social – injusticia social, calidad – mediocridad. De aquí en adelante no se trata sólo de lograr que no salga otro gobierno de derecha, hay que definir en detalle una senda distinta y agrupando a todo ese universo social entorno a una causa común. Son tiempos de grandes definiciones, de importantes construcciones, la conciencia humana debe tener supremacía por sobre esquemas legislativos nacidos en dictadura. Nuevamente viene un replanteo: democracia o dictadura.
Presentación
En Chile nos encontramos viviendo una etapa crucial respecto a los problemas que existen y las visiones para solucionarlos, particularizado ello para el objeto de este artículo en el terreno de la Educación.
Todos los problemas no son aislados y obedecen a un modelo país que tiene un estancamiento que no es reconocido por la autoridad y además, con audacia trata mediante el uso de sus aparatos comunicacionales de aminorarlos o desviar la atención de los ciudadanos.
Es reiterativo escuchar hablar del “todos los chilenos”, cuando en realidad se trata sólo de unos “pocos”.
Las características de la trayectoria de los factores más importantes de la vida nacional, son parte de una traza de acontecimientos que tienen sus raíces en la época de Pinochet, que es cuando se reformula obviamente sin consulta a nadie las directrices de lo previsional, de la salud, de los empleos, de la participación, de infundir el temor, de una mala educación y de las características mismas de las personas que tienden a un grado de individualismo significativo. Hoy se aplauden y se publicita la pensión garantizada por parte del Estado, pero no se hace ver las enormes ganancias de los dueños de los AFP incrementadas por las cotizaciones de todos los trabajadores que laboran bajo el régimen de contrato, ya que al parecer sería como “mal visto” que un personero de gobierno haga referencia a hechos de este tipo.
La gravitación de las acciones ejecutadas en el período militar, hacían llegar al año 1988 con mucha fuerza y un gran movimiento unido aglutinado por el plebiscito en el cual obtuvo un amplio triunfo el NO. Si bien es cierto cada uno de los actores de la época tomados a nivel de grupos tenían métodos diferentes de enfrentar el día a día, en lo sustancial existía la esperanza de un país diferente.
Claro está que en ningún caso se trataba de un cambio drástico y rápido, pero sí era indiscutible que se partía de una intención de emprender las grandes transformaciones que necesitaba el país y que habían quedado postergadas y con un nivel de retraso durante los 18 años de dictadura. El discurso de “grandes” dirigentes de la Concertación era del todo esperanzador.
Todo hacía pensar que se iniciaban condiciones para abordar de manera detenida cada una de las áreas de desarrollo, entre ellas la Educación y con la certeza que bajo la situación en la cual se había regresado a la “democracia” no era en absoluto basada en una representación y más aún su génesis provenía en un golpe de estado donde el secuestro se llamaba “detención”, se utilizaban recursos del Estado y la represión, y el resultado para muchos fue la muerte.
En la década del 80 se habla con fuerza de la extrema pobreza y la extrema riqueza, resultando en que se había plasmado un país de una enorme desigualdad, y en fin hay un escenario propicio al llegar al año 90 con el apoyo de una gran mayoría, para que se inicie un viraje importante hacia una sociedad diferente.
Si se avanza más rápido en el tiempo y con esa este panorama reinante, a esta altura los tiempos son más que suficientes para haber emprendido grandes cambios y no solo eso, sino que para haber educado hacia una conciencia social diferente. Sin embargo, tajantemente ello no ocurrió, aunque los beneficiados con el modelo son pocos concentran una gran cuota de poder y tienen administradores de excelencia (recordar que este artículo fue escrito el año 2008)
La desigualdad ha pasado a ser una constante y la manifestación de producir una igualdad de oportunidades no pasa más allá en forma real de ser un slogan publicitario. Quienes nos gobiernan por algún motivo han perdido sensibilidad social, ya que se ven envueltos en toda una “madeja social” que no se caracteriza precisamente por la sencillez y que por los puestos que ocupan o sus relaciones familiares se vinculan preferentemente a la clase que tiene el poder económico y reconocidamente actúan a favor de ella, a esto se suma que en la actualidad ya paso su momento histórico idealista, por el cual algunos debieron salir del país y luego vuelven a una posición totalmente diferente que nunca soñaron tener. Más aún hay quienes gran parte de su formación la han desarrollado en los Estados Unidos, donde adquieren un concepto doctrinario muy especial, nunca se debe olvidar la intromisión de ese país para ambientar todos los hechos precedentes al 11 de septiembre del 73.
Es cierto que el mundo en un período de 35 años ha cambiado enormemente (en la actualidad siendo que este artículo se escribió el año 2008, podemos hablar de 40 años), pero cuando se presenta el problema de la desigualdad social, ello es en referencia ni más ni menos a los recursos de que dispone el país. Lo que está en juego en la vida nacional es el recurso del privado sumado al recurso del Estado, y en un tipo de sociedad como la que estamos insertos entre otras cosas el bienestar de las personas se vincula directamente con el recurso de que dispone.
Esto último fuera de consideraciones de índole político, social o técnico, pasando por el rol del Estado, es lo que influye en el concepto de hasta donde se debe transformar la Educación y en definitiva si se tiene la postura real de la necesidad de un cambio. No basta con que la autoridad educacional se sienta maravillada por pequeños logros, se necesita una visión y acción de Estado comprometido con el cambio social con todo lo que ello implica en su repercusión en las relaciones laborales y en la relación económica de las personas que se vean beneficiadas con las transformaciones necesarias. Pero también resulta indeseable si en el subconsciente esa misma autoridad está pensando a la vez en que una minoría pueda ser perjudicada en el largo plazo por las medidas que se tomen, aceptando como lo más cómodo la estructura actual de cosas. Todo esto adquiere mayor connotación si la responsabilidad de la justicia social actual, más adelante nos puede llevar a tener que enfrentar una crisis en la alimentación proveniente de los acontecimientos de nivel mundial.
Aunque produzca un cierto grado de escozor, en el gobierno de Allende se presentó a la discusión del país un proyecto de Educación denominado Escuela Nacional Unificada al cual me he referido en otras publicaciones. Haciendo una lectura de este proyecto se aprecia la seriedad de la propuesta entorno a una estructura bien pensada de la Educación. Lo que preveía cuando leí “durante el siglo actual” este proyecto es que provocaría un cierto grado de temor, ya que en el texto del proyecto se habla en forma reiterada de una nación que va hacia el socialismo. Sin embargo, el temor disminuye cuando la última semana de junio (del 2008), varios personeros de la Concertación realizaron elogiosos comentarios de la obra del Presidente Allende en el tránsito hacia el socialismo. Lo anterior hace darle más relevancia al proyecto de la ENU y aún más sería la instancia para sugerir una lectura detallada por parte de las autoridades y luego no entrar en un mutismo sino que opinar.
Pero en relación a esto último, hay sentimientos encontrados al percibir una vez más que nuestro país se encuentra a la deriva ya que no se puede precisar hacia donde avanza, y más aún nos ha gobernado por un largo período un conglomerado compuesto de visiones y vivencias sociales muy disímiles, la alegría prometida nunca llega, existe un estado anímico de amargura y se juega con un factor cíclico de un pueblo que cae de manera sucesiva en la resignación en aspectos cotidianos y relevantes de la vida diaria, lo que hace mirar a la gente para diversos lados y no encontrar referentes válidos para las elecciones venideras salvo hacia sectores que no forman parte del poder. Hay un fenómeno nacional que se traduce que tiene más convocatoria un partido de fútbol que las ganas de ser parte de la construcción de un país. Sin olvidar que lo que se está leyendo data del año 2008, a la fecha en un 30 de junio del 2013 día de elecciones primarias, sigue plenamente vigente.
Dimensión Política:
La connotación principal de la política es la concepción de ideas frente a la forma en que se debe desenvolver la sociedad, y el sentido de los partidos políticos es la agrupación de las personas que comparten principios e ideas comunes.
Desde que se inició la dictadura los militares parten con una persecución a los partidos políticos de izquierda y a todo ese sector lo tratan en forma despectiva, escuchando más de alguna vez hablar de los “señores políticos” en un tono de segregación. Bajo ese panorama la dictadura trabaja con el propósito de erradicar la política del país y de impedir el desarrollo de un pensamiento crítico junto a la participación ciudadana. Sólo eran permitidos los pensamientos de la derecha representados por quienes provenían del Partido Nacional, del gremialismo o del movimiento fascista Patria y Libertad, grupo que también tuvo una aparición en la ex Universidad Técnica del Estado en los momentos en que se instauraba el nuevo modelo de Educación Superior por parte de los militares.
Bajo el escenario anterior más una fuerte represión se asiste a una transformación de la Educación en todos sus niveles, dando inicio así al proceso en que se eximía al Estado de la responsabilidad en estas materias y llevando la enseñanza a lo privado y al negocio.
Por otra parte, un aspecto que muchos no conocen y otros tantos no recuerdan, durante el año 1974 y 1975, período difícil para la entrega de contenidos en ramos de tipo humanista como Historia y Economía en la Enseñanza Media, surgen dos materias que se incorporan como “salvavidas” para rellenar las clases: uno es la nueva estructura administrativa del país compuesta por Regiones y el otro es un folleto que distribuye el Ministerio de Hacienda de la época en donde se comienza a impartir la enseñanza de la economía social de mercado e inserta en esta se pone énfasis en el rol de un Estado subsidiario, lo que a posteriori da lugar al tema de las subvenciones.
Más adelante, el año 1980 se dicta la ley de autofinanciamiento para las Universidades y tiempo después viene la municipalización de liceos que se encontraban bajo el alero del Ministerio de Educación, y como término de la intervención militar en Educación se dicta la LOCE, ley que como es sabido comienza a regir el 10 de marzo de 1990.
Lo anterior muestra sólo una parte de cómo se concreta una política de la dictadura que bajo todo punto de vista “libera el poder”, cuando ya han efectuado modificaciones sustanciales que fueron en desmedro entre otras cosas del sistema Estatal de Educación y concretando una evasión de responsabilidades por parte del Ministerio de Educación, mediante la transferencia hacia las municipalidades y a los privados, esto último materializado de manera principal en la Educación Superior.
Bajo este escenario llega la Concertación al poder y como ya se mencionó la perspectiva de muchos es que venía un tiempo en que se revertiría todos estos aspectos, no en vano la Universidad Academia de Humanismo Cristiano organizo en plena dictadura militar Jornadas de Reflexión sobre la Educación; prestigiosos académicos de la Universidad de Chile participaban en foros en la Universidad Técnica contra la ley de financiamiento; o el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel concurría a dialogar con los estudiantes de la Universidad Técnica del Estado con una multitudinaria concurrencia.
En esa época y bajo condiciones adversas, también acudían a las Universidades con un grado importante de riesgo frente a la acción de organismos represivos, ex dirigentes estudiantiles de los años 70 que en la actualidad ejercen funciones parlamentarias y que durante todo ese tiempo sabían que la única forma de tener logros era con la movilización. En estos días concurrieron con su voto favorable por la Ley General de Educación. (Artículo escrito el 2008)
Lo que se ha expuesto hasta aquí es sólo una forma de introducir a la visión de la forma en que se ejerce política en Chile de hoy. Lo primero es que con toda la relevancia y lo importante de que muchas personas fueran partícipes de la historia del país con ideas y canalizadas en partidos políticos con un accionar más o menos activo, ello en definitiva no ocurre, siendo una cantidad mínima de ciudadanos que tienen un referente. A su vez, ese estado de cosas es ideal para los partidos por cuanto los que son de gobierno o que tienen una cuota de representación parlamentaria, son los “dueños” no de ideales sino que de un poder político que se reparte cargos, pero estos no alcanzarían para todos si el interés por la política fuera alto.
Lo anterior y la composición actual de la política es una concreción del éxito de la dictadura en esa materia, a muchos al entrar en la “arena política post dictadura” se les abrió una “red de contactos” y de beneficios que antes no lo tenían, y esta cuestión de los conglomerados hacen que se mezclen personas que con el tiempo han trastocado sus ideales, mientras algunos apuntan a lo social, otros se acercan a lo militar o a una amistad y vínculo consanguíneo con personeros de derecha. Siendo reconocidamente una minoría, pero con avidez para captar los votos (hasta antes de las presidenciales del 2010) se toman la palabra por “todos los chilenos” y sin embargo, lo que persiguen es su permanencia en el poder. Con esta composición del poder político y las características señaladas, toda una nación debe estar regida a los acuerdos que tomen y que se componen de “maniobras” o “muñequeo” que en absoluto van a tratar los temas relevante en profundidad.
No es la intención desacreditar la política y las ideas argumentadas que pueda haber detrás de ellas, sino que lo crítico es que llevamos 35 años con una población carente de educación cívica y de participación política (a la fecha ya van casi 40 años).
Este análisis se realiza porque esta es la escenografía que rodea el maratónico acuerdo entre la Alianza y Concertación cuando se presenta la LGE a los diputados. Claro está que es loable destacar las razones fundadas de los parlamentarios que votaron en contra de la idea de legislar o que se abstuvieron, esa actitud los ubica en un sitial, aunque minoritario, de políticos que ante cualquier circunstancia tienen la capacidad de razonar y de actuar con alturas de miras, ello habla de consecuencia política que es una cualidad que se destaca en los funerales de personas que han tenido una relevancia en la vida nacional, pero que el privilegio de los acuerdos hace que tal característica se encuentre en extinción.
La responsabilidad de la no participación y la no inscripción en los registros electorales se entiende por las características de quienes están en el poder político (hoy situados en el año 2013, el indicador es cuántos no concurren a votar en las elecciones generales, no en primarias), sin embargo, los que están en esa condición también son seres humanos y ciudadanos que tienen una capacidad de reacción. Quienes creyeron en los discursos de cuando parte la Concertación y que en función de eso acuden con prestancia a los registros electorales y hoy se encuentran descontentos, ya no tienen alternativa de desafiliación en su registro (ahora todos pueden votar). En este terreno son muchas las personas que no están dispuestas en ningún momento a votar por la derecha, pero tampoco apoyar a la Concertación ni siquiera en segunda vuelta (reflejo claro fue la última elección presidencial del 2009). Esta forma de ver las cosas lleva a pensar que el naipe se está barajando y en una de esas nos sorprenden con un acuerdo con un candidato de consenso entre la Alianza y la Concertación para la presidenciales del 2009 (ello no fue así, pero llegamos a un gobierno de derecha).
Aparte del “ajetreo” de la última semana por encauzar a los miembros del grupo minoritario que nos gobierna, hay expresiones políticas que se dan hacia la opinión pública a través de la televisión o la radio en entrevistas a la autoridad principal de Educación.
Por lo limitado que es el tiempo en televisión y los segundos de que dispone un televidente en los programas interactivos, es conveniente no dejar pasar en análisis posteriores como este, una revisión de los conceptos vertidos con la finalidad de tener la certeza de la forma en que se conduce el país.
En el programa Tolerancia Cero del domingo 14 de junio se abordan los siguientes tópicos emanados de una autoridad educacional con plena representación del gobierno:
Se indicaba que los jóvenes que protestaban en las calles “ni siquiera estaban inscritos en los registros electorales”. Hasta hace algunos años cuando aún existía un nivel de expectativas respecto a los cambios que impulsarían los gobiernos de la Concertación, se aceptaba la hipótesis de que los no inscritos carecían de “autoridad moral” para manifestar opiniones si finalmente la decisión ciudadana se manifestaba en las urnas. Sin embargo, en las condiciones actuales en que no se reconoce una práctica sistemática de incentivar la participación y las autoridades en las cuales se concentra el poder no dan muestra de confiabilidad, cabe preguntarse si una persona adquiere el derecho de votar a través de la inscripción y nuevamente llegamos a la situación de una segunda vuelta electoral, ¿la Concertación tiene los méritos suficientes para seguir gobernando? o ¿la derecha tiene una ideología para resolver los problemas originados desde la época de la dictadura?. Esa es la coyuntura actual en la cual se desenvuelve la política (año 2013, siguen vigentes las interrogantes)
Se emitía un juicio que quienes protestaban, haciendo referencia a los profesores y haciendo un paralelo con la decisión que debía tomar el Parlamento, eran de un sector que no tenían otra forma de manifestar sus discrepancias en consideración a que se encontraban excluidos por el sistema binominal. Al respecto se aprecia que no todos los que protestan son adherentes del Partido Comunista o adherentes de una fuerza excluida del Parlamento. Entre los que se manifiestan hay muchos independientes y que se encuentran con un grado considerable de disconformidad. Si se saca a la luz la cuestión del sistema binominal, en el cual se busca una fórmula para aumentar el número de parlamentarios con el fin de darle cabida a los que se encuentran excluidos, algo muy elemental es que cuando existe en la Cámara de Diputados un número de parlamentarios mayor que 100, cualquier porcentaje a nivel nacional mayor que 1 debería dar cabida a un congresista en un número igual a la parte entera del porcentaje obtenido y ello daría un grado de homogeneidad al escrutinio de nivel nacional. Hay que recordar que las leyes en su mayoría no están cargadas hacia un interés regionalista sino que afectan a la nación entera. En definitiva la representación en el parlamento en un sentido democrático debe ser proporcional y resulta innecesario el aumento de los parlamentarios como “mecanismo de término al binominal”, la esencia del binominal es que el 33% tiene la misma representación del 50%:
Hay dos polos que deben actuar combinados uno con otro, se indica que la subvención escolar por alumno alcanza a los $60.000 y a la vez se insiste en forma reiterada que la Educación debe dar paso a la igualdad de oportunidades y a la equidad. Para que coexistan estos polos debe existir claridad que si en el país se pueden identificar los colegios que tienen mejores resultados, allí es precisamente donde se puede “copiar” un modelo de calidad y a la vez no cabe duda que para la obtención de logros los recursos económicos involucrados sean importantes. Se concluye por una cuestión elemental ya sea de lógica o matemática básica de proporciones la relación directa de recurso vs. calidad. En la misma línea del análisis, un sostenedor no es un filántropo, sino que tiene interés aun siendo su giro único el de la Educación (que perfectamente puede adecuarlo dejando sus giros adicionales en manos de familiares), en instaurar un negocio. Un sostenedor con ese perfil obviamente tiene la motivación de lograr una utilidad económica y puede complementar el recurso con el cobro a los apoderados con lo cual se produce una selección natural de acuerdo a la capacidad de pago de las familias, o bien se adapta a lo que percibe por la subvención y de esta forma se produce un rango de enseñanzas diferentes, abortando por completo el propósito de la igualdad de oportunidades. Es a este fenómeno que contribuye el
Estado cuando abre la puerta al lucro, en contraposición a ello se debe apuntar a un Estado con un rol activo frente a la Educación.
Actualmente la autoridad de Educación no tiene la facultad de intervenir cuando no le entrega la subvención a un municipio por un período de paro de los docentes, cuando hay problemas en una Universidad Estatal tampoco tiene facultades, ello sin lugar a dudas no era así antes de la dictadura, pero no hay intenciones de cambio pues hay un vínculo estrecho entre los que tienen poder en las decisiones y los dueños de los negocios educacionales. Es notorio el tránsito entre las autoridades gubernamentales y los directorios de Universidades privadas.
Se expresaba que no se trataba de entregar plata en forma desmedida, pero queda la gran duda de qué se entiende por igualdad de oportunidades y equidad, bajo condiciones de no poder alcanzar el recurso promedio referencial utilizado en los 10 establecimientos que pueden exhibir mejores logros.
Resulta extraño que se diga que si los estudiantes quieren calidad deben estar en las aulas, ya que la calidad se resuelve en el Parlamento. Ello en un evidente reproche a la movilización de estudiantes. Al parecer hay una amnesia respecto a la importancia que tuvieron las movilizaciones en las que participaban quienes hoy son ministros o parlamentarios, o es que acaso se miran esos movimientos de antaño como los responsables de tener un país con una estructura política como la actual, o bajo otra perspectiva los movimientos estudiantiles a esta altura ya son extemporáneos y las decisiones son privativas de un pequeño grupo de ciudadanos privilegiados.
En otro programa de televisión a inicios de la semana del 16 de junio, un alcalde (Zalaquet) se expresa de tal forma que destacan las siguientes actitudes:
Carece de la educación suficiente para darse cuenta que a las personas se les debe tratar bien aunque sea alto el grado de discrepancia que se pueda tener, ello se particularizo en el Presidente del Colegio de Profesores.
El mismo alcalde ve como una pérdida grave para los alumnos de cuarto medio el no tener clases durante dos semanas por su incidencia en los resultados de la PSU, pero es obvio que no entiende que la PSU mide un proceso de aprendizaje en el tiempo que es más de dos semanas.
En la radio de la Universidad de Chile en un programa del 21 de junio de 2008, una senadora, hoy en 2013 convertida en Ministra del Trabajo, expresa que unos de los beneficios de la LGE es:
Un ingeniero químico tendrá la posibilidad de hacer clases de química en un liceo, esto es un absurdo. Se plantea obviamente bajo una mirada política pero se nota un nulo conocimiento del proceso de enseñanza aprendizaje. Esta apreciación será analizada más adelante en el contexto de la dimensión pedagógica.
Los tres enfoques expuestos correspondientes al entorno político expresado en la contingencia de la aprobación de la Ley General de Educación, son indicadores de la superficialidad con que es tratado el problema educativo y el perfil de quienes están a cargo del país como representantes de los electores.
Dimensión Social
Esta es una dimensión de extraordinaria importancia bajo las siguientes consideraciones:
Existe una estructura social, en la cual se encuentra inserta la desigualdad, ésta se manifiesta en términos que los ciudadanos están en diferentes niveles de satisfacción de necesidades. A algunos no les alcanza para vivir en forma humanamente digna y otros viven en medio de una opulencia. De paso el concepto de dignidad es tratado de la misma forma que el de calidad en la educación, es decir, bajo una forma de carencia absoluta de definición solo se “supone” que dignidad es “algo bueno” pero no se entra en detalles.
La desigualdad tiene una relación directa con la disponibilidad de recursos. En el país se distinguen en un nivel general dos tipos de recursos, uno es el recurso que pertenece a los privados y el otro es el recurso que tiene el Estado.
Desde el punto de vista de la posición de un individuo frente a las consecuencias de la desigualdad, hay personas que se ven perjudicadas por sus efectos y otras que no tienen ese problema. Por otro lado, dentro de la formación del individuo, no existe sobre todo en los niveles de la población de mayores ingresos una voluntad por un equilibrio diferente de la distribución de los recursos ya que es una condición de formación el no aceptar la posibilidad de retroceder en el status social, aun cuando se lleve una vida rodeada de gran cantidad de superfluos. Por tanto, para quienes tienen el poder económico, les conviene mantener las diferencias de manera proporcionalmente constantes y hacer que esta concepción de vida se transmita de generación en generación.
Si consideramos que la estructura de la sociedad en cuanto a la distribución del ingreso se representa por una pirámide, un efecto de movilidad social sólo consigue disminuir la brecha hasta cierto nivel de la pirámide y ello determina que actividades de un nivel de ingreso óptimo medido en forma relativa al costo de la vida, un tiempo después disminuyen su nivel. Es decir, lo más que se puede esperar es una redistribución desde los niveles medios hacia abajo.
En una nación existen dos grandes ejes determinantes de la situación de desigualdad: uno es la economía. Este eje se encuentra condicionado a un sistema que viene desde inicios de la dictadura y que se ve favorecido por el asunto de la globalización. El hecho que no existan modelos alternativos que baraje la autoridad económica, produce una situación de riesgo en la cual los más afectados son los que se encuentran en la parte más baja de la pirámide. Por otro lado, la movilidad social no se concibe como una cuestión “sana”, sino que se trata de darle a las personas la posibilidad de endeudamiento y no de vivir en forma racional. Ello se ve favorecido por la gran cantidad de productos tecnológicos disponibles y la acción del marketing que incentiva a gastar más.
El otro eje es la educación, siempre y cuando se entienda y se tenga como prioridad el alcanzar un reordenamiento social de lo contrario se produce una situación de inmovilidad. Ello implica por una parte asignar a los trabajos una importancia que se mida con el aumento del nivel de ingreso y teniendo totalmente claro que mientras más educación tenga una persona debe ascender en la escala social y por ende la empresa debe pagarle más asumiendo las consecuencias debidas. Es en este punto, donde la autoridad educacional si manifiesta una distancia o no pertenencia respecto a hechos que ocurren en la Educación Municipal o Universitaria, con mayor razón no se va involucrar de manera contundente y ni siquiera con una opinión. Más aún si los empresarios agrupados en la Confederación de la Producción y el Comercio visualizan que la población se está educando más, sin lugar a dudas van a percibir un futuro no favorable para sus negocios y observarán la transformación como una amenaza y no como oportunidad.
Lo planteado en el párrafo anterior no es una cuestión menor, ya que estamos en un país en el cual cada uno no quiere retroceder en lo económico y una mejora de proporciones en educación conduce a dos caminos: una transformación social con un posicionamiento diferente que incide en todos los chilenos o una explosión social producto de una generación de expectativas falsas. No es ni más ni menos que lo planteado, la decisión de fondo que ésta presente en estos ámbitos.
Pero esta cuestión no es aislada, ya que por largo tiempo en nuestro país opera una doctrina que ha llevado las cosas al estado actual. En el Informe por la equidad y el trabajo se soslaya un planteamiento ajustado al tipo de pensamiento que la sustenta, como solución a la disminución de la cesantía, se considera un subsidio estatal en beneficio de la empresa y el trabajador contratado, este subsidio da derecho al monto máximo por una remuneración pagada cercana al sueldo mínimo (luego viene una escala decreciente), el aporte estatal en el caso más óptimo alcanza a un 30% de la remuneración, de los cuales 20% van al trabajador y el 10% al empleador. Pero aparecen otros actores como la posibilidad de que ese 20% se incorpore a una cuenta bancaria del trabajador, es exigible que el trabajador se encuentre contratado por lo que aparece la AFP y el Sistema de Salud, por último, el empresario lleva dos beneficios adicionales que no se indican en el informe pero son una realidad: después de 10 meses tiene financiada la indemnización del trabajador por un año trabajado y es obvio que el gasto que ocasiona la contratación determina un menor pago de impuestos. A parte de esto, va una aceptación por parte del Estado que existan empleos que se suponen que son de importancia para la empresa, ya que sería raro que un empresario genere trabajos sin una necesidad de por medio, que tienen un valor de alrededor de $4.000 diarios.
Además, es común la lógica de pensamiento que si una persona esta cesante y logra un trabajo de $159.000 (cifra de referencia del 2008) ha superado con creces su problema de cesantía, pero si se hace el ejercicio de un gasto mensual se podrá comprobar que alcanza para un nivel de vida muy deficiente y que es plenamente tolerado por la autoridad y el parlamento.
El panorama descrito, es la descripción de la estructura social en la cual estamos inmersos y que se trata de justificar y aceptar por el nivel de educación que tiene la población. Es aquí donde se crea un “círculo” de problemas entrelazados: poca capacidad de emprendimiento, drogadicción, delincuencia, alcoholismo, aprendizaje afectado por variables de entorno que repercuten en la motivación para aprender, etc. Esta situación por cierto nada de alentadora, hace que las personas no tengan acceso a una buena atención de salud, alimentación deficiente, vivienda deficiente y todos los derivados de una mala posición social.
Ahora bien, de los dos ejes que se mencionaban, en el único que tienen injerencia los ciudadanos es en la obtención de la herramientas a través de la educación, pero para esto deben coexistir dos cuestiones: convencimiento y disposición por aceptar que vendría una transformación social; y, tener una visión de la enseñanza como algo que va más allá de logros de “lecto escritura” o “asimilación de contenidos”, que siendo importantes, la propuesta de un Estado o de un gobierno debe ser más profunda y resolutiva, además perdurable en el tiempo.
Existiendo un diagnóstico de la problemática social, lo que viene es concebir de alguna forma cómo debe ser el accionar desde la Educación, teniendo claridad en que no es una situación fácil de resolver y exige ir pasando por etapas diferentes. Puede que con el tiempo y ello a un plazo largo, no sea de importancia la discusión del lucro a condición a que todos tengan acceso a una Educación calidad. Sin embargo, en la actualidad se trata de algo sustancial. Más aún considerando que la problemática social es de envergadura y el empresario que tiene un colegio es altamente probable que no se comprometa con modelos de transformación social, ya que por largo tiempo ha “crecido” en un entorno que lo favorece, así de delicado es lo que enfrentan los futuros Ministros de Educación y los gobiernos venideros (apreciación con data del 2008 y plenamente vigente).
Asistimos a un verdadero “enjambre social”, que para desenredarlo debe actuar en forma mancomunada las acciones sociales ejecutadas por los organismos competentes y la herramienta mediadora para el tránsito hacia una sociedad justa como lo es la Educación. Comprendiendo que la importancia del recurso es algo fundamental, el único que podrá jugar una labor decidora es el Estado, por ello es que no resulta para nada conveniente que los recursos que éste provee se hagan llegar a través de intermediarios, sino que deben existir establecimientos públicos gratuitos que entre otras cosas permitan destinar recursos en la magnitud ya descrita en este mismo documento y más aún, si consideramos que el nivel más bajo de la población presenta gran vulnerabilidad, el rol de la enseñanza debe estar preparado para ser multifacético.
La enseñanza hay que estructurarla según los escenarios que se tengan que enfrentar: hay que trabajar con las familias, la cantidad de alumnos por cursos en ocasiones debe ser baja de tal forma de dedicar un tiempo promedio mayor para cada uno de ellos, las metodologías deben ser variadas y la parte motivacional debe ser fuerte. Lo anterior significa que se deben idear actividades que vayan otorgando confianza para que el aprendizaje se haga efectivo.
La labor del educador, en una primera etapa debe ser muy variada, ya que poniendo de relieve de manera efectiva este asunto de la igualdad de oportunidades y de la equidad postulado por el gobierno, el punto de partida es diametralmente opuesto según el sector de donde provengan los educandos. Hay sectores donde se entregan todas las oportunidades y otros donde estas son nulas. En los tiempos actuales no se puede comparar la oportunidad de un alumno que no tiene que recorrer mucho para llegar a un buen colegio con otro que se debe cambiar de ciudad porque en su lugar de origen no existe la Enseñaza Media.
Estos problemas y con la magnitud de la responsabilidad del Estado a través del Ministerio de Educación, exigen que los organismos gubernamentales actúen de manera inteligente y con austeridad. Actualmente, la acción de algunos hace que la ciudadanía tenga un concepto de Estado no como un garante de una buena gestión e incluso con cierta dosis de desconfianza, esto puede constituir una maniobra que haga a la gente pensar que el mejor administrador es el privado, a quien le conviene la existencia de muestras de corrupción sean o no verídicas.
Al resolver el tema de la desigualdad mediante el accionar impulsado desde las aulas, no se trata de una mera redistribución del ingreso y de los recursos, sino que hay que dotar al país de mayor inteligencia, no sólo el emprendimiento colaborativo pasa a ser importante, ya que también debe ocupar un sitial la creatividad. Además, el Estado debe impulsar actividades que le generen recursos no sólo provenientes de los impuestos, es necesario observar la producción de bienes y servicios como fuente de retorno para seguir invirtiendo en las necesidades de la nación,
perfectamente hay rubros en los cuales se pueden generar administraciones mixtas, pero no tratando de emular con empresas estatales las mismas condiciones del nivel gerencial que en los organismos privados, ello implica que se debe recobrar el servicio público sin tener gerentes que dan la impresión que lo único que persiguen es ubicarse en el trampolín de la privatización. El mejoramiento en Educación no es otra cosa que un Estado que invierte en conocimiento y obtiene un retorno en beneficio de la continuidad de un estándar de vida óptimo, el Estado no puede ser un espectador, sino que debe ser un productor y si se trata de competencia, debe competir.
Por último, con esta dimensión social de la Educación, se deja de manifiesto la precariedad de un proyecto educativo que pudiese haber por detrás de la LGE, en estas materias nada debe quedar en el terreno de lo “supuesto”, sino que aquí es donde es urgente la práctica de la transparencia y la participación. No se puede brindar como resultado la creación de organismos estructurales si es que se carece de una política de fondo.
Dimensión Humana
En el informe del Consejo Asesor por la Educación, se señalaba la preocupación sobre cómo los niños se ven enfrentados a una mala educación determinados por la “cuna” donde nacen, lo cual no es otra cosa que por el ambiente en el cual se encuentran insertos.
Si bien es cierto el tema del aborto no viene al caso analizarlo en esta oportunidad, los que son sus detractores y se inclinan “por la vida”, deben reconocer la situación de desventaja en que se ve inmerso una persona que nace en un entorno de vulnerabilidad, el cual impide lograr una calidad de vida humanamente razonable. No se trata sólo de permitir vivir, sino que se debe vivir bien.
Resulta difícil desde el punto de vista humano la defensa férrea que hacen de un sueldo mínimo ciertos empresarios y la forma en que nadie es capaz de comprometerse indicando con qué cantidad de dinero una persona puede vivir bien. El Estado en su rol subsidiario no puede siempre estar otorgando “limosnas”, para un sector de la sociedad que se ha visto postergado por el sistema, cada vez que se habla de un mejoramiento se entregan cifras que sí bien es cierto pueden resultar importantes para los beneficiarios, se sabe que son cifras ínfimas. Lo único que se hace es dar un pequeño “paliativo” para contrarrestar el efecto de políticas de desigualdades practicadas por décadas. Al mismo tiempo el Estado se hace cargo de desembolsar millonarias sumas de dinero a favor de sectores que son poderosos cuando entran en problemas como es el caso de la banca.
Por cierto no se trata de esperar que el Estado entregue grandes sumas de dinero y se tenga una parte de la población que siempre este esperando el beneficio social, lo esencial es la Educación para una sociedad humana, en que se le otorgue importancia a las diversas actividades que aportan un valor a la comunidad y que como retribución sean bien remuneradas, uno de los objetivos centrales de la Educación debe ser educar para la vida laboral. La proyección de una sociedad humana tiene como condición una proyección de una empresa inserta en esa característica, en cuanto a que está a la espera del mejor recurso humano al cual le puede retribuir con una remuneración adecuada.
Eso no es sin sacrificios, sino con el compromiso entre sociedad e individuo de mantener un estándar de vida “verdaderamente digno” y volcar toda la capacidad para obtener una buena preparación con la ventaja que ello conlleva. En la medida que la igualdad de oportunidades es una realidad, que existe un desarrollo con equidad estamos asistiendo a una “país amable y justo”. Teniendo una plataforma basal de este tipo, resulta natural niveles diferenciados de progreso atendiendo a las capacidades individuales, pero también no requiere ningún análisis que hay actividades que son de tipo “vital” y que tradicionalmente son mal remuneradas, por tanto, se trata de idear formas de manera progresiva de otorgar un plus al desempeño para asociarlos al aumento del conocimiento, nuevamente va la interrogante de ¿qué pasaría si en Santiago por dos semanas nadie recolectara la basura?, el resto del análisis queda propuesto al lector.
El bajo nivel educacional, en la actualidad se explota de manera considerable y ello se observa en variadas actividades de atención de público (multitiendas, supermercados, empresas de servicios, etc), pero también se produce un grado de “resignación” por parte de los clientes hacia la cara visible de los negocios ya se sabe del bajo nivel de remuneraciones que perciben y por tanto no se espera más. Escapa de la naturaleza humana cuando un simple cálculo puede indicar que una persona debe trabajar 20 años para ganar lo que otra percibe en un mes o en forma más generalizada otra persona que gana en 2 años lo que otra percibe en un mes. Por supuesto en este sentido no se puede esperar nada de las autoridades ya que son arte y parte de esa situación.
Así como en generaciones se ha transmitido la frase “que hay que estudiar para ser grandes mañana”, el punto es sí la Educación se encuentra o no en una corriente transformadora o priman los intereses individualistas y egoístas que ponen una traba al contenido de esa frase.
De esta forma se va descubriendo que los prismas del problema educacional son variados y hay urgencia en resolverlos, pero no bajo el concepto de las “urgencias legislativas”, sino con el criterio de que en el tiempo que sea apropiado se estructure una solución inteligente que no se asemeje a la forma en que se implementó el sistema de transporte de la ciudad de Santiago. No es una cuestión de la búsqueda de cómo “riman” las frases de los acuerdos, sino que se trata de un Proyecto íntegro y a la vez dinámico, esto último porque el accionar va cambiando según paulatinamente se resuelven problemas y acorde a los progresos de la humanidad, no se trata de una ley que se implementa en el camino sino por el contrario debe tener una plataforma basal sólida.
Dimensión Pedagógica
Si de forma real existe una política orientada hacia otorgar importancia a la Educación como una herramienta para favorecer el desarrollo de las personas, si el propósito de otorgar una igualdad de oportunidades sigue en pie después de todo lo analizado, y si se acepta lo inhumano que resulta la mantención de una mano de obra barata sin la valoración debida de la importancia que cada persona aporta al país, lo que sigue es definir una directriz sobre cómo la pedagogía y todo lo que ello conlleva se pone el servicio de una transformación de magnitud que abarque los tres aspectos mencionados, y que sean la orientación del diseño de un currículum centrado en los objetivos que sean atingentes a la tan anhelada transformación y sobre la cual cuesta ceder.
La pedagogía se entiende para estos efectos, como la conjugación de técnicas para impartir materias, metodologías de enseñanza, medios para el logro de aprendizaje de contenidos, organización de elementos que sean parte de la formación integral, entrega de herramientas que favorezcan el emprendimiento, formación para la actividad laboral, desarrollo de la creatividad del ser humano, incentivar el conocimiento nuevas tecnologías, enseñanza de técnicas de investigación, etc. En suma, se trata de “imaginarse” todo lo mejor que puede ocurrir en un proceso de enseñanza y eso llevarlo al aula.
Sin embargo, estos son componentes que se identifican con un modelo de calidad que sólo unos pocos colegios los tienen incorporados, y por el factor de disponibilidad de recursos la mayoría la Educación adolece de estos elementos. Si la igualdad de oportunidades no estuviese en juego bastaría con un mejoramiento parcial de la Educación según el punto de partida, pero en buena hora el gobierno propugna este concepto complementado con la equidad, al menos ya hay un avance conceptual y social que se toma como referencia.
La justificación radica en un sistema que proviene del compromiso de quienes legislan y otros que son autoridades gubernamentales con personas que se lucran con la enseñanza, el término de la formación de los docentes en las Escuelas Normales y que constituía la preparación de un recurso humano de excelencia, el posicionamiento de las carreras de pedagogía dentro del sistema universitario dado en el gobierno militar, los beneficios que trae para los grandes empresarios el disponer de una población con un bajo nivel de enseñanza, la “reserva” de un grupo de actividades que se ejercen en toda sociedad y que se subestiman encargándosela a personas de baja instrucción, todo lo cual como ya se ha mencionado, repercute en la posibilidad de contar con una desigualdad desmedida.
Como se ha mencionado en otros artículos, los cambios en Educación siempre que exista la voluntad de efectuarlos, tardan un tiempo aproximado de 12 años en el desarrollo de un ciclo completo, aunque en algunas componentes se puede reducir a la mitad, pero lo que no tiene por qué tardar, es la elaboración de un diagnóstico y el paso inmediato a la acción, con o sin ley, de los siguientes ámbitos:
Determinar la situación educacional de los sectores más vulnerables y proponer acciones a seguir dentro de plazos bien definidos en el ámbito de una pedagogía social para encausar a ese grupo en la obtención de la igualdad de oportunidades. Esto es considerando todas la medidas que contribuyan a atacar las variables de entorno y que indudablemente harán más difícil un la actividad educacional en esos grupos.
Definir el perfil de exigencia de las carreras de pedagogía, que sin lugar a dudas al insertarlas como un eslabón principal de este cambio deben obedecer a la siguiente proyección: nivel alto de exigencia para quienes ingresan a las carreras de pedagogía, formación durante la carrera de pedagogía con un conocimiento integral de metodologías que permita el trabajo en aula dentro de una primera etapa con la capacidad de atender alumnos provenientes de entornos sociales diversos. Dentro de este aspecto, no se puede omitir que la exigencia para quienes ingresan a las carreras de Educación de inmediato en un contexto del modelo económico imperante, conlleve un aumento significativo de remuneraciones del sector docente, y en particular este cambio inminente que debe existir en estas carreras no tiene porque tardar más allá de 6 años, estamos hablando desde que un profesor inicia su formación profesional hasta que comienza a trabajar en aula. No esta demás señalar que la persona más idónea para impartir docencia y ello como respuesta a un comentario anterior, debe ser un pedagogo. Por mucho que un ingeniero tenga un conocimiento cabal de una materia, ni siquiera en el ámbito de la Educación Superior puede llegar a ser un buen docente.
Reconocer el factor de cantidad de alumnos por cursos como algo determinante para el período en que se debe llevar a efecto un trabajo de características dispares para homologar la igualdad de oportunidades a partir de la Educación. En sectores donde hay vulnerabilidad social o se ha mantenido una calidad mediocre en la enseñanza por no contar con las condiciones que requiere un modelo de calidad, se debe destinar mayor tiempo por cada estudiante y llevar a la práctica lo que se ha mencionado como enseñanza personalizada. Es claro que esto refuerza la apreciación que al inicio de la transformación el recurso que absorberá la Educación “niveladora” es más alto que el recurso normal que se necesitará cuando se llegue a una estabilización y en ningún caso se trata de un despilfarro. En este ámbito se refuerza la idea que los recursos en Educación son altos y por ende que el dinero que sale del Estado no pueden ir a favor del lucro, ya que lo contrario significaría ir contra la corriente o sencillamente estaríamos en presencia de un país que le da lo mismo la repercusión social de la actividad educativa.
Como un principio transversal de la Educación en todo nivel, no pueden dejarse “eslabones sueltos” ni sometidos al juego del “libre mercado” o “de la oferta y la demanda”, y esto se relaciona directamente con que la Educación no es un negocio. Pero el punto principal aquí es que el ser humano se desarrolla en una nación que tiene necesidades por satisfacer y en forma ideal, no utópica, en una sociedad civilizada, todo individuo debe estar en condiciones de hacer un aporte en función de su desempeño, dentro del cual se integra su vocación y su formación. Si el país le da verdadera importancia aprovechará esos elementos para su desarrollo. La parte vocacional tiene una fuerte componente individual, pero si se sabe guiar a través de la Educación se puede orientar hacia lo que el país requiere dentro de un amplio espectro de actividades que el ser humano realiza. En tanto la formación se vincula con el conocimiento, hábitos aprendidos, conductas que se estructuran a través del conocimiento. Si dentro de un enfoque humanista, se considera que ninguna persona está “demás”, la sociedad a través de sus organismos competentes debe ser capaz de planear el futuro del país y dinamizar su enseñanza atendiendo a un escenario cambiante pero que en ningún caso impide no ejercer una Educación de calidad y con un sentido social y humano. En el paso sucesivo por los diferentes niveles de enseñanza, se organizan los conocimientos en unidades, asignaturas, cursos y de esa forman se entrelazan objetivos, pero desde el punto de vista pedagógico para no generar frustraciones ni expectativas falsas los objetivos mayores de la Educación se deben vincular a objetivos del país y a las actividades laborales que se vean favorecidas con las diferentes áreas del conocimiento. Si un país no planifica sus necesidades y lo que requiere de la Educación, vamos a asistir de manera continua a la creación de carreras que desaparecen en un corto tiempo, o que los profesionales que forman se constituyen en “cesantes ilustrados” y en fin llegaremos a resultados indeseados.
El tema de la calidad de la Educación se ha tratado de manera detallada en otros artículos. Lo rescatable como refuerzo para este análisis es lo siguiente: es imposible desde cualquier punto de vista que se mire, que se postule la igualdad de oportunidades coexistiendo modelos de calidad de excelencia con los recursos correspondientes en algunos colegios privados, con los modelos de enseñanza bajo condiciones de disponibilidad ínfima de recursos y con intermediarios que persiguen utilidades; no se puede hablar de calidad sin hacer un levantamiento “transparente” de todos los factores que la hacen posible con referentes bien precisos, por ejemplo, los 10 mejores establecimientos de Santiago; finalmente, es oportuno considerar que la calidad requiere de indicadores que van más allá de los resultados de pruebas como el SIMCE, se observa calidad en el comportamiento diario de las personas, en el tipo de medios de comunicación de que se dispone, en la formación de los alumnos que llegan a las aulas de establecimientos de Educación Superior, en la participación ciudadana dentro del país y porque no decirlo, en las decisiones y/o gestión efectuadas por autoridades que se “supone” que cuentan con una experiencia en temas de su ámbito y sin embargo recurrentemente se ven comprometidas en decisiones erradas o situaciones de corrupción.
Se debe reconocer que aquí se ha señalado la importancia de una transformación de las carreras de pedagogía, pero también una variable importante es que hay docentes que se han formado en este sistema, ejercen su labor en condiciones desfavorables, ingresaron a las carreras de pedagogía con un nivel bajo de puntaje por la cuestión de una profesión poco “atractiva” desde el punto de vista económico, en síntesis el cuerpo docente salvo excepciones, ha sido parte de un modelo que se ha retroalimentado por un estancamiento considerable. Para revertir la situación con el recurso humano que trabaja en la actualidad en la Educación y que debe jugar un rol importante en un primer período, hay que exigir pero a la vez dar confianzas en el desempeño. La exigencia va por el lado de determinar en forma precisa el rol del docente actual en un proceso de cambio y en forma alternada asignarles un año calendario exclusivo para perfeccionamiento, reforzando el concepto del accionar pedagógico en un escenario de condiciones adversas y con metas del ámbito social. Otro factor de importancia es la cantidad de horas frente al curso y el número de alumnos de cada aula, si bien es cierto resulta propicia la evaluación docente, resulta más útil en esta etapa en hacer todos los refuerzos necesarios para formar hacia el nuevo modelo, dentro de la formación como algo natural al ejercicio pedagógico se puede incorporar la evaluación con la resultante de reconocer cuales son los potenciales más fuertes en el ejercicio de su labor docente. Los profesores en ejercicio de acuerdo al análisis previo, tienen una responsabilidad de a lo menos 6 años en ser gravitantes en el proceso de cambio, período en que se deben hacer cargo de nuevas políticas educacionales, ser una avanzada en la atención de los sectores más vulnerables y superar las falencias personales por provenir mayoritariamente de una generación formada bajo un período en que la Educación se orienta por el sentido y visión originada en tiempos de la dictadura, resulta difícil que los profesores se puedan extrapolar del sistema que los formo, esa es su realidad y eso es lo que esta pendiente de revertir. Hay quienes han culpado a los profesores de los resultados de alguna prueba de medición, ello es errado ya que el problema educacional es de carácter sistémico y eso hace manifestar una preocupación en el propiciar el cambio de una ley de manera muy poco razonada