Sr. Director

Es un hecho. Un disparo en la cabeza.
Suicidio. Algunos dicen asesinato.
Un tema para desestabilizar al gobierno de Cristina Fernández.
Detrás la derecha, Estados Unidos, Israel.
Nisman para volver a Buenos Aires dejó horas sola a una hija en el aeropuerto de Madrid.
Iba a presentarse en el Congreso con una acusación a la Presidenta.
Junto al cadáver había un arma de un colaborador. En el edificio estaban los guardias para su protección.
El dueño de la pistola voló a Israel.
El voluminoso documento de acusación tenía como fuentes el FBI y el Mossad.
Santiago O’Donnell, el periodista que analizó los cables de la diplomacia estadounidense desclasificados por el sitio Wikileaks vinculados con la Argentina explicó sobre Nisman: “Los cables demuestran que no actuó con independencia de la Embajada de Estados Unidos”. “Anticipaba a la Embajada lo que iba a hacer y la Embajada le decía lo que tenía que hacer”… que “en una oportunidad Nisman olvidó avisar que pensaba pedir la detención del ex presidente Carlos Menem y que por ese olvido lo retaron muchísimo”… en tres cables el fiscal “pide perdón y promete que no lo va a volver a hacer” (Télam).
Elevado a un juez el documento de Nisman fue desestimado por no contener datos para iniciar una investigación.
Lo sucedido de todos modos sirvió.
Manifestantes con Yo soy Nisman, una gran marcha de silencio, ofrecimiento de la Casa Blanca de hacer una investigación, lluvia de información direccionada de los grandes medios.
No importa demasiado a los opositores internos y externos que esa muerte pueda dejar sombras sobre él, su bando político, sus relaciones secretas.
Los planes subversivos usan a las personas.
No se detienen porque son intereses materiales.
En Rusia surge el asesinato de un diputado opositor al gobierno de Putin.
¿Se repite el método de la sospecha y la protesta?
Hay otra víctima para los políticos, los gobiernos occidentales, sus medios.
Será útil aunque el diputado asesinado termine siendo un conflicto en su mismo lado.

Por un Movimiento para una civilización sustentable-solidaria

Rómulo Pardo Silva
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