Estimado Sr. Juan Pablo Cárdenas, junto con saludarle aprovecho esta oportunidad para agradecer su gran aporte al periodismo nacional. Todas las mañanas escucho su comentario político mientras me traslado al trabajo.

Quisiera aprovechar esta instancia para exponer mi caso y si fuera posible pueda usted comentarlo algún día.

Trabajo en IDIEM de la Universidad de Chile hace más de 3 años. Hace algunos días me notificaron que mi nombramiento se terminará en Marzo de 2015, completando con ello 3 años y 5 meses, logrando completar una etapa en mi formación profesional de lo cual estoy muy agradecido por la oportunidad de pertenecer a este equipo de trabajo como es IDIEM y la obra Beauchef 851 que forma parte de las nuevas instalaciones de la Facultad de Ingeniería de la U. de Chile.

Al ingresar a IDIEM tenía muy claro que los contratos son por nombramiento y por lo tanto A CONTRATA. Lo lamentable de este sistema es que he observado a lo largo del tiempo que esta forma de contratación estatal genera un descontento generalizado en el personal que trabaja bajo estas condiciones. En IDIEM, por ejemplo, se observa una constante rotación de profesionales que como máximo alcanzan los 3 años para luego retirarse con las manos en los bolsillos. Este también es mi caso ya que si IDIEM tuviese que finiquitarme, como corresponde en el servicio privado, tendría que cancelarme por concepto de mes por año, vacaciones proporcionales y mes de desahucio (si corresponde) más de $5.000.000 de pesos. Sin embargo, con el sistema a contrata quedaré en la calle con mi sueldo del último mes trabajado.

Este SISTEMA de contratación ha generado una serie de problemas al servicio y también una especie de “Apitutados” que llevan muchos años trabajando con este modelo debido a que ocupan un cargo de Jefatura, con los privilegios que ello implica, o Son profesionales de una baja calificación que no les permitiría obtener la una remuneración similar o superior en el servicio Privado.

Al final del día tenemos personal que está de paso, se queda mientras encuentra algo mejor, o simplemente se conforman con un sueldo bajo y trabajando lo necesario para llegar a fin de mes. No hay motivación por permanecer en el cargo o hacer una carrera funcionaria que permita obtener un contrato permanente o perfeccionarse en la especialidad.

Con ello tenemos que el personal que se mantiene trabajando por más de 3 años, generalmente no tiene experiencia laboral, está desmotivado, mal pagado y sin ninguna orientación clara para su futuro profesional.

Afortunadamente mi sueldo de especialista me ha dejado conforme en lo económico, pero no es el común de IDIEM.

A pesar de que IDIEM pertenece a la U. de Chile, funciona con un sistema totalmente diferente para algunas situaciones, que en esta oportunidad prefiero mantener la reserva.

Agradeciendo su atención,

Jorge Fernández