En el marco del acuerdo alcanzado para mejorar la transparencia del programa nuclear del país islámico, las autoridades iraníes permitirán que los inspectores de las Naciones Unidas tengan un “acceso controlado” a una mina de uranio y una planta de agua pesada.
La iniciativa a concretarse dentro de los próximos tres meses, forma parte del documento firmado por el jefe de la agencia de la ONU, Yukiya Amano, en Teherán, luego de que Irán y seis potencias, fueran incapaces de cerrar un pacto en Ginebra.
Bajo el acuerdo con la Agencia Internacional de Energía Atómica (IAEA, por su sigla en inglés), Irán proveerá datos sobre una serie de planeados nuevos reactores y sitios para plantas nucleares futuras. También realizará aclaraciones sobre sitios de enriquecimiento de uranio preexistentes.
“Está previsto que la cooperación de Irán incluya proveer a la IAEA información oportuna sobre sus instalaciones nucleares y sobre la implementación de medidas de transparencia. Las actividades se darán paso a paso”, se señala en un comunicado redactado por ambas entidades.
Seis primeros pasos fueron acordados para los próximos noventa días, entre los que se incluyen el acceso a la mina de uranio Gachin y a la planta de producción de agua pesada de Arak, medidas que la IAEA había solicitado.
En cuanto a los acuerdos entre países, en Ginebra concluyó la reunión del Grupo 5+1 (China, EEUU, Francia, Reino Unido, Rusia y Alemania) y Teherán sobre el programa nuclear de la República Islámica, donde se fijó fecha de la próxima ronda de negociaciones, que tendrá lugar el 20 de noviembre.