Este domingo, el papa Francisco advirtió en una misa celebrada en la basílica de San Pedro, junto a los nuevos cardenales investidos el sábado, los primeros de su pontificado, un cardenal “entra en la Iglesia de Roma, no entra en una corte”.

“Amemos a quienes nos son hostiles, bendigamos a quien dice mal de nosotros, saludemos con una sonrisa a quien tal vez no la merece, no aspiremos a hacernos valer, respondamos con la dulzura a la tiranía, olvidemos las humillaciones sufridas”, señaló el Sumo Pontífice.

El papa de origen argentino agregó que los cardenales deben ayudarse entre ellos y evitar “costumbres y comportamientos propios de una corte, como las intrigas, el chismorreo, los círculos, los favoritismos, las preferencias”.

El domingo, Franciso insistió en que Jesús no vino al mundo “para enseñarnos buenas maneras, maneras de salón”. “Ser santos no es un lujo, es necesario para la salvación del mundo”, enfatizó.

El papa presidió la liturgia de este domingo junto a cerca de 150 cardenales, reunidos desde hace varios días en el Vaticano para participar en un consistorio extraordinario de dos días sobre el tema de la familia.

Con estos nombramientos entran en el colegio cardenalicio 16 nuevos electores, de menos de 80 años, que participarían en el nombramiento del próximo papa en caso de haber un cónclave. El colegio de cardenales cuenta ahora con 218 integranets, de los cuales 122 son electores.