Si bien en las últimas décadas se ha alcanzando un mayor nivel de bienestar en América Latina y el Caribe, con avances importantes en áreas como la mortalidad infantil, la esperanza de vida, la igualdad de género y el reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas, de las personas con discapacidad y de los migrantes, aún quedan muchos desafíos pendientes en la región en términos de igualdad.
Para abordar esos desafíos, representantes de más de 30 países de la región discutirán una propuesta de agenda regional después de 2014, durante la Primera Reunión de la Conferencia Regional sobre Población y Desarrollo de América Latina y el Caribe que será inaugurada hoy en Montevideo, Uruguay, a las 18:00 horas con la presencia del Presidente de esa nación, José Mujica, la Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena, y el Director Ejecutivo del UNFPA, Babatunde Osotimehin.
La propuesta de agenda regional tiene dos ejes centrales: la igualdad y el enfoque de derechos. Aborda también el seguimiento al Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo (CIPD) de las Naciones Unidas, realizada en El Cairo en 1994.
Con esos objetivos la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), que organiza la conferencia en conjunto con el Gobierno de Uruguay y con el apoyo del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), dio a conocer el documento Propuesta de agenda regional en población y desarrollo para América Latina y el Caribe después de 2014, en el cual se identifican los temas prioritarios que debieran ser incluidos en esta agenda a futuro.
La propuesta se basa en el examen del Programa de Acción de la CIPD en la región, que demostró que ésta pudo avanzar en el cumplimiento de los acuerdos establecidos en 1994, gracias a políticas y medidas implementadas por los gobiernos en los países, aunque se mantienen diferencias considerables entre ellos.
Según las últimas cifras disponibles (correspondientes a las rondas censales de 2010) la población de la región llega a los 600 millones de personas y se prevé que entre 2013 y 2025 crezca 11% más, hasta los 680 millones, mientras que para 2050 llegaría a 750 millones.
En materia de planificación del desarrollo económico y social y reducción de la pobreza, esta última pasó de 48,8% en 1990 a 28,8% en 2012, según cifras de la CEPAL. Sin embargo, aún quedan 167 millones de latinoamericanos pobres y 66 millones viviendo en la indigencia.
La desigualdad ha mantenido una ligera tendencia a la baja, pero la región sigue siendo la más desigual del mundo. Se prevé que para 2015 América Latina alcance niveles de pobreza de 23,3% medido según el índice de desarrollo humano (IDH), cifra inferior al 37,5% estimado para los países con un IDH medio, pero aún lejana del 12,2% de los países que ostentan un IDH alto.
En igualdad de género, ha habido un gradual mejoramiento de la condición económica y social de la mujer, así como un paulatino avance hacia la igualdad entre los sexos. Sin embargo, las mujeres todavía deben soportar desventajas y discriminaciones de diferente tipo. Por ejemplo, en 2012 solo 23,2% de los parlamentarios nacionales eran mujeres y las tareas domésticas y de cuidado de otras personas, así como otros trabajos no remunerados, siguen recayendo mayoritariamente en ellas.
Sobre derechos reproductivos y acceso a la salud sexual y reproductiva los avances han estado orientados al reconocimiento formal de estos en las constituciones de reciente promulgación, así como al establecimiento de planes y programas específicos en varios países. En la mayoría de ellos la demanda insatisfecha de planificación familiar ha disminuido, situándose en valores que van de 4,7% a 12%, cifras por debajo del promedio mundial (12,4%).
Asimismo, la maternidad adolescente (grupo de 15 a 19 años) cayó hacia 2010 a niveles inferiores a 13% después de haber subido por sobre 14% en 2000. Sin embargo, se mantiene por sobre las cifras anotadas en 1990 (inferiores a 12%).
La mortalidad infantil también ha descendido entre 1990 y 2011 en la región y la mayoría de los países tiene una tasa por debajo de 20 niños fallecidos por 1.000 nacidos vivos, cifra muy inferior al promedio mundial. La mortalidad materna sigue siendo un desafío pendiente en la región, con una tasa regional por debajo de 210 muertes maternas por cada 100.000 nacimientos.
También se han implementado acciones para cumplir los objetivos de la CIPD vinculados a los niños, adolescentes y jóvenes, personas mayores, pueblos indígenas –que incluyen a 46 millones de habitantes- y personas con discapacidad. Por ejemplo, hay importantes avances en la cobertura de la educación primaria, que llega a 90%, si bien persiste el desafío de mejorar la calidad en todos los niveles y en todo el sistema para que mitigue y no intensifique las desigualdades.
La migración internacional, en tanto, ha mostrado un aumento generalizado, lo que trajo una serie de consecuencias, como la visibilidad de las remesas, el protagonismo de las comunidades de migrantes y, en especial, una mayor preocupación por la necesidad de protección de los derechos de todas las personas migrantes, que se ha visto reflejada en nuevos lineamientos en normativas, políticas y acuerdos, como por ejemplo, en materia de seguridad social.
El balance sobre estos temas fue sintetizado en el documento Implementación del Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo en América Latina y el Caribe: examen del período 2009-2013 y lecciones aprendidas. Síntesis y balance.
Según la Propuesta de agenda regional, preparada por la CEPAL en colaboración con el UNFPA, es necesario poner el acento en siete áreas temáticas para poder enfentar los desafíos en materia de población de cara al futuro y reforzar su integración en las políticas y los programas de desarrollo económico y social. Estas áreas son: los derechos y necesidades de los niños, adolescentes y jóvenes; envejecimiento, protección social y desafíos socioeconómicos; igualdad de género; brechas en el acceso universal a los servicios de salud sexual y reproductiva; la migración internacional y la protección de los derechos de todas las personas migrantes; desigualdad territorial, movilidad espacial y vulnerabilidad ambiental; y derechos de pueblos indígenas y afrodescendientes.
De acuerdo con el documento, la región posee particularidades que deben ser tomadas en cuenta y que inciden en las relaciones entre la población y los procesos de desarrollo sostenible. Entre ellas se encuentran su gran heterogeneidad territorial, la diversidad y complejidad cultural, la desigualdad (social, de género y étnica), la debilidad institucional, el rápido avance en las etapas de la transición demográfica y la abundancia relativa de recursos naturales.
La desigualdad es un elemento clave que debe estar presente en el tratamiento de todas las temáticas involucradas, ya que su persistencia influye en los comportamientos de la población y las tendencias demográficas, lo que a su vez amplía las brechas en el ejercicio de los derechos. Se subraya la urgencia de igualar para crecer y crecer para igualar. Asimismo, la propuesta pone a los derechos humanos como marco de referencia fundamental para la implementación del Programa de Acción de El Cairo después de 2014, así como para la agenda de desarrollo después de 2015.