La pregunta no tiene nada de provocador pues se trata en efecto de una interrogación sincera sobre la chilenidad real del personaje. Comencemos pues por analizar ciertos elementos que pueden ser verificados por cualquiera.
Despreciar a una parte importante de sus compatriotas como lo hacía el dictador del 73 no es el comportamiento que uno espera de un connacional. Al interior de nuestro país se pueden tener diferencias de opinión u opiniones fuertemente contrastadas como sucede a menudo, pero de allí a considerar con desprecio al otro, es decir a quien no comparte nuestra manera de pensar, o que no es de nuestro rango social, y dejarse llevar por este desprecio hasta aplastarlo y eliminarlo , eso no puede ser la conducta de un chileno. Sin embargo, es de esta manera que procedió Pinochet cuando bombardeó La Moneda o cuando pateaba a los prisioneros en sus visitas a los centros de detención o cuando trataba de traidor a la patria a quienes no soportaban la política de su Junta.
Un segundo aspecto es el origen familiar del autócrata. A pesar de lo turbio de su ascendencia se sabe aproximadamente que sus antepasados llegaron a nuestro país cuando la historia de ésta ya estaba bastante avanzada y, por lo tanto, la impregnación de esta familia con nuestro devenir y nuestra idiosincrasia era bastante superficial. Encerrado en el medio militar y frecuentando muchos oficiales de un origen parecido al suyo es muy posible que Pinochet haya cultivado desde muy temprano una gran antipatía, transformada luego en odio, por nuestro pueblo y sus tradiciones que no correspondían a la mentalidad que le había inculcado su familia.
Por último, es muy significativo que Pinochet haya desempolvado para su uso personal el viejo título de Capitán General que nadie empleaba desde hacía ya mucho tiempo. A este respecto, a quienes pudieran pensar que se tratò de una ñoñería de alguien que había pasado su vida en los cuarteles habría que sacarlos rápidamente de su error. Desterrando la fórmula de Capitán General Pinochet lo que quiso fue afirmar su identidad con la monarquía y la Colonia española y tomar su distancia con nuestro pueblo y con todo lo que significara independencia nacional y progreso.
José Manuel Aguirre Cerda
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