La génesis de la Corte Suprema se encuentra en el proceso de emancipación nacional de 1810. Sin embargo cabe señalar que durante la colonia, nuestro país contaba con un sistema judicial encabezado por la Real Audiencia.  Fue el tribunal de mayor jerarquía  de la corona española, estuvo unos años en Concepción, puesto que la Guerra de Arauco ameritaba que los funcionarios de justicia estuvieran presentes en medio del contexto bélico, empero en 1609 fue instalada definitivamente en Santiago, capital del Reyno de Chile.

Con este paréntesis  necesario volvemos a los orígenes de la Corte Suprema. Tras el cabildo abierto del 18 de septiembre de 1810 se inició un lento proceso de autonomía que afecto entre otros ámbitos a la justicia. En 1811 y tras un golpe de estado dando por Don José Miguel Carrera, se aceleraron varias reformas en carpeta, entre ellas la creación de un Tribunal Supremo Judiciario en sustitución del Tribunal Superior en España, lo anterior quedó establecido en el Reglamento para la Administración de Justicia de 1811.

Por primera vez se dejaba de depender de la administración de justicia de la metrópoli, empero la materialización del Tribunal Supremo Judiciario nunca aconteció, por lo que la medida más bien fue de carácter simbólica.  Hay que considerar que el ambiente era álgido en el país, las sucesivas campañas militares de la patria vieja, que culminarían con el desastre de Rancagua, bien poco sirvieron para crear un marco jurídico  propio al país.

Tras la derrota patriota en Rancagua, los realistas retoman la conducción de Chile y además restituyen las instituciones que habían sido clausuradas, entre ellas la Real Audiencia, ícono de la corona española. No sería por mucho tiempo puesto que la victoria de los patriotas en Chacabuco en 1818 y la asunción de Bernardo O’Higgins como Director Supremo, obligaron a su cierre definitivo.

Lo anterior sirvió para revivir la institución del  Tribunal Supremo Judiciario, quedando establecidos en las constituciones de 1818 y 1822, aunque como en la patria vieja, tampoco llega a materializarse. En paralelo y para suplir sus funciones, se  establece una Cámara de Apelaciones consagrada en la constitución de 1818. Sin embargo  el Tribunal Supremo Judiciario sería el primer antecedente de la Corte Suprema, además de establecer por primera vez el Poder Judicial.

Sobre la creación de la Corte Suprema, continuará en una próxima carta.

Francisco Darmendrail
Licenciado en Comunicación Social
Universidad de Concepción