El libertador chileno, cuyo natalicio se recuerda en este 20 de Agosto, comparte con San Martín y Bolívar el mismo destino. Liberadores de toda la América del Sur, salvo Brasil , y fundadores enseguida de nuestros Estados , los tres fueron empujados a la dimisión después de breves gobiernos y, luego, al exilio, aunque Bolívar falleció cuando se disponía a partir.
Hay un sino trágico en la historia de esos años, recordemos que Sucre fue asesinado poco antes del deceso de Bolívar, un sino que para algunos está asociado con esa lógica de ciertas revoluciones que terminan por devorar a quienes las hacen. Sin embargo, en el caso de nuestros héroes lo que choca es sobre todo el carácter definitivo de las sanciones que se les impusieron. Así , San Martín murió en el puerto francés de Boulogne-sur-Mer , frente a ese Atlántico que lo separaba definitivamente de Argentina, y O’Higgins falleció en Lima , después de 19 años de exilio sin haber vuelto jamás a Chile. La suerte de Bolívar no habría sido diferente si se hubiera concretizado su exilio en Jamaica o en Europa como estaba previsto.
El carácter definitivo de esas sanciones no pudo tener otro origen que el interés de los que, poderes fácticos de la época, se apoderaron de nuestras revoluciones para luego asfixiarlas bajo el peso de sus apetitos.
Y también para hacernos olvidar ciertos acontecimientos, como la iniciativa tomada por O’Higgins en 1836 de dirigirse a Andrés de Santa Cruz, Presidente de la Confederación Perú-Boliviana, para expresarle su acuerdo con la concepción integracionista de ese mandatario y para ofrecerse para interceder a fin de evitar la guerra inútil y absurda de Portales.
José Cañas C.
El contenido vertido en esta Carta al director es de exclusiva responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la posición de Diario y Radio Universidad de Chile.