“Con fines de lucro”, el libro en que María Olivia Mönckeberg devela las redes de poder de las universidades privadas

En el programa “Educación en el Aire” estuvo la Premio Nacional de Periodismo 2009 y directora del Instituto de la Comunicación e Imagen de nuestra casa de estudios, conversando acerca de su nueva investigación.

En el programa “Educación en el Aire” estuvo la Premio Nacional de Periodismo 2009 y directora del Instituto de la Comunicación e Imagen de nuestra casa de estudios, conversando acerca de su nueva investigación.

Hace años que la periodista María Olivia Mönckeberg sigue la pista del acontecer educacional. Primero fue su libro “La privatización de las universidades en Chile. Una historia de dinero, poder e influencias”, publicado el 2005; y luego “El negocio de las universidades en Chile” lanzado el 2007.

Hasta esa fecha aquellas investigaciones habían quedado rezagadas a la literatura especializada, y los medios de comunicación no trataban el tema como algo trascendental en la construcción del país. “Supongo que fue porque las universidades privadas son una de las primeras en avisaje en los medios, o por el texto “Los magnates de la prensa”, manifiesta la Premio Nacional de Periodismo 2009.

con fines de lucro

No obstante, su continua lectura, análisis y seguimiento de los acontecimientos la hicieron poner el ojo en el movimiento estudiantil de 2011, donde se entrecruzan varias situaciones que comienzan a hacer mella, como es el caso del lucro, el endeudamiento, el crédito con aval del Estado (CAE), entre otros, que motivan a la actual directora del Instituto de la Comunicación e Imagen de la Casa de Bello a escribir su tercer libro: “Con fines de lucro. La escandalosa historia de las universidades privadas en Chile” de editorial Penguin Random House.

“A esta publicación yo no la llamo ni complemento ni continuación. Lo siento como un libro distinto a los anteriores. Yo diría que tiene la mirada mía, de una persona que venía siguiendo lo que estaba ocurriendo en las universidades, pero a la luz de eso que pone sobre la mesa el movimiento estudiantil, encabezado primero por la Federación de estudiantes de la Universidad de Chile, Fech, y luego ampliando a las universidad privadas, como la UC”, señala.

En la investigación se relatan las redes de poder que hay detrás del lucro de la educación superior y las cifras que demuestran el aumento de matrículas en los establecimientos privados luego de la creación del CAE el 2006.

María Olivia Mönckeberg sostiene que ese año también se produce la rebelión de los pingüinos, donde hubo una gran alerta que no fue escuchada en los niveles políticos, como el lucro. En ese fecha “hubo comisiones para la educación básica y media, pero se postergó la de educación superior” agrega.

A pesar de ello “se llegó a acuerdos y se produjo la modificación a la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza (Loce) para pasar a la Ley General de Educación (LGE)”… en la que sólo el rector de la Universidad de Chile, Víctor Pérez; la funcionaria de nuestra casa de estudios, Miryam Barahona; el presidente de la Fech de ese entonces, Giorgio Boccardo; y el rector de la Universidad de República, Jorge Carvajal, pusieron el tema sobre la mesa con énfasis.

“Yo bauticé el primer capítulo como la alerta que no se escuchó, porque lo que ocurría en el movimiento secundario no fue tomado en cuenta y los problemas continuaron. Incluso los estudiantes dicen que siempre hay un recuerdo de eso que no fue, como un fantasma, como un mito fundacional que se va repitiendo en las generaciones de estudiantes y, considero, es la base de la desconfianza con lo político”, indica la académica.

El texto también evidencia las firmes relaciones que hay entre los sostenedores de estas casas de estudios con el poder político, donde sostiene que los dueños de la Universidad Andrés Bello, del Mar, San Sebastián, Santo Tomás, y la del Desarrollo, “por nombrar algunas”, lucran.

En ese contexto, cree que el primer paso para develar estas conexiones fue la primera Comisión Investigadora del Lucro dirigida por la diputada Alejandra Sepúlveda, la que fue rechazada por toda la derecha en bloque, dice la periodista.

“Desde ese día algunos diputados que trabajaron en la comisión empezaron a plantearse la acusación constitucional al ministro Harald Beyer”, cuenta.

“Lo que no se sabía, narra Mönckeberg, es que en enero de 2012 el fiscal Carlos Gajardo había iniciado una investigación” que fue solicitada por la Comisión Nacional de Acreditación (CNA), “luego que se realizara una denuncia anónima, al parecer de trabajadores de la Universidad del Mar, a Patricio Basso que en esos momentos era presidente ejecutivo de la CNA”.

En “Con fines de lucro” se destaca la figura de los dirigentes estudiantiles que estuvieron a la cabeza de las demandas por una mejor educación hace dos años: Camila Vallejo, Giorgio Jackson, Camilo Ballesteros, son algunos de ellos.

Según la académica, estos jóvenes fueron los que lograron “despertar a la ciudadanía” y comienzan a “no estar dispuestos a quedar fuera de la mesa, lo que marca una gran diferencia, y suma a toda una trayectoria de pasos dados por parlamentarios que culmina en un momento muy significativo, que es la destitución del ex ministro Beyer”.

Para finalizar, María Olivia Mönckeberg analiza el actual escenario político después de las elecciones del 17 de noviembre y sostiene que el resultado de las parlamentarias demuestra que los electos fueron quienes estuvieron a favor de las demandas educacionales. “Si los pasas por el filtro de cómo han actuado en estos temas, te encuentras que hay muchos liderazgos fortalecidos por su insistencia contra el lucro, como el caso de Alejandra Sepúlveda, Alejandro Gillé, Carlos Montes, que son diputados y senadores a parte de los dirigentes estudiantiles”.





Presione Escape para Salir o haga clic en la X