Habeas Corpus


Viernes 8 de mayo 2015 8:35 hrs.


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Hace algunos momentos concurrí a ver la película “Habeas Corpus”, que muestra la defensa que realizo la Iglesia por la defensa de los derechos humanos; que en ningún caso avala la conducta del cardenal Ezzatti ni de todos quienes protegen a los curas pedófilos, ni siquiera al sacerdote Cristián Precht.

Fue impactante conocer como actuó la dictadura, el Poder Judicial que ungió como presidente a Augusto Pinochet, que negó todos los recursos de Habeus Corpus y permitió que el régimen fuera más sanguinario.

Como el odio no se detenía, hasta de los huesos tenía miedo la dictadura y los cadáveres de los encontrados en lo hornos de Lonquén, fueron nuevamente enterrados en fosa común sin que los deudos le rindieran su responso, no satisfechos con esto, en todo Chile comenzó el retiro de cadáveres para que no fueran encontrados más, sucedió con las víctimas de la caravana de la muerte en Calama y con la directiva del Partido Socialista en Pisagua.

Todo esto lo negaba y justificaba  Jaime Guzmán, Jovino  Novoa,  Sergio Fernández hasta Hernán Larraín no se quedaba atrás defendiendo la Colonia Dignidad

Ricardo Lagos en un gesto de estadista pidió guardar secreto por 50 años para estos criminales y aunque uno no lo crea los plazos se cumplen, sus nietos, bisnietos y tataranietos vivirán con la vergüenza de eludir la justicia.

Reconocer en primera fila a Viviana Díaz, Manuel Guerrero y tantas otras personas que sería largo numerar, refresca la memoria,  sus deseos por rescatar la verdad ahora son patrimonio de la humanidad.

Al finalizar el director ofreció la palabra para un dialogo, un profesor cercano ya a los 70 años se mostró  impactado por lo visto, recién ahora él lo venía a conocer y hablo de las causas y efectos, que lo que nosotros habíamos presenciado eran los efectos y faltaba conocer las causas, según él era el fanatismo.

Como adherente de la Unidad Popular, declaro que la ascensión de Salvador Allende fue legítima, las principales leyes fueron aprobadas en el Congreso, incluso la nacionalización del cobre por unanimidad, hecho que algunos quieren olvidar pues no han vacilado en entregar las riquezas al capital foráneo.

Por lo tanto no nos negamos a que se sepan todas las causas, especialmente que se sepa el papel de Agustín Edwards; Allende todavía no ponía un pie en La Moneda y EEUU. conspiraba y conspiraba con el beneplácito de sus aliados chilenos, hasta se asesinó al Comandante en Jefe del Ejército Rene Schneider.

Es cierto que habían exacerbados, algunos como Osvaldo Romo que una vez producido el golpe de Estado mostraron su careta, habían sido infiltrados justamente para producir desorden e impedir el dialogo y el entendimiento.

Y había otros como Miguel Enríquez que no confiaron en las FFAA y por lo visto tenía razón pero por lo menos entregó su vida por sus ideas.

Es increíble que quienes sufrieron la dictadura y quedaron invalidadas de optar a un trabajo, incluso con deficiencias físicas se les otorgue pensiones miserables, mientras los criminales gozan de rentas suculentas y en prisiones cinco estrellas.

Después de 26 años de la derrota del dictador recién la clase política balbucea que hay que retomar las clases de educación cívica, no por voluntad propia sino para lavar la corrupción que los hunde en el fango.

Claro que queremos que se conozcan las causas y los efectos, especialmente la juventud porque hay algunos que todavía les cuesta reconocer las atrocidades de la dictadura y menos  aún la injerencia del capital foráneo.

Iván Cardemil

El contenido vertido en esta Carta al director es de exclusiva responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la posición de Diario y Radio Universidad de Chile.

Envíanos tu carta al director a: radio@uchile.cl

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