La arquitectura y el diseño nos permiten crear expresar y maravillar también todo desde un espacio de creatividad sin límites. La ley 20,422 tiene párrafos específicos dedicados al entorno físico, para su conocimiento les daré una pincelada de lo que habla esta normativa.
“Los edificios de uso público y aquéllos que, sin importar su carga de ocupación, presten un servicio a la comunidad; toda nueva edificación colectiva (por ejemplo, departamentos, oficinas y locales comerciales); las obras que el Estado o los particulares ejecuten en el espacio público al interior de los límites urbanos y los accesos a los medios de transporte público de pasajeros y a los bienes nacionales de uso público (por ejemplo, vías públicas, pasarelas
peatonales, parques y plazas), deberán ser accesibles y utilizables en forma autovalente y sin dificultad por personas con discapacidad”.
¿Qué ocurre con las edificaciones existentes a la fecha de entrada en vigencia de la Ley?
La Ley se refiere a dos tipos de edificaciones:
1) Edificaciones anteriores a la entrada en vigencia de la Ley N°19.284 (enero1994).
2) Edificaciones colectivas destinadas exclusivamente a vivienda con permisos de construcción solicitados entre la entrada en vigencia de la Ley N°19.284 (enero 1994) y la entrad a en vigencia de la Ley N°20.422 (febrero 2010)
Estas edificaciones continuarán sujetas a las exigencias de accesibilidad contenidas en el artículo 21 de la Ley N°19.284 y en las normas reglamentarias dictadas en virtud de dicha ley. Por lo tanto, respecto de estas edificaciones (por ejemplo, edificios destinados a un uso habitacional exclusivo), continúa vigente la Ley N°19.284.
De esta forma, “los edificios de la Administración Pública, de entidades que prestan servicios básicos y de utilidad pública, entre otros, deberán dentro de 3 años ser accesibles para las personas con discapacidad”. Pueden obtener esta información más ampliada a través de Internet.
Más allá de lo que es la ley, más allá de las normativas y de toda la parafernalia legal, el tema principal es que esta sociedad no es inclusiva. Cuando hablan de edificios públicos y privados por ejemplo, sin ir más lejos un mall, pueden cumplir con toda la normativa legal respecto de los ascensores y las rampas que necesitamos para acceder al edificio, ¿Pero qué pasa una vez dentro del edificio?
¿Cómo puede saber una persona con discapacidad visual que es lo que puede encontrar en el tercer piso si el cartel que lo señala está solamente diseñado para videntes? ¿Dónde está el lenguaje Braille dentro del mall?
La persona con discapacidad visual entra al ascensor, quiere subir al segundo piso y no todos los ascensores tienen lenguaje Braille. Tampoco existe una voz que les señale en que piso están o cuando se está abriendo la puerta.
Como persona con discapacidad física me he dado cuenta a través de este tiempo que una vez que accedo al patio de comidas realmente no tengo donde sentarme, no porque no existan mesas, si no porque mi silla de ruedas no entra en ninguna.
Los arquitectos y diseñadores de este país son tan pero tan creativos, que se les ocurre colocar una pata de metal en la mitad de la mesa, de manera tal que las personas con discapacidad física tenemos que comer en el pasillo.
“El diseño universal dirige sus acciones al desarrollo de productos y entornos de fácil acceso para el mayor número de personas posibles sin la necesidad de adaptarlos o rediseñarlos de una manera especial”.
En esa dos líneas y media anteriores podemos darnos cuenta de que lo inclusivo no es algo que demande grandes sumas de dinero, todo lo contrario. Hablan de un pensamiento, de un afán de globalización, de no segregación, de no discriminación, de una ciudad y lugares para todos.
Por eso es que siendo ya estoy absolutamente segura, de que es imprescindible e imperativo que existan personas con discapacidad que trabajen en colegios, institutos, universidades, centros de formación técnica para dar a conocer desde lo vivencial y desde la experiencia el trabajo que deben hacer los futuros profesionales en relación a este tema.
Señores docentes, coordinadores de carrera, decanos, directores, rectores, incorporen la discapacidad como parte de una parrilla educativa obligatoria dentro de sus centros de educación. Entiendan que el diseño universal no es un favor, es un derecho. Tal como ustedes tienen el derecho a ser personas independientes y manejarse como tales nosotros también tenemos el derecho a hacerlo.
Como docente de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, soy parte de un tremendo grupo de personas dedicadas a la Educación. En estos tres años que llevo orgullosamente en la Universidad más prestigiosa del país, puedo decir con propiedad y autoridad que el problema del diseño universal, inclusividad, discriminación, es sólo cuestión de educación.
Señores arquitectos y diseñadores, sean creativos en edificar sociedades para todos, en sus manos está el construir literalmente una sociedad de oportunidades tanto en lo educativo como en lo laboral. Estoy segura que la persona con discapacidad visual les va agradecer el que puedan ser autovalentes respecto de cómo se mueven dentro de un lugar público sin preguntar, que la persona con discapacidad física pueda comer en un patio de comidas sin pasar malos ratos.
El diseño universal, la accesibilidad universal, la segregación universal, la discriminación universal, es una realidad. También depende de ustedes que estas palabras no sean sólo letra muerta.
Sociedad accesible, cultura universal, con ese juego de palabras ‘inclusión’ estaría fuera del diccionario.