Entre los empresarios, por un lado, que se autocalifican de motores del paìs y los responsables del Estado, por el otro, que se vanaglorian de una situación de empleo que serìa superior a la de nuestros vecinos queda un gran margen de duda. He aquì algunos datos.

Resulta sorprendente por ejemplo que el nùmero de asalariados sea tan reducido (aproximadamente 5 millones) para una poblaciòn que alcanza, o supera, los 17 millones de habitantes(1). Esto representa una poblaciòn activa màs menos del 30% que puede ser considerada como poseyendo un empleo normal y una remuneraciòn regular. Es decir un minorìa importante de nuestros trabajadores efectivos, pero no màs que una minorìa.

No se puede decir que sea un éxito de polìtica econòmica que haya en nuestro paìs 6 000 000 de personas en edad de trabajar (42.7% de esta categorìa de personas) que tienen problemas serios de inserción laboral(2).

Tampoco es un éxito que entre los 570 000 “nuevos ocupados” de un año el 55% trabajaban ya sea ‘por cuenta propia”, o eran” personal de servicio doméstico”,o” declaraban ser familiares no remunerados” o estaban a la cabeza de microempresas de menos de 5 personas”, chilenos y chilenas todos que no estaban cubiertos por los sistemas de protecciòn clàsicos del trabajo(3).

Menos éxito es aùn la existencia de 1.090.000 “falsos asalariados” que representaban en febrero de 2013 el 19% de la poblacion activa(4), o la de 1.149.380 trabajadores definidos como “subordinados independientes”, es decir asalariados que no tienen liquidaciòn de sueldo y que debiendo soportar todas las reglas de control de un trabajo dependiente no se benefician del sistema de protecciòn de los derechos laborales propios de un asalariado convencional y que ni siquiera reciben la màs simple boleta de honorarios(5).

Estos son solamente algunos indicadores del caòtico paisaje social que el neoliberalismo ha configurado en nuestro paìs. Estas son algunas de las estadìsticas que dan cuenta de los dramas, incluso de las tragedias, que diariamente vive una poblaciòn expoliada, desprotegida y/o que, a menudo, sino se endeuda, es empujada hasta el borde de la pobreza, cuando no se trata simplemente de personas que nacieron en ella.

José Cañas C.

(1).Segùn el INE en 2014 habìa 5 466 890 asalariados de los cuales solo 4 729 450 tenìan “contrato escrito”, el resto estando ligado a su empresa ùnicamente por un “acuerdo de palabra”. INE.Trabajadores asalariados por tipo de contrato. Total ambos sexos.AMJ 2014.
(2). Fundaciòn Sol. Minuta 2014
(3).Fundaciòn Sol. “Nuevos ocupados” entre el trimestre Enero/Marzo 2010 y el de Septiembre/Octubre 2011.
(4).Fundaciòn Sol.Enero 2013. Por su parte el INE entrega un total distinto de 733 000 personas que considera como Trabajadores sin contrato.
(5)Fundaciòn Sol.2014.