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Animales y pintores

Como una manera de entusiasmar a los más pequeños y sepan qué se van a encontrar detrás de esos enormes y añosos edificios que son los museos, a veces, se puede acudir a la literatura, y recientemente ha aparecido un libro que puede ser de muchísima ayuda. Su nombre es "Animalarte" y ha reunido a diez grandes artistas chilenos junto a textos de la escritora María José Ferrada.

Vivian Lavín

  Viernes 10 de julio 2015 12:53 hrs. 
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Las vacaciones escolares pueden convertirse en dolor de cabeza para los padres que, en lugar de alegrarse con la idea de que sus hijos pequeños se queden en casa, se convierten en una preocupación desde con quién dejarlos y quién cuidará de ellos, durante el día. La jornada escolar extendida ha sido, justamente, un alivio para esas jefas de hogar, que son las más en nuestro país, porque les ha dado un respiro para conciliar los horarios laborales con los escolares. Todo esto desde el punto de vista de los mayores. Sin embargo, contrariamente a cómo se presentó esta reforma, la jornada hasta casi las cuatro de la tarde o más, no ha significado la posibilidad para que los niños después de almuerzo puedan hacer sus tareas, resolver sus dudas, realizar talleres artísticos o deportivos, sino que se les ha impuesto el horario de horas lectivas de mañana para la tarde.

Todo esto ha significado un cambio en la cultura escolar de nuestro país. A diferencia de quienes estábamos en el colegio hace unas décadas, que almorzábamos en casa y después de eso podíamos ver tardes de cine comiendo sopaipillas o, simplemente mirar por la ventana como caía la lluvia sin cesar, justamente, durante las vacaciones de invierno, los niños de hoy ni saben lo que eran las películas en blanco y negro como tampoco saben de tiempo de ocio. Ni menos de lluvias, que hasta eso escasea.

Uno de los panoramas obligados para días de lluvia y de tiempo libre son los museos, más aun cuando ya no existe ningún obstáculo monetario, ya que desde hace unos meses la Dibam ha declarado que todos los museos públicos de nuestro país tienen la entrada gratuita.

Como una manera de entusiasmar a los más pequeños y sepan qué se van a encontrar detrás de esos enormes y añosos edificios que son los museos, a veces, se puede acudir a la literatura, y recientemente ha aparecido un libro que puede ser de muchísima ayuda.

Su nombre es Animalarte, el primero de la nueva colección de la prestigiosa editorial Ekaré Sur, llamada Arte para Niños. Es un libro de tapas y páginas duras, apropiado para que sea hojeado por los más pequeñitos y que ha reunido a diez grandes artistas chilenos junto a textos de la escritora María José Ferrada.

Cada uno de los cuadros de estos diez artistas tiene a un animal como objeto central de la pintura. Allí está el caballo naranjo de Matías Pinto D’Aguiar, las ovejas de un Benito Rebolledo, el perro acurrucado a la entrada de una casa toda en rojo de Sebastián Garretón o el gato bebiendo de Loro Coirón, entre la decena que han seleccionado Agustina Parera y Verónica Uribe. La única mujer y la que abre el libro es la artista María Luisa Bermúdez, tan destacada como desconocida para el amplio público, y cuyo nombre se cita asociado siempre al pintor chileno-cubano Mario Carreño, de quien es su viuda. Pero María Luisa tiene vuelo propio y es una de las cultoras del arte naíf o arte ingenuo, ese que puebla los cuadros de vegetación y que fascina a quienes disfrutan el detalle y el colorido, y sobre todo, la naturaleza en todo su esplendor.

El texto de María José Ferrada que acompaña a esta loica toda rodeada de verde que mira al observador desde el centro del cuadro junto un volcán de punta nevada en el fondo dice: “Pájaro de pecho rojo, sobre una rama. Shhh, que no se vuele”. Así de simple, sólo una frase que invita al niño o niña a participar de la situación, a estar atento, a tomar contacto desde la emoción con un ave tan característica de nuestro paisaje. La loica de la artista nacida en Valparaíso, María Luisa Bermúdez, nos recuerda que ella ya no puede pintar, que un glaucoma se lo ha impedido desde hace unos años y que en octubre cumple 100 años de vida.

Buena manera de invitarnos a visitarla a ella y a otros grandes de la pintura junto a los más pequeños, como si estuviéramos en un museo.

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