Lo que no se habla del socialismo


Viernes 22 de noviembre 2013 13:50 hrs.


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Durante màs de 70 años ( 1917 – 1989 ) en Rusia, en Europa Central y del Este y en el Lejano Oriente (Kazakstan, etc) existieron unos regímenes socialistas donde no se conocía la cesantía , donde la educación y la salud eran estatales y gratuitas y donde toda la población podia acceder a una vivienda decente . Las centenas de millones de seres humanos que pudieron beneficiar de este envidiable nivel de vida sabìan que ello era posible porque los frutos de su trabajo y los recursos de sus paìses se destinaban a satisfacer las necesidades de toda la población y no para engordar a unos pocos multimillonarios que, por lo demás, en esos regìmenes no podìan existir.

Pero no solo la población de estos paìses disfrutaba del sistema socialista . En efecto, los Estados concernidos, y en especial la ex-Uniòn Soviética, destinaban ingentes recursos a ayudar y a liberar a los pueblos del Tercer Mundo. Fue asì como numerosas naciones de Àfrica y de Asia pudieron llevar a término sus luchas contra la explotaciòn colonial gracias a la ayuda militar de los soviéticos y a la ayuda material que éstos ofrecieron a los nuevos Estados. Fue asì también como el primer paìs latinoamericano que se liberò del yugo imperial, Cuba, pudo sobrevivir durante casi 30 años gracias a la asistencia masiva de la ex-Uniòn Soviética, quien también la protegiò de la amenaza agresiva de los EE UU.

Asì, no puede ser menos que una paradoja que hoy en dìa los perros falderos del capitalismo pretendan hacernos creer que los regìmenes socio-econòmicos “a la occidental” constituyen un horizonte incomparable para todos los pueblos de la Tierra. Tamaña escandalosa falsedad està siendo desmentida en todas partes por los hechos . Allì estàn la cesantía de masa (casi 30% en España y en Grecia, etc), la pauperización de vastas capas de la población, en resumen la miseria que se extiende en los paìses del sur de Europa y que amenaza ya a naciones màs importantes de ese mismo continente . Allì estàn también los sufrimientos de los trabajadores asiàticos que a cambio de salarios de miseria y arriesgando constantemente sus vidas aprovisionan en mercancías y en lucro a los buitres de las multinacionales. Por fin, allì estàn también los millones de nuestros compatriotas que , por salarios de sobrevida, dejan diariamente su sudor, sus làgrimas y a veces su sangre en el altar de un capitalismo criollo que estruja las fuerzas de nuestra población y destruye nuestro territorio.

Ramón Barros B.

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