En el año 1651 llegaron a Chile las primeras religiosas de la orden de Santa Clara para instalarse, primero en Osorno y luego, en el lugar donde hoy se ubica la Biblioteca Nacional de Santiago. Allí comenzaron a desarrollar una artesanía muy particular: la técnica de la greda policromada.
La técnica de la greda policromada tiene más de 100 años. Comenzó a practicarse por primera vez en el siglo XVII por la congregación franciscana de las Monjas Clarisas. Posteriormente, el método migró hasta Talagante, lugar donde actualmente es rescatado por la agrupación Huellas de Greda.
Según la artesana Marta Contreras, miembro de Huellas de Greda, esta organización se conformó durante 2011 a raíz de un curso impartido por la Municipalidad de Talagante. Desde entonces, junto a cinco integrantes más, comenzaron a rescatar la técnica de la greda policromada.
Esta técnica se caracteriza principalmente por dar a conocer, mediante figuras pequeñas de no más de 10 centímetros, distintas escenas populares, oficios y actividades religiosas. En este sentido, las figuras representan a vendedores de frutas o lecheros, además de festividades, como por ejemplo, las ramadas populares.
La greda policromada se trabaja únicamente con las manos, modalidad que ha adoptado en su totalidad Huellas de Greda. “Todos los procesos son netamente tradicionales. Desde el moldeado a mano, hasta la quema. No usamos, ni hemos querido innovar en la técnica, porque esa es una de las características también”, explicó Contreras.
Talagante, nuevas miradas de greda
A la fecha la agrupación Huellas de Greda ha creado cerca de 400 figuras y de estas, cerca de 60 pertenecerán a la colección llamada Talagante, nuevas miradas de greda, que presentará el Museo de Arte Popular Americano (MAPA) a partir del 2 de julio.
Según Nury González, Directora de MAPA y curadora de la muestra, “en esta exposición se presentarán las nuevas producciones que han habido en los últimos años. Entonces hay piezas de la colección del museo de fines del siglo XIX, hasta piezas absolutamente contemporáneas”, comentó.
Dentro de la muestra ligada a lo contemporáneo, se darán a conocer figuras que tienen 40 centímetros de alto, versus los 10 centímetros que alcanzaban las piezas en sus inicios, además de diversas representaciones de nuevos oficios, tales como, la temporera, el componedor de huesos, entre otros.
Según González en la muestra también se pueden apreciar espacios comunes de las representaciones a lo largo de los años, entre ellas, “la fonda, la escena del pan amasado, la escena del baile,todo lo que tiene que ver con la chilenidad”, subrayó.
Esta nueva exposición se presentará en la Sala Museo de Arte Popular Americano, Tomás Lago, del Centro Cultural Gabriela Mistral (GAM) hasta el 15 de noviembre. En ella se mostrarán 200 piezas creadas desde 1900, en donde se darán a conocer distintas escenas, como por ejemplo, matrimonios, fondas y nacimientos.