Sr. Director:

Hoy 27 de julio se conmemora un nuevo aniversario del asesinato del Capitán Arturo Araya Peeters (Q.E.P.D.), edecan naval del Presidente Allende, víctima de un atentado perpetrado por el Frente Nacionalista Patria y Libertad, en circunstancias no del todo claras, producto de que a las pocas semanas se produjo el golpe de Estado, y tras él no se continuó con las investigaciones para esclarecer las circunstancias de la muerte del marino.

El capitán Araya demostró en vida un profundo profesionalismo, y en aquellos agitados días un profundo respeto a la legalidad vigente, respaldando al Almirante Montero en sofocar a los sectores golpistas de la oficialidad naval.

Me parece que hoy, a 41 años de tan horrible crimen, la Armada de Chile debería reconocer a la figura del Capitán Araya, como un marino respetuoso de la Constitución, que defendió su puesto y su deber de soldado, cayendo en cumplimiento del deber, y constituyendo por tanto un ejemplo de heroismo que debería inspirar a las futuras generaciones de marinos.

Resulta inaceptable que la Armada continúe homenajeando al Almirante Merino, quién incumplió sus deberes militares al desobedecer a su superior (el Almirante Montero) y auto proclamarse Almirante, y fue cómplice (si es que no autor) de múltiples violaciones a los derechos humanos, en vez de rescatar la memoria de aquellos que lucharon por conservar y respetar la democracia.

No es posible que Chile avance hacia el futuro, y consolide su democracia y su compromiso con los Derechos Humanos, si hay instituciones que continúan homenajeando a quienes los conculcaron por 17 años. Hoy Chile necesita a una Armada comprometida con la defensa de la democracia y el respeto al Derecho.

Sería un gesto sincero y necesario, que marcaría un punto de inflexión, el que la Marina cambie el nombre del navío “BMS Almirante Merino” por el de “BMS Capitán Araya”. Tal vez entonces, y solo entonces, deje de ser “la Marina” y pase a ser “nuestra Marina”, porque hoy es difícil identificarse con una institución que enaltece el camino golpista por sobre el respeto de la democracia, la Constitución y los Derechos Humanos.

Simón González Barrios
Estudiante de Derecho