Señor Director:

La música selecta es asociada la mayoría de las veces con los grandes compositores que son parte de la historia. Está el caso de Mozart, Beethoven, Chopin entre otros, empero nuestro país también tiene sus aportes salvo por un detalle, no son conocidos por la sociedad en general.

Es posible que usted como lector se pregunte quienes fueron los precursores de la música selecta criolla y los motivos para tal desconocimiento en la actualidad. Quizás se sorprenda si le cuento que Enrique Soro, considerado uno de los primeros exponentes nacionales, es penquista.

Enrique Soro nació en nuestra ciudad en 1884 y desde su formación escolar mostró interés por la música. Becado por el gobierno, estudió en el Conservatorio de música de Milán y entre sus obras destacan Sinfonía Romántica, Aires Chilenos y Gran Concierto en Re Mayor, piezas que paradojalmente son conocidas más en Europa que en Chile.

Otros ejemplos casi olvidados son Alfonso Leng, José Zapiola, Pedro Allende entre otros maestros. Podría nombrar a varios más, sin embargo no es mi intención dar una nómina de compositores y sus obras, la idea es incentivar que las personas escuchen la música selecta elaborada por chilenos, es inconcebible que los europeos sepan más de sus obras que nosotros.

La responsabilidad por este desconocimiento es compartida por quienes están ligados a las instituciones de educación, sean a nivel secundario o superior y de toda la comunidad. El cuidado del patrimonio no es algo sólo arquitectónico, también es musical. Independiente si a uno le guste o no este tipo de obras, no se puede negar el aporte que efectuaron al desarrollo cultural nacional.

Para finalizar, le invito a conocer nuestra música selecta. Estimado lector, realice lo siguiente: coloque en Youtube la pieza titulada “Andante para cuerdas” del compositor chileno Alfonso Leng y cierre los ojos al escucharla.

Le aseguro que no la olvidará.

Francisco Darmendrail