Hernán Büchi, ex – ministro de Hacienda de la dictadura, en nombre del capitalismo popular privatizó Soquimich, previamente la habían configurado como una carga para el erario nacional. Era la panacea del momento que los trabajadores fueran dueños de las empresas donde laboraban, hoy con el tiempo, se ha mostrado como un completo fracaso. Más que nada fue un ardid para apropiarse de las empresas, a los trabajadores rápidamente se los estranguló para recuperar las acciones y quedar como dueños de las instalaciones y vastas posesiones mineras por las que pagan ridículos dividendos. Buchi lleva más de veinte años sentado en el directorio y es uno de los tres chilenos que más dinero gana cuidándole los bolsillos a los empresarios.
La nueva empresa ahora llamada SQM, utilizó todas las estrategias para conculcar los derechos de los trabajadores. De la mano del Plan Laboral se despidió indiscriminadamente a miles de trabajadores, sus gerentes se desviven racionalizando, entiéndase disminuir la dotación de trabajadores, con sus familias fueron erradicados de los campamentos de Pedro de Valdivia y María Elena. No satisfechos con esto, también han interpuesto miles de recursos para que otras empresas no se instalen en el mismo rubro, el monopolio lo quieren en forma exclusiva para ellos.
Hernán Büchi es un hombre de derecha y, sin embargo, no tiene ningún impedimento en financiar a los políticos de izquierda que tenían la misión de recuperar el alma nacional, con lo que se comprueba que la corrupción es peor que el binominal.
Y cuál es el afán de ser tan generoso con los políticos, solamente mantener sus privilegios, que nadie investigue como se apropiaron de esta empresa y también mejorar su posición en el negocio del litio.
Cabe preguntarse si los privatizadores están orgullosos de su gestión y también las FFAA. porque estos últimos ensuciaron de por vida su uniforme para instaurar estos nuevos ricos.
Atentamente
Iván Cardemil López.
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