Una casta, según el diccionario, es un grupo social apegado a sus costumbres y a sus privilegios y que excluye a toda persona externa. Así se dice también que los reflejos de repulsión, jerarquía y especialización hereditaria son tendencias que se encuentran reunidas en el espíritu de casta.
La noción de casta expresa pues una clase social cerrada y esta realidad fue observada primero en India (casta de sacerdotes, de guerreros, etc). Además, en este país, quienes estaban fuera de toda casta eran considerados como los parias, los impuros, más conocidos como los intocables.
No creo que sea forzar mucho las cosas si digo que la realidad social de nuestro país se puede analizar a partir de la noción de castas pues en los ámbitos esenciales de nuestra sociedad los grupos sociales dominantes se conducen como si lo fueran.
En efecto, tanto en la esfera de los grandes potentados empresariales de la industria, el comercio y la finanza, como en el ámbito político, hemos asistido sobre todo en los últimos cuarenta años a la constitución de grupos cerrados que se reclutan entre ellos mismos y que defienden sus intereses con dientes y muelas.
Por otro lado, resulta evidente que la existencia de una casta puede suponer su desglose en subcastas como es el caso más transparente de los dirigentes políticos de la Nueva Mayoría y de la Alianza. Tampoco se debe olvidar que entre las castas no existen necesariamente relaciones de conflicto y que ellas se pueden ayudar mutuamente como acaba demostrarlo el generoso préstamo bancario al primogénito presidencial.
Sin embargo, no se puede decir que ellas sean las únicas castas ya que habría que agregar bastantes otras y sobre todo no olvidaremos aquélla existente en las FF.AA donde la repetición de los mismos apellidos entre los altos, y privilegiados, mandos en especial refleja unos comportamientos muy similares.
Queda así una enorme y aplastante mayoría de nuestra población, los parias modernos, al margen de toda corporación y de toda influencia, condenados a permanecer impuros en el mundo neoliberal, hasta el momento en que se decidan a arremeter contra todas las castas.
José Cañas C.
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