1.- Qué diferente sería la realidad y el futuro si existiera una Estrategia País Consensuada (EPC).
En una nota anterior nos hemos preguntado a dónde vamos como país, cómo y cuándo y, ahora le agregamos: y ¿Cuánto? Lo cierto es que la economía se viene deteriorando desde hace años. ¿Recuerdan que en Enero de 2012 el Banco Central por estas razones empezó a bajar la TPM de 5,25 por ciento a 5 por ciento y que a comienzos de 2013, ya había autoridades del gobierno anterior que tenían “planes contingentes” para actuar frente a una situación de desaceleración económica ya detectada y que no los usaron?
Los seres humanos, a veces, creemos que porque tenemos poder se puede proponer ir a cualquier lugar (con fechas, monto y beneficios ciertos) y, que con sólo pensarlo y decirlo: se logrará. En este caso, nuevamente se olvidaron que el futuro es incierto y muchas veces, sino casi siempre, cuando llega ese momento futuro imaginado por Ud. Se encuentra con algo muy diferente a lo esperado y lo sorprende. Si los responsables de la gobernanza hubieran pensado sistemáticamente en los años 2012 o 2014 que sí podrían ocurrir diferentes escenarios para los años siguientes, se habrían dado cuenta que se avecinaban situaciones y eventos muy distintos a lo esperado y a sus deseos, en especial en los mercados externos. Pero, el entusiasmo de algunos con el poder -siempre transitorio- que permite darse el lujo de creer con soberbia que solo ocurrirá lo que sus mentes imaginan, lleva a actuar como si nada del incierto futuro pudiera desbarrancar sus propósitos, objetivos y deseos, y tal como ha ocurrido en demasiadas oportunidades y con muchas materias en las últimas décadas de nuestro país y sus regiones.
Lo que está ocurriendo hoy con la economía nacional y de cada región, y tal vez siga ocurriendo en los semestres siguientes y puede ser explicado por muchas teorías. Una teoría es que “la desaceleración”, como la que se ha vivido en los últimos dos años que estaría explicada principalmente por lo que ocurre y seguiría ocurriendo con la demanda de las materias primas commodities de bajo valor agregado y sus bajas de precios, junto con la evolución de economías de Europa y los países Brics, lo cual determinaría la reducción sostenida de la inversión, y por lo tanto dependería poco: de las reformas internas, de boletas truchas y facturas ideológicamente falsas, de los arrestos domiciliarios o de las renuncias de autoridades y los cambios de ministros y otros affaires similares por todos conocidos. Y como esta, puede haber otras teorías explicativas de una desaceleración anunciada y que no han sido demostradas como la “teoría del 27F” del fin de la inversión y gasto post terremoto 2010
Tal vez el error más grave fue pensar que: una mayoría temporal y o de acuerdos fácticos de minorías, olvidando las mayorías y viceversa puede legislar y reformar a voluntad, olvidándose de los futuros posibles y sin contar una Estrategia País Consensuada (EPC) considerando los intereses de ambas. Pero más grave aún que la gobernanza y el poder están preocupados mucho más de sus “fortunas” e intereses personales, o grupales que en la “fortuna” de toda la comunidad y del bien de la patria y por sobre todo olvidando a los más carenciados de nuestro país en donde todos (si lo quisiéramos de verdad) podemos ser más ricos o dejar de ser pobres y todos tener un muy buen vivir y morir. Lamentablemente, se sigue poniendo mayor atención a la forma que a los contenidos de los cambio y sin una visión de futuro y menos aún se cuenta con un Programas -explícitos y detallados- de Gobiernos como carta de navegación… lo que se convierte en la excusa perfecta para los detractores de diferentes colores que no quieren ningún cambio real ni innovar ni aumentar sustancialmente la riqueza de la nación que… para todos.
Mientras sigan así el gobierno y sus opositores y los chilenos vayan adelante sin una Estrategia País Consensuada: ¡Se equivocarán! porque no tienen idea de lo que son los escenarios y eventos complejos que se enfrentará en los próximos semestres o años y qué oportunidades tomar y que acciones tomar frente a las graves amenazas se nos vienen y que alternativas públicas y privadas son las más adecuada para conseguir los objetivos que se persiguen de: mayor riqueza, más igualdad, mejor e innovadora educación, salud, vivienda de calidad, previsión digna y rentas de un país más cerca del desarrollo, conocimiento de base y aplicado, una buena cultura, las artes y la recreación y el deportes desde viejos a jóvenes, entre otros.
2.- El abandono de pensar sistemáticamente los futuros de un país y sus regiones: los costos asociados y las oportunidades perdidas.
Le hemos pedido a numerosas autoridades de nuestros intentos porque alguien se haga cargo de crear una Agencia -nacional especializada- de Estudios del Futuro ADEF, que es indispensable para llegar a diseñar una Estrategia País consensuada y bien basada. Muchas autoridades nos responden que es necesario hacerlo, pero parece que se conoce poco o nada sobre cómo trabajaría y los beneficios que se obtendrían con la aplicación de los muy diferentes métodos de anticipación disponibles y de estrategia como lo hacen naciones desarrolladas. Y así, transcurren los años y a veces nos preguntan, en tono de broma ¿Cómo van sus trabajos sobre el Futuro y de la Estrategia País? Sabemos que con los recursos, que por ejemplo, que se invertirán en aumentar el número y operación de nuevos Senadores y Diputados bien se pudo dar la partida a esta importante Agencia, que va en directo beneficio de la misma actividad legislativa, del ejecutivo, de las empresas y los privados para la definición de una estrategia país, políticas, planes y programas para la nación, que entre otras cosas la saque de su dependencia endémica de negocios basados en las IMAPRI’s (Industrias de Materias Primas).
Hemos enunciado que este es un país muy rico y lo podría ser mucho más. En los últimos 25 años el PIB nacional fue superior a los US$ 3.000.000.000.000. Sí. Y el presupuesto de la nación manejado por el estado y la política fue de alrededor de US$ 1.300.000.000.000 y que el valor de los bienes nacionales deben superar los US$ 20.000.000.000.000. ¿Cuánto mucho más podríamos alcanzar si logramos un consenso nacional de desarrollo?
Si las autoridades públicas y los privados estuvieran más preocupadas de la “fortuna” general del país y de todos los ciudadanos, por encima de las propias, como corresponde, habrá más equidad, mejor y más moderna educación con mejor y más salud, mejores y más viviendas, mejores y nuevo tipo de empleos, mejores y más obras públicas y urbanas sustentables, etc. Puesto que hay una riqueza muy desigualmente repartida y desde hace muchas décadas y una riqueza que podría ser muy superior también para todos si crecemos y nos modernizamos en nuevas industrias y negocios con: inteligencia, investigación, conocimiento, innovación y de mayor valor agregado.
Pero por encima de todo esto tanto las autoridades públicas & los privados, deberían estar muy preocupados por contar con una Estrategia País Consensuada, debido a los enormes cambios que vienen con las nuevas tecnologías y el conocimiento emergente de la ciencia y pensando en hacer reformas y neoformas educacionales u otras verdaderamente e innovadoras, que tienen más que ver con el ingreso real a los nuevos y crecientes saberes y sus aportes a la “nueva productividad nacional”, a los nuevos tipos de empleo y la automatización tecnológica inteligente de las cosas que se avecina en un mundo más sustentable, y a los perfeccionamientos en las condiciones de vida de todos los ciudadanos y… ¡Vamos, vamos chilenos! qué sino lo hacemos nosotros si lo harán otros, en este mundo global después de la postmodernidad y a la luz de los nuevos conocimientos del siglo 21 que nos seguirán sorprendiendo y quizás solo así podamos estar presentes con nuestra selección chilena en las futuras clasificatoria al mundial… pero ya representados por nuestros jugadores robóticos o virtuales y ya dotados de inteligencia deportiva artificial.
Finalmente, es válido preguntamos, intrigados por el frenazo económico artificial de última hora y que se olvida del largo plazo: ¿Hacia dónde vamos chilenos, cómo, cuánto y para cuándo? ¿Y en qué se beneficiará directamente a toda la comunidad con sus cambios? ¿Y por qué no hay aún una Estrategia País Consensuada (EPC) y explícita para Chile y todas sus regiones que sirva de guía a todos los nacionales, como lo están haciendo otros países para enfrentar en este momento los grandes cambios, los nuevos conocimientos e innovaciones y los hallazgos sorprendentes de la ciencia, la tecnología y el pensamiento que afectarán, más temprano que tarde, a todos los habitantes de nuestro Chile finis terrae.
Gobernantes y gobernados, públicos y privados: ¡Hoy se puede anticipar los futuros para Chile y sus Regiones por una mayor fortuna para todos sus habitantes y antes que sea demasiado tarde y porque no para ser más libres y felices!
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