Señor Director:
Sorpresa e incredulidad ha causado la repentina renuncia del panelista de Tolerancia Cero, Fernando Paulsen, en solidaridad por el despido del director ejecutivo de CHV, Jaime de Aguirre, a tanto ha llegado su enervamiento que renuncia a su condición de periodista, nada de morir con las botas puestas y aquí nos olvidamos de Fray Camilo Henríquez y García Márquez, quién dijo que ser periodista era lo mejor que le podía pasar a un hombre en la vida.
Fernando no va a la cesantía, sino va a integrarse como asesor comunicacional en una oficina privada, en el bufete del abogado Juan Pablo Hermosilla, al parecer el lobby como ha demostrado Enrique Correa da más rédito.
Desde ya se ha adelantado a la justicia y ha proclamado la decencia del ex – director y como este ha tenido tanto éxito, tiene derecho a ejecutar malabarismo en contra del Estado; con esto su paso al área privada se prisma de heroísmo.
En los años que estuvo en Chilevisión, nunca lo escuché nombrar que, ese era el Canal 9 de la Universidad de Chile, por supuesto creado y financiado por todos los chilenos para impartir cultura; que fue intervenido por la dictadura y licitado a un consorcio venezolano, que luego compró Sebastián Piñera y trajo a Jaime de Aguirre como Director y luego por presión de la ciudadanía a consecuencia de haber alcanzado la primera magistratura, tuvo que vender a un consorcio norteamericano en un muy lucrativo precio, eso sí ahora se sabe con una cláusula que condicionaba su permanencia a la presencia de Jaime de Aguirre.
Así como los médicos tienen su juramento de Hipócrates, los periodistas deben tener su juramento con proclamar la verdad, porque es lo único que es eterno, aunque el dinero quiera convencernos de lo contrario.
Atentamente
Iván Cardemil
El contenido vertido en esta Carta al director es de exclusiva responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la posición de Diario y Radio Universidad de Chile.