¿Están robando en Codelco?

  • 02-10-2013

El 30 de agosto fueron presentados públicamente los resultados de Codelco para el primer semestre de 2013, que arrojaron excedentes de US$ 1.806 millones. De lejos, son los peores resultados de toda la historia de la empresa, habida cuenta del volumen de producción y los precios alcanzados por el cobre y subproductos.

Ya habíamos pronosticado estos pésimos resultados de Codelco desde el año 2010, comentando lo que acontecería con su nueva plana ejecutiva. Estos lamentables resultados no son casuales ni el fruto de una mala administración, sino el resultado de una gestión planificada para endeudar y quebrar, arruinar a Codelco, para de esa manera crear las condiciones para su privatización.

Desde abril de 2010 las trasnacionales mineras tomaron el control de la Corporación, cuando Diego Hernández asumió la Presidencia Ejecutiva, Thomas Keller la Vicepresidencia de Finanzas, incluyendo una serie de otros ejecutivos y miembros del Directorio que venían directamente de las mineras extranjeras.

Las transnacionales mineras pudieron ingresar a la administración de Codelco gracias a dos hechos esenciales. Primero: el Nuevo Estatuto Orgánico de la Corporación establecido por la Ley 20.392, aprobado en noviembre de 2009 por el gobierno de Michelle Bachelet, permite, entre otras disposiciones, que el Presidente Ejecutivo de Codelco sea designado por su Directorio (y no por el presidente de la República como era el caso). De dicho Directorio se sacó a los Ministros de Hacienda y Minería. Adiós el control del Estado. Segundo, la llegada de la derecha al gobierno: cuando asumió Piñera, el trabajo sucio ya estaba hecho.

Así le abrieron anchas las puertas a los representantes de las transnacionales mineras para tomar el control total del Directorio y la dirección ejecutiva de Codelco. De este modo se puso en marcha el proyecto al cual aspiraban desde hacía 20 años: la privatización de Codelco.
La privatización era viable porque el programa presidencial de Sebastián Piñera consideraba la privatización de un 20% de la Corporación. Sin embargo, las transnacionales encontraron una dificultad inesperada: a poco de asumir, Piñera decidió que bajo su gobierno no se procedería a la privatización de Codelco.

Visto lo cual las transnacionales pusieron en práctica el plan B, que consiste en endeudar a Codelco y provocarle pérdidas hasta que la opinión pública acepte la idea de la privatización como única solución para librarse de una empresa deficitaria.

Desde que Diego Hernández asumió la Presidencia Ejecutiva de Codelco sostuvimos que, pese (o gracias) a la “excelencia” de su nueva plana ejecutiva, comenzarían los malos resultados para Codelco.

Pero no imaginamos que las transnacionales irían tan rápido, tan lejos, y tan fraudulentamente para destruir la empresa. Los pésimos resultados de los ejercicios 2010, 2011, 2012 y del primer semestre de 2013, son el fruto rebuscado del fraude y la estafa.

Las razones por las cuales sostenemos que estamos frente a un fraude, estafa o robo, reposan en el análisis de las ventas de la Corporación.

Para el primer semestre 2013, Codelco declaró ingresos por venta de cobre de US$ 5.846 millones. Sin embargo, tomando las cifras entregadas por la misma Codelco, si multiplicamos la exportación de 837.000 toneladas de cobre por el precio promedio del primer semestre, que fue de US$ 7.537,70/ton., los ingresos debieron ser de US$ 6.309 millones. ¿Cómo “desaparecieron” US$ 463 millones en ese primer semestre?

No podemos analizar todos los ingresos por venta de subproductos, porque el detalle no figura en los resultados publicados el 30 de agosto pasado. Sólo figura una línea: “ganancia en venta de subproductos y otros” de US$ 206 millones.

En anómala forma de presentar los resultados nos impide determinar qué otros ingresos desaparecieron en el primer semestre de 2013. Para hacer comparaciones con informaciones más fiables, tomaremos los ingresos de las Memorias Oficiales de Codelco para los ejercicios 2006 y 2012, presentados en la página www.svs.cl.

El 2006 los ingresos de Codelco alcanzaron US$ 17.077 millones. La producción de cobre fue de 1.676.000 ton. y el precio promedio de US$ 6.722/ton. Multiplicando producción por precio, las ventas de cobre alcanzaron US$ 11.266 millones, o sea el 66% de los US$ 17.077 millones del total de ingresos de ese año. Ellos incluían además las ventas de subproductos y las ganancias de filiales como Minera El Abra, Inca de Oro, Agua de Falda S.A., Codelco-Kupferhandel en Alemania, y desde el 2011 Anglo American Sur ex Disputada.

El año 2012, los ingresos de Codelco fueron de sólo US$ 15.860 millones, es decir US$ 1.217 millones menos que en el ejercicio 2006. Sin embargo, hubiesen debido sobrepasar los US$ 19.000 millones, ya que ese año el precio del cobre alcanzó US$ 8.066/ton., un 20% más que en el 2006, y la producción de 1.602.000 ton. En claro, el año 2012 “desparecieron” más de US$ 3 mil millones de ingresos por ventas.

El 2011 el precio del cobre alcanzó los US$ 8.816/ton., por lo que los ingresos por ventas debieron superar en más de 30% a los del 2006, para llegar a los US$ 21.000 millones. No obstante, según la Memoria de 2011, los ingresos fueron de solo US$ 17.515. “Desaparecieron” otros US$ 3.500 millones, más otros dos mil millones que faltan en el ejercicio 2010.

En suma, entre el 2010 y el 2013, más de US$ 10.000 millones de ingresos por ventas de Codelco han “desaparecido” de manera absolutamente fraudulenta.

Para explicar los malos resultados de los últimos años los ejecutivos de Codelco esgrimen el aumento de los costos de producción en general, y de la energía en particular. Pero no estamos hablando de la caída de los excedentes ni de los resultados de explotación, sino del volumen de los ingresos.

Estos no dependen de los costos de producción, sino unicamente del volumen de la producción y de los precios de los productos que vende Codelco.

Para este análisis he escogido los ingresos, porque estos pueden ser calculados en forma más o menos precisa, sobre la base de la producción de cobre y subproductos multiplicados por sus respectivos precios, información que es pública. Cualquiera puede realizar los cálculos de los ingresos por venta, mientras que la información sobre los excedentes o resultados de explotación depende de los costos o gastos, que son secretos y nadie puede verificar su veracidad, salvo los auditores de Codelco.

Es precisamente la información de los ingresos, la que pone en evidencia que estamos frente una escandalosa defraudación de Codelco, por varios miles de millones de dólares.

No existe razón válida para una caída tan considerable de los ingresos de Codelco desde el año 2010 hasta ahora. Si excluimos que el cobre y sus subproductos hayan sido exportados a precios muy inferiores a los del mercado internacional. Aquí comienza a emerger el fraude, porque ni Codelco ni ninguna minera extranjera pueden vender a precios inferiores a los del mercado internacional, porque ello está prohibido por el art. 36 de la Ley de la Renta.

Es ilegal exportar a precios inferiores al mercado internacional. A este respecto el N° 4 del art. 97 del Código Tributario establece que las declaraciones maliciosamente incompletas o falsas pueden ser castigadas con presidio menor en sus grados medio a máximo (de 541 días a tres años), y multas del cien al trescientos por ciento de lo defraudado. Exportar el cobre y sus subproductos a precios inferiores al mercado constituye incluso fraude aduanero, en aplicación de las letras a y b del art. 181 de la Ordenanza de Aduanas, lo que también se castiga con presidio en su grado mínimo a medio y multas de 5 veces del valor de lo defraudado.

Es claro que exportar a precios inferiores al mercado es un delito. Pero la cosa puede ser aún más grave: no parece factible que la totalidad del cobre y subproductos hayan sido exportados a precios inferiores al mercado. Probablement sólo una parte de esas exportaciones se hizo a menor precio y fue comprada por determinadas empresas que estaban al corriente de estos precios de remate. ¿Cuáles empresas? Es aquí precisamente donde podría estar el delito más grave: la asociación ilícita. No sería sorprendente que empresas beneficiadas pudieran ser filiales de las transnacionales mineras para las cuales trabajaron los actuales altos ejecutivos de Codelco, entre ellas Anglo American, de donde proviene su actual Presidente Ejecutivo Thomas Keller y Rodrigo Toro, Vicepresidente de Comercialización. Las mencionadas filiales, que ganaron lo que Codelco perdió, podrían estar domiciliadas en paraísos fiscales para no pagar impuestos por estas ganancias excepcionales. De este modo, las ganancias libres de impuestos pueden servir para pagar suculentas “coimisiones” a quienes les permitieron comprar cobre y subproductos a precios de remate.

El desfalco no terminará mientras las transnacionales mineras sigan regentando Codelco.

El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la posición de Diario y Radio Universidad de Chile.

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