El próximo 11 de agosto de 2013 conmemoraremos los 110 años de la desaparición física del prócer de Puerto Rico, República Dominicana y América Latina, Eugenio María de Hostos. Nos hemos reunido en la Ciudad Colonial de Santo Domingo. Fue ésta la primera ciudad amurallada por los conquistadores de América en el siglo XVI; fue también conocida como “Ciudad Trujillo”, posesión de un tirano; pero fue un territorio de resistencia y lucha patriótica en abril de 1965, primero por la democracia y luego contra el ocupante yanqui. En realidad, República Dominicana, (y la isla toda), ha sido siempre un faro de resistencia ante la opresión, en cuyo corazón está sembrado el insigne Hostos. En razón de esto, los convocantes a este tributo, entre los cuales se cuentan la Fundación Juan Bosch y la Organización para el Fomento del Desarrollo del Pensamiento, ante las autoridades nacionales y extranjeras presentes, como el Honorable José Guillermo Rodríguez, Alcalde de la Ciudad de Mayagüez, declaramos lo siguiente:
1. La defensa de la educación, en especial la de carácter público, en cada uno de nuestros países es una bandera que tomamos de Eugenio María de Hostos, y ratificamos su plena vigencia, como reivindicación fundamental en la conquista de una democracia auténtica, popular, justa, humanista y con sentido nacional. La educación pública ha sido sistemáticamente atacada por quienes han visto en ella una mercancía apetecible en lugar de ser un derecho elemental, por quienes detentan el poder económico y no quieren que se redistribuya la riqueza, y por quienes teniendo la responsabilidad política no han creído en el derecho de nuestros pueblos a ser algo más que mano de obra barata para el consumo y la acumulación de capital en el centro capitalista. Respaldamos todas las luchas por la educación pública que desde México hasta Chile han posibilitado volver a articular a las fuerzas sociales que cuestionan las estructuras injustas y la segregación en nuestras sociedades, y ayudan a abrir de nuevo las grandes alamedas por donde pasen el hombre y la mujer genuinamente libres. Respaldamos así mismo el compromiso que han manifestado el Gobierno Dominicano y su Presidente Danilo Medina al subrayar la educación y el cuidado de la infancia como garantías de la libertad.
2. Defender la escuela hoy debe significar defender a los maestros y maestras como constructores esenciales de la Nación, el aula como espacio de convivencia para una sociedad más justa y humana, la formación de un ser humano libre y obrero conciente de la vida como foco de la enseñanza, y el compromiso con los humildes y oprimidos como principio rector de los educadores y educadoras. Significa también crear las condiciones básicas para el desarrollo material y espiritual de nuestro país, como un proyecto colectivo, de vida común para la felicidad y el bienestar. La educación en general –pública y privada- en todos sus niveles, debe ser un factor de elevación y reforzamiento de la autoestima de los pueblos, de su identidad y conciencia histórica, tan tergiversadas y maltratadas por una cultura que aprecia más lo ajeno que lo propio, sin lo cual es inviable la voluntad de los hombres y mujeres de ser plenamente libres.
3. Suscribimos la aspiración de Eugenio María de Hostos por unas Antillas unidas, sustentadas en la soberanía plena de cada una de sus naciones y a la vez en la solidaridad estrecha entre sus pueblos, la defensa de su Independencia y un proyecto propio de vida. La América Latina de hoy revive la gesta de Hostos, Martí, Bolívar, Manuelita Sáenz, de un continente unido, a sabiendas de que solo esa unidad podrá salvarnos, en tanto que el aislamiento y la división solo ayudan a hundirnos por separado. El latinoamericanismo de Hostos se manifiesta hoy en proyectos de integración social, política, cultural y económica que abonan la concreción de una Patria Grande como hogar de todos y todas, en armonía con el mundo, a favor de la sobrevivencia de la especie y la Tierra como casa común.
4. Nos manifestamos en plena solidaridad con la decisión del prócer Eugenio María de Hostos de permanecer en tierras dominicanas hasta que su patria natal, Puerto Rico, sea plenamente libre. Como dijo Juan Mari Brás “Patria es universo”: es desde la patria desde donde construimos nuestra identidad, nuestra dignidad y libertad para entendernos y relacionarnos en igualdad con todos los países de la Tierra. La patria significa en primer lugar, el culto al ser humano y a la naturaleza, el derecho a la vida, a la identidad cultural y a la justicia social, y el auténtico poder de cada pueblo de dirigir sus destinos. Nos manifestamos en oposición de toda forma de colonialismo y de imperialismo, en fraternidad con la resistencia de Puerto Rico, Haití, Cuba, Bolivia, Ecuador, Venezuela, Colombia, Honduras, Palestina, Irak, Afganistán y todos los países amenazados o invadidos en la actualidad para ser saqueados y conquistados. Rechazamos la amenaza nuclear sobre la Humanidad, y a la vez reclamamos la liberación de todos los presos políticos, sometidos a procesos ajenos a los principios éticos y del Derecho, incluyendo Oscar López Rivera de Puerto Rico.
5. Reivindicamos la política tal y como la concibió Hostos: una actividad de compromiso ético con las mayorías, con la paz y la justicia, sin corrupción y con el bien de la Nación como propósito supremo, cuya realización se sustenta en un pueblo verdadero, y por tanto una práctica orientada a la concientización del pueblo sobre sus derechos y responsabilidades, y su tarea de ser genuino protagonista de su historia. Reivindicamos el ejemplo de todos los luchadores y luchadoras que han actuado en la política como Duarte, Hostos, los Restauradores, Minerva Mirabal y Juan Bosch, desprendidos de cualquier tipo de interés individual y apostando a construir pueblos dignos y soberanos.
Hoy decimos con Eugenio María de Hostos: Otra Educación, Otra América Latina, Otro Mundo y Otra Política ¡¡¡Son Posibles!!!