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La añañuca es una flor típica del norte chileno. Se encuentra entre Copiapó y el valle de Quilimarí y su nombre se vincula con una antigua leyenda de la zona. En ella, una joven llamada Añañuca se encuentra con un minero que busca un tesoro. Ambos se enamoran, pero el muchacho parte al desierto luego de ver, en un sueño, el lugar donde se encuentra el tesoro. Abandonada, la mujer muere y es sepultada en una montaña que, al día siguiente, amanece poblada por flores rojas. La leyenda dice que la joven se convirtió en una flor para permanecer por siempre junto al minero.
Esta es la historia que inspiró el tercer ciclo de la temporada 2013 del Ballet Nacional Chileno (Banch), que se estrenará este miércoles 25 y tendrá funciones hasta el 12 de octubre en el Teatro Universidad de Chile.
Foto: Felipe Poblete, Dircom U. de Chile.
El montaje se extiende por cerca de 60 minutos, utiliza proyecciones y es musicalizado con una versión del compositor alemán Max Richter para Las cuatro estaciones de Vivaldi.
Además, es la primera creación para el Banch de Mathieu Guilhaumon, francés de 34 años que recientemente fue nombrado como director artístico de la compañía.
Invitado a crear una obra para el Banch, el coreógrafo comenzó a buscar información sobre Chile en internet y se encontró con la leyenda: “Me emocionó mucho, la encontré preciosa. Además, esa flor crece solo en este rincón del mundo, no la puedes encontrar en otra parte, entonces me parecía interesante que esta primera obra para el Banch fuera también una obra que le pertenece. Así como la flor le pertenece realmente a Chile, esta obra va a pertenecer al Banch. Y cuando leí la leyenda por primera vez, me vinieron inmediatamente Las cuatro estaciones de Vivaldi a la mente, porque la historia tiene cuatro partes, igual que Las cuatros estaciones”, explicó a Radio Universidad de Chile, al finalizar uno de los últimos ensayos.
Mathieu Guilhaumon consideró que la versión de Las cuatro estaciones de Richter otorga un grado de contemporaneidad a la obra, pero continúa siendo una música reconocible para el público.
Foto: Felipe Poblete, Dircom U. de Chile.
Asimismo, explicó que Añañucas es un espectáculo que puede tener varios niveles de lectura para el público: “Lo primero sería descubrir la leyenda, como se abre un libro. Lo segundo es la música. Lo tercero es que ahora que soy el nuevo director artístico y sirve para ver la nueva línea artística que vamos a hacer con la compañía. Y esta historia de amor también puede ser la historia de todos, entonces el público puede emocionarse y reflexionar sobre esta historia y las relaciones de amor en general”, indicó.
Sin embargo, las interpretaciones sobre la historia pueden ser diversas. La bailarina Paola Moret, quien se hace cargo de uno de los roles protagónicos, sostuvo por su parte que la leyenda se puede relacionar también con otros hechos: “Esta idea de la mujer que pierde a su amado, ya sea porque la abandona, porque se debe ir o porque se lo quitan, es una historia que se vive en nuestra historia nacional también”, dijo.
“Hay muchas cosas que tienen que ver conmigo y muchas que tienen que ver con el mundo que me rodea. En este caso particular, me motiva mucho la historia de las mujeres de los detenidos desaparecidos, esas mujeres que hablan, que están hasta hoy enamoradas de sus maridos después de 30 años y que tienen la esperanza de verlos algún día. Es algo que me motiva y me embarga también”, añadió.
Añañucas de Mathieu Guilhaumon con el Ballet Nacional Chileno – Trailer from CEACUChile on Vimeo.
Añañucas. 25, 26, 27 y 28 de septiembre; 3, 4, 5, 10, 11 y 12 de octubre, 20 horas.
Teatro Universidad de Chile, metro Baquedano.
Entradas entre $2.000 $5.000 en boleterías del teatro y a través de ticketek.cl. Jueves populares: 2×1 entrada general.
